Legión de caidos

LA DONCELLA DE BLACKSTEEL

Había pasado un hora desde que me había marchado de mi antiguo hogar, la niebla me cubría mientras montaba a caballo hacía el lugar que habíamos acordado para encontramos, sin embargo mientras me dirigía hacia aquel lugar, apareció frente a mí un hombre vestido con túnicas negras, que caminaba lentamente hacia mí.

Mi caballo se alteró y comenzó desesperarse a tal punto que caí de él, este huyó despavorido hasta que desapareció. Aquel extraño personaje saco una espada de su manga y me embistió con tal fuerza que sali volando como a 30 metros de donde había estado, no sabía quién era, pero de algo estaba seguro, él no era alguien normal.

Me levante y corrí hacia el devolviéndole el golpee en el rostro haciendo que esta también volara, sin embargo se levantó sin ninguna dificultad, en ese momento se quitó la capa, y  pude ver su rostro, era mi padre, pero ahora parecía una bestia, con dientes filosos y ojos blancos. Y mientras más trataba de enfrentarlo más débil me sentía como si cada golpe drenara mi fuerza, y mi vitalidad.

Al final comencé a pensar cómo hacer para huir, pero antes que pudiera moverme me cortó la pierna, pensé que moriría, pero de un momento a otro aquel extraño con quien me encontraría apareció frente a mí diciendo:

--- Atrás, maldito Frung, porque no te metes con alguien que sabe pelear.

La bestia salto y trato de morder su hombro, pero sus filosos dientes se rompieron al contacto, apenas tuvo oportunidad levanto su mano y un guantelete rodeado de llamas golpeo el rosto de la criatura, este empezó a quemarse hasta que se quedó quieto en el suelo sin poder moverse. Finalmente saco una pequeña cruz y la acerco diciendo:

--- Descansa en paz, que la venganza nunca más te dañe.

Como por arte de magia aquel ser empezó a desvanecerse como las cenizas por el viento, dejando solo sus ropas en el suelo.

Me levante adolorido y le pregunte:

--- ¿Quién demonios eres en realidad?

--- Solo un mensajero, uno que debe ayudarte a encontrar tu camino, por eso debes venir conmigo. – me dijo con gentileza

--- Bueno ahora no podre seguirte el paso, porque me falta una pierna. ---  le dije

--- No seas tonto puedes regenerar tu pierna o cualquier parte de tu cuerpo. --- me dijo

--- En serio, estas bromeando, no es así --- le dije con sarcasmo

--- Solo piensa en la pierna que perdiste y reconstrúyela en tu mente. --- me dijo

En ese momento pensé en mi pierna, de pronto vi como algo volvía a crecer a travez de la herida, era el hueso, luego aparecieron los nervios, el musculo, la piel y todo lo demás, En menos de lo que creí mi pierna estaba de nuevo en su lugar.

Me levante y comenzamos el viaje o al menos era lo que alguien como yo esperaba. A medio camino encontramos un pueblo llamado BLACKSTEEL, sin importar como lo viera el lugar era de pocos amigos y las miradas de las personas parecían las de aquellos que viven gobernados por el miedo a alguien o algo. Después de haber camino por el espacio de algunos minutos y conseguir algunas provisiones, entramos en una posada con el nombre  de “el barquero”,  era deprimente, poco aseada y los viajeros llegados de otros lugares se hallaban borrachos en el suelo.

Era de poca monta eso era seguro, pero al menos nos podríamos cubrir del frio de la noche. Esa misma noche mientras dormíamos escuche un ruido a las afueras de la posada y vi como una joven en ropas blancas caminaba sobre el prado entonando una canción.

Parecía el canto de una sirena, su melodía hacia que mis oídos dejaran de escuchar cualquier cosa, y poco a poco me acercaba más y más hacia el borde de la ventana. En ese momento mi compañero de viaje toco mi hombro y me dijo:

--- No te dejes llevar por lo que tus ojos y oídos aprecian.

Apenes pude recuperar la conciencia vi como un niño salía de su casa caminando directamente hacia ella, de pronto un hombre corrió tras el niño y lo abrazo contra su pecho para evitar que este siguiera avanzando. La mujer dejo su canto y sus ojos comenzaron a sangrar y su grito hizo que todo el pueblo se despertara. Ni el niño y el hombre pudieron moverse, rápidamente tome mi espada y corrí por las escaleras tratando de ayudar.

Al llegar abajo vi a ambos en el suelo, el hombre estaba ciego y el niño tenía marcada la frente, pero no había señales de aquella mujer salvo algunas pisadas de sangre que se dirigían hacia el bosque.

Las personas al ver las escenas llevaron a aquel hombre con el curandero más cercano que había, pero este reacciono de manera muy egoísta y grosera diciendo:

--- No me molesten, acaso no ven que estoy durmiendo ---- dijo con voz ronca

Las personas comenzaron a rogar para que salvase la vida del hombre, pero el anciano no hacía caso. Aquel era retraído y malhumorado, pero yo sabía que solo hay una cosa a lo que cualquiera reaccionaria, el dinero.

Tome algunas monedas y se la ofrecí a cambio de que tratara a aquel hombre, este me miro y me dijo:

---- Jajajaja, que les parece un ser de la oscuridad en mi puerta --- dijo mirándome

--- A qué se refiere soy una persona como cualquier otra. --- le respondí



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En el texto hay: fantasia, traicion, sobrenatural

Editado: 30.07.2018

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