Lejos de las rejas

CAPÍTULO 11 - Este empleo será mi fin

 

Hoy era mi entrevista de trabajo, estaba muy nerviosa; tenía miedo de no conseguir el empleo, no quería seguir viviendo con Magaly sin aportar tan siquiera para la luz. De alguna forma me sentía como una especie de parásito humano que solo sabe pedir dinero y nada más que eso.

Toda mi vida trabajé duramente. El no hacerlo por más de dos semanas solo me recordaba que trabajar es lo único para lo que sirvo, no había nada más que ofrecer. Siempre me sentí como una herramienta, y sino podía ser usada ¿qué propósito podría tener yo? 

Al llegar al edificio paseé mi vista hasta la punta donde el sol difuminaba parte de la estructura, los rayos golpeaban contra los cristales color cielo. Era muy hermoso y aterrador, aunque seguía molesta con Magaly por el plan siniestro que armó con Keith; estaba agradecida, si conseguía el empleo tendría un dolor de cabeza menos. Mis tacones tocaron el bello piso de cerámica, era una lástima pisar el arte tan delicado del suelo, bellos pajaritos azules entre veraneras se extendían por toda la recepción. Al llegar, me acerqué a una joven que se encontraba atendiendo llamadas.

—Hola, disculpe. Vengo por la entrevista de trabajo, mi nombre es Marisol Gutiérrez.

—Ah sí, por supuesto. Solo dame un momento — contestó al menos dos llamadas de diferentes teléfonos, entonces me respondió. —Dirígete al ascensor y sube hasta el piso ocho, ahí te estará esperando Rubén y te guiará a la sala donde te espera el encargado de las nuevas solicitudes.

—Muchas gracias.

—No es nada.

Caminé hasta dar con el ascensor, apreté el botón ocho y justo antes que las puertas cerrasen, una hermosa mujer de cabello castaño claro se coló al ascensor, me observó de pies a cabeza muy molesta.

—¿Y tú qué? ¿no podías poner la mano en la puerta antes de que llegara? Tuve que correr más rápido — alzó la voz contrayendo levemente los labios. 

Me quedé en silencio, ya estaba nerviosa por la entrevista. No permitiría que arruinara mi oportunidad con su mal carácter.

—¿Eres pasante verdad? ¿Hoy es tu primer día? —preguntó la chica con desgana. —Se te nota.

—¿Se me nota qué? — fruncí el ceño, empezaba a irritarme.

—Ya sabes, por tu vestimenta. Por tu falta de educación…

—Aquí a la única que le falta elegancia y tacto al hablar es a ti.

—¿Tienes idea de quién soy yo? — se apuntó a ella misma con prepotencia.

—La verdad, la verdad… no se quién eres y tampoco me interesa.

—Ya verás, haré que te despidan por idiota.

Bufé, una loca más para tolerar.

—Ve y has lo que quieras, seguro tu jefe ya está harto de tu webazón.                                   

Cuando las puertas del ascensor se abrieron en el piso ocho; de un saltó pasé de ella, la dejé con la palabra en la boca.

Que mujer más insufrible…

 

 

Me encontré con el encargado de las entrevistas a las fueras del ascensor, me guió por un extenso pasillo, luego llegamos a una pequeña habitación donde otras siete personas más esperaban su turno. Las caras de preocupación, impaciencia, el estrés de tener tantas deudas en la espalda se clavaron en mi mente… todos queríamos el empleo, la pandemia llevó a que muchas empresas hicieran despidos masivos, familias enteras se quedaron sin un sustento, ahora muchos incluyéndome, dependíamos de un bono que nos daba el gobierno para comprar alimentos y cosas de aseo personal. Claramente al igual que estas personas yo no podría vivir de solo ciento veinte dólares mensuales, eso no alcanzaba para casi nada.

—Número ciento quince, diríjase al salón de gerencia. Allí se están haciendo las entrevistas — llamó un señor quien aparentaba tener unos cincuenta y siete años, su canosa cabellera escaseaba por algunas partes de su cráneo. Vestía un fino traje de etiqueta color rojo y una llamativa corbata de satín plateada, parecía ser el típico ciudadano rabiblanco de San francisco. Una chica de cabellos ondulados color plata se dirigió a donde apuntaba el hombre, sus manos al igual que las mías temblaban. Esta chica podría tener la misma edad que yo, y tal vez problemas similares a los míos… su forma de caminar tan insegura me hicieron sentir incómoda.

—¿También vienes por el empleo para asistente de programador? — me habló un joven de rasgos grotescos y cabello azabache, sus manos parecían ser de alguien que trabajó en construcción durante muchos años.

—¿Asistente de programador? — pregunté más perdida que antes. Cuando llegué aquí, vine con la idea de ser contadora o algo por el estilo, después de todo eso fue de lo que me habló Magaly.

—No, yo vengo por el trabajo de contadora.

—¿De contadora? Creo que te equivocaste de empresa, aquí solo están contratando programadores e ingenieros — me explicó el chico.

—No me equivoqué, estoy segura de que fue aquí. De hecho me dijeron que sería para el puesto de contador.

—Bueno, hasta donde yo sé solo están contratando programadores. Necesitan personas que se encarguen de los equipos de computación de la empresa. Y todos los que están aquí, incluyéndote… están esperando ser aceptados solo para ese puesto.       

¿Enserio me equivoqué? ¿habré escuchado mal? 

Cuando llamaron el número ciento diecisiete, el chico se retiró brindándome una sonrisa de pena y tal vez deseándome suerte por el empleo inexistente por el cual yo estaba aplicando. La mujer del ascensor apareció de improvisto en la sala, me vió de reojo soltando una falsa sonrisa, entonces se acercó al hombre del traje rojo, pareció decirle alguna cosa mala sobre mí; porque después me miró con los ojos muy abiertos. Las manos empezaron a sudarme en cuanto escuché mi número, me levanté tambaleante, quizás la chica esta si era importante y ahora estaban por echarme del edificio…

Fui guiada por el hombre afuera del espacio, la expresión de victoria que tenía la chica me hizo guardarle cierto rencor. Esta era mi única oportunidad y la perdí gracias a una niña mimada.



#24757 en Novela romántica
#15527 en Otros
#2369 en Humor

En el texto hay: comedia, chicossexys, picante

Editado: 27.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.