Los días empezaron a correr, en ocasiones estaba un poco triste pero cuando hablábamos me daba cuenta que podíamos estar bien
La primer semana paso y en algunas cosas teníamos diferencias que solucionabamos hablando
Nos contábamos lo que nos sucedía en el transcurso del día pero ambos en ocasiones terminabamos cansados y eran esos instantes donde me preguntaba que podía pasar
Un día después de eso, empecé a preguntarle sobre que pasaría si él se enamoraba de otra, estaba segura que era un factor detonante para nuestra relación
Entonces él me dijo que en este momento de su vida él estaba apostando a lo nuestro y yo no, le comenté de mis inseguridades y me dijo que con una persona como yo no podia estar
Intente cambiar su punto de vista y me dijo que él no quería una persona insegura y de cierta forma lo entendí
La inseguridades siempre iban a estar y las relaciones se trataban de eso; de que si en determinado momento surgieran inseguridades demostrarnos que éramos lo suficiente fuertes para saber que el otro estaría por nosotros y no solo dejar a uno colgado con las responsabilidades de las cosas que pudieran dañarla
Lastimosamente ambos entendimos que no éramos ni fuertes, mucho menos seguros de nuestros sentimientos y que al menor indicio de indecisión saldría corriendo y sin importar nada más
Por mi parte entendí que a veces existen peores cosas que ser la tóxica en una relación, sino que añorar algo que no puede ser y peor aún; no estaba lista para no tener cerca a mi pareja
Me di cuenta que de los niños de once y catorce años no quedaba nada; sólo un recuerdo estúpido de una niñez que me enseñó que era mejor estar Lejos de tí