Lemniscata

LA VERDADERA IDENTIDAD DE JAMES

Aquel martes llegué al instituto y sin planteármelo vi a lo lejos como Jake y Kevin mantenían una conversación. Los dos parecían algo enfadados, motivo que me preocupó y me llamo la atención. Me acabé ocultando detrás de una pared para que no me vieran, escuchando todo.

-En serio Jake tienes que vigilarla. Apenas conoce a ese chico y sin embargo le ha ofrecido quedar a tomar algo ya. No me fio.

-Te recuerdo que Aria es lo suficientemente mayor para tomar sus propias decisiones, además sino recuerdo mal vosotros empezasteis a salir sin apenas conoceros siquiera.

-¿Y mira cómo acabamos? No quiero que sufra. Por favor haz algo.-No podía seguir oyendo aquello por lo que salí de entre las sombras y me enfrenté a Kevin

-¿Pero tú quién te crees que eres para decidir sobre mi vida? Soy yo la que debe decidir por mí. Que lo nuestro no acabara bien no significa que mis futuras relaciones salgan igual de mal. Además ¿De quién fue la culpa? ¿Quién fue el que me hizo daño? ¿Quién fue el que me mintió a la cara? ¿Quién de los dos fue el que fingió?, la respuesta la tengo ahora delante de mí. Así que no eres el indicado para decidir sobre lo que debo hacer con mi vida. Pero ¿Sabes qué es lo peor? que le pidas ayuda a tú mejor amigo para que evite que salga con alguien. Creía que eras mejor que eso, pero me equivoqué contigo.-Con esas palabras entré en mi aula en donde me senté en mi pupitre. Al poco sentí la presencia de Jake que puso una mano sobre la mía, que se encontraba fuertemente cerrada en un puño.

-Pequeña, siento lo de Kevin, pero él no lo hacía por mal. Está preocupado

-Si de verdad lo estuviese hablaría conmigo y no contigo Jake. Tiene que darse cuenta de que el ya no forma parte de mi vida, y de que esa decisión fue suya. Tiene que ver que tal como Lena y tú me comentasteis ahora soy libre para decidir con quién salir.-Vi como James entraba por la puerta de la clase y caminaba hacia su pupitre, situado detrás del nuestro. Me giré en mi asiento y lo saludé.

-Buenos días James. Creo que ayer no fui muy amable contigo por lo que te pido disculpas. No debí haber rechazado tu petición de enseñarte la ciudad por lo que si todavía está en pie la oferta me encantará enseñártela.-Aquello le debió pillar por sorpresa, pues sus ojos se abrieron como platos.

-Pues la verdad es que me encantaría, pero no quiero molestarte.

-No hay ningún problema. Podemos quedar a las 17:00 en la entrada del instituto-Asintió ante mi oferta, y luego nos concentramos en las clases. A la hora del recreo lo invité a pasar tiempo conmigo, con Lena y Jake. En ese breve descanso averigüé más cosas de él como: que le encantaban los deportes de riesgo y acampar para mirar las estrellas o que era alérgico a las almendras. Conocerlo mejor había hecho que me sintiese bien, pues veía en James a un buen amigo. Para Lena y Jake, James se había convertido en un nuevo miembro de nuestro grupo.

La ciudad era lo bastante grande para no poder verla toda en una sola tarde por lo que decidí llevar a James a un parque situado justo detrás de mi casa. Desde el se podía ver toda la ciudad, no con toda claridad pero sí la suficiente para hacer una explicación de esta.

Nos sentamos e uno de los bancos de madera, cada uno con un vaso de chocolate caliente que habíamos comprado con anterioridad. Entre sorbo y sorbo fui explicándole todo y respondiendo a sus preguntas. Era muy agradable estar con él, pues escuchaba todo lo que decía con atención y ojos observadores de niño; al mismo tiempo que dejaba ver una hermosa sonrisa.

-Tengo que admitir que me agrada estar aquí contigo Aria. No sé cómo agradecerte todo esto.

-No tienes por qué hacerlo, cualquiera en mi lugar lo habría hecho.

-Hoy puede que sí, pero en el pasado no-Le miré a los ojos son comprender sus palabras. Su rostro dejó ver una pequeña sonrisa en mi dirección-Me dijiste que te recordaba a alguien ¿Recuerdas?-Asentí a su pregunta-Pero todavía no consigues adivinar quién soy. No te culpo por ello. He cambiado desde la última que nos vimos.-Aquello consiguió reavivar mis sentidos, pues James acaba de confesarme que nos conocíamos de antaño.-En el pasado tuvimos un amigo en común, tú lo conocías como Raúl yo como Bola de billar.

-No puede ser-Dije llevando mis manos a mi rostro por la sorpresa.

-Me alegra volverte a ver Aria y sobre todo tan bien.

El joven que tenía enfrente era James, el hermano pequeño de Raúl ¿Cómo no me había dado cuenta antes? Era cierto que había dejado crecer su pelo rapado con anterioridad en apoyo a su hermano y que sus ojos ya no mostraban aquel brillo de antaño; pero aún así debería haberlo reconocido. Lo abracé fuertemente, y él me devolvió el abrazo. Fue un abrazo cargado de recuerdos, sentimientos, apoyo, cariño.

-No me puedo creer que seas tú. Mírate si te has dejado crecer el pelo y todo-Le comento agarrándole un pequeño mechón.

-Ya ves, las cosas han cambiado mucho en poco tiempo.



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En el texto hay: romance juvenil, secretos, drama

Editado: 07.09.2019

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