Lemniscata

SOLO ABRÁZAME FUERTE

James fue aceptado en el grupo de manera inmediata. El hecho de que fuese el hermano de Raúl hizo que su acogida fuese aún mayor. Las semanas fueron pasando rápidamente dando comienzo al mes de diciembre, al mes de los exámenes finales y de la Navidad. Desde pequeña he adorado la Navidad y la magia que esta transmite, llenando a los niños de una ilusión por ver a Papa Noel o a los Reyes Magos. Yo la adoraba porque era una fiesta que pasábamos en familia o rodeada de amigos.

Era un sábado lluvioso de inicios del mes de diciembre, a media tarde. Yo me encontraba acabándome de arreglar cuando sonó el timbre de mi casa, anunciando las visitas.

-Aria la puerta-Grita mi madre desde la cocina.

-¡Ve tú! Que me estoy acabando de arreglar y me da vergüenza bajar así.

-Pero si son tus citas.

-Nuestras citas-Recalco lo de nuestras dado que además de venir Lena, James y Jake también vienen sus padres.

Sentí como se abrióla puerta y como mis padres empezaron a saludar a todos uno por uno. Me miré en el espejo por última vez, dando una visual a mi imagen. Llevaba puesta un jersey blanco de lino con una falda de vuelo en el bajo de cuero, combinado con unos botines de cuña de color vino tinto a juego con mis pendientes en forma de rosa.

-Estás perfecta como estás-Me dice Lena que se ha adentrado en mi habitación-¿O acaso quieres impresionar a alguien?-Me pregunta levantando una ceja de manera descarada.-Quizás a un joven de pelo castaño y hermosos ojos verdes cuyo nombre empieza por J y acaba por ames.-Me rio ante su comentario, pues todo el mundo ha empezado a creer que James y yo mantenemos una relación más allá de la amistad, debido al gran tiempo que hemos pasado juntos.

-Ya hemos hablado de eso. James y yo somos muy buenos amigos-Le recuerdo al tiempo que me pongo una gargantilla de la cual cuelga una perla.

Juntas bajamos las escaleras en donde nos encontramos con el resto de las personas que ya se encontraban sentadas en el comedor. Saludé a todos y me senté en mi sitio. Empezamos a comer al tiempo que intercambiamos palabras. Las risas llenaron el gran comedor que hicieron que el tiempo pasase volando rápidamente. Al acabar de cenar, James, Lena, Jake y Dafne bajamos al pequeño sótano en donde pusimos una película de dibujos animados para que Dafne pudieraa verla tranquilamente. Al poco tiempo contemplamos como esta se había quedado dormida en los brazos de Jake hecha un ovillo, y como este la tapaba con su abrigo.

-Es increíble siempre tenemos que pelear para que se quede dormida, y hoy no ha hecho falta. Voy a tener que traerla más veces.

-Se ve que eres un gran hermano y que Dafne te tiene un gran afecto-Comenta James.

-Dafne lo es todo para mí. Si le pasase algo no sé qué sería de mí.

-Seguirías adelante con el paso del tiempo. Sería difícil, pero luego recordarás que tú hermana no querría verte así.

-James, no tuve la oportunidad de conocer a Raúl pero Aria me ha hablado mucho de él. Sé por ella que fue un gran joven y en ti veo las palabras que Aria me dijo en su día. Estoy seguro de que tú hermano estaría orgulloso de ti.

-Gracias-Responde James, al tiempo que Jake se levanta con Dafne en sus brazos.

-Voy a llevarla a su habitación antes de que se despierte de nuevo.-Los tres asentimos al mismo tiempo.

Decidí poner algo de música para animar el ambiente. Cuando Jake regresó, por parejas, decidimos jugar al billar y luego al futbolín para terminar la noche con el UNO. Cuando una se divierte el tiempo pasa volando lamentablemente. A las 01:00 Lena junto a James y sus familias se despidieron de nosotros. La familia de Jake por petición de mis padres se quedó a dormir, dado que su casa al comparación de la del resto quedaba más lejos. Mientras nos estábamos despidiendo sentí mi móvil vibrar en el bolsillo. Lo saqué y contemple que tenía un mensaje de voz de un número desconocido, el mismo que llevaba días diciéndome que me echaba de menos, que lo sentía, que le seguía gustando.

Una vez que me despedí de todos y di las buenas noches, subí a mi habitación. Seleccioné la llamada de voz y le di a escuchar. Tan pronto oí esa voz sentí como el mundo se derrumbaba y como el aire no quería salir de mis pulmones. Pensaba que nunca más volvería a oír su voz, pero el destino parecía querer reírse de mí. Salí de la habitación con lágrimas en los ojos, intentando ser lo más silenciosa posible. De igual forma salí de la casa en donde la lluvia golpeó mi rostro. No me importó el frío, ni el aire que se estaban colando por mis huesos, ni me molestaba la lluvia que me estaba mojando. En mi mente solo se encontraban gravadas las palabras de aquel mensaje y sobre todo su voz.

"No sé cómo puedo ganarme tú perdón, pues lo que te hice en el pasado no tiene escusas. No obstante quiero que sepas que siento todo el daño que te hice y sobre todo debo decirte que todavía me gustas"

Escuché la puerta de la casa abrirse y al poco un abrigo sobre mis hombros.

-Aria ¿Qué haces fuera? ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-Quiero responder a cada una de las preguntas que Jake me acaba de hacer pero no me encuentro con fuerzas para hacerlo.



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En el texto hay: romance juvenil, secretos, drama

Editado: 07.09.2019

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