Lemniscata

M DE MIKE Y MELOCOTÓN

Cuando el sol entró por la ventana de mi habitación, aquel domingo, lo único que quería era seguir en mi cama. No es que fuera una chica dormilona de hecho me gustaba madrugar y ser puntual, pero aquella semana había sido una montaña rusa. Una montaña rusa de subidas y bajadas. Primero estaba la llegada de Lena, a la que se le siguió la muerte de Raúl para acabar con mi cita con beso incluído con Kevin. Por lo que no era de extrañar que mi cuerpo quisiera alejarse de la realidad lo máximo posible para no experimentar tantas emociones en tan poco tiempo. Por lo que al final decidí pasarme el domingo encerrada en mi habitación, leyendo y haciendo una tarea para biología que tenía que entregar para el miércoles, a pesar de las múltiples insistencias de Lena por salir a dar una vuelta.

En uno de los descansos que me tomé decidí entrar en mi antigua cuenta de Photoofme. Cuando entré a esta una gran cantidad de imágenes mías y de Mike se mostraron ante mis ojos, llenando mi cabeza de recuerdos junto a el.

Recuerdo 1. 2 años atrás.  Setiembre del Año 3048

- ¡Ay, Dios mío, que tío! Por fin un chico guapo en Valerian.-Exclamó Michelangelo, un antiguo compañero de clases, al ver entrar por la puerta de nuestra clase a un joven. Un joven de cabello castaño oscuro y corto al estilo Spiky de ojos verdes-dorados y tez café que llamaba la atención en aquel grupo con su altura y su sonrisa, esa sonrisa que dejaba ver una hermosa dentadura y que conseguió que más de una y uno babeara. Era muy atractivo, demasiado para que se fijara en mí, la chica bajita y delgada de la clase que soñaba con vivir un amor de cuento de hadas y a partir de ese momento con que me besara. Se presentó con el nombre de Mike Anderson. Sus aficiones: el fútbol y la natación. Su deseo convertirse en un jugador olímpico para representar a su ciudad natal Green Island, una pequeña isla que se encontraba en el mar Coolata, la cual era conocida por la cantidad de espacios verdes de las que disponía. Se sentó justo detrás de mi y de Lena. Por fin la suerte me había sonreído en algo.

- Perdona, me podías prestar el libro hasta que consiga los míos. Te lo devuelvo al terminar la clase- Me lo había preguntado a mí. A mí. Me sentí tan rebosante de vida que me salió un sí muy exagerado y lleno de alegría. Al terminar la clase me devolvió el libro y me dio las gracias dedicándome una sonrisa que hizo que el resto de la clase me fulminara con la mirada.

- Tierra llamando a Aria, deja de babear amiga o tendremos que contractar una lancha para salir del instituto.

- Lena, ¿Lo has visto? ¿No es guapo? Viste que ojos tenía y esa sonrisa. ¡Oh dios! no es guapo.

- Vale, vale. Respira que te va a dar algo. Me ha quedado claro que te gusta. Ahora la cuestión es saber si te gusta tanto para dar un paso más porque amiga me parece que tiene una gran cantidad de pretendientas y pretendientes.

- Lo sé, pero aún lo acabo de conocer. Es más, no hemos hablado nada.

- ¿Y a que esperas para hablarle más y conocerlo más a fondo?

- Lena ya me conoces. No soy muy buena conversadora con los chicos. Siempre me acabo bloqueando o no sabiendo que decir.

- Pues es hora de que aprendas- Me guiñó un ojo y gritó a todo pulmón el nombre de Mike que se giró sorprendido.

- Mike ¿tienes algún guía de la ciudad para enseñártela?, porque sino es así te la podemos enseñar nosotras encantada.

- Por dios Lena ¿Qué pretendes?- le susurré

- Shhh, calla y espera.

- Me encantaría que alguien me enseñase la ciudad sino es molestia.

- Pues trato hecho, a la salida del colegio quedamos para hacer un tour- Con esas palabras mi amiga me agarró del brazo y me dirigió a la siguiente clase.

- ¿Es que te has vuelto loca?

- Vamos Aria no te enfades. Te he conseguido un tiempo junto a el para qué os conozcáis mejor. Piénsalo bien, me debes una.

- ¿Que te debo una? Es que no ves el aprieto en el que me has puesto.

- Ya me lo agradecerás amiga. Ahora me voy a saludar a mi novia, que está allí sentada esperándome. Vete pensando de que hablar.

- Te odio.

- No es cierto. Me adoras polola.- Con eso se dirigió a su novia a la cual le plantó un beso de esos que consiguen sacarte los colores si los ves. Estaba cabreada, muy cabreada con Lena pero al mismo tiempo agradecida por lo que había hecho. Creo que la iba a medio matar, si se puede hacer eso.

Al terminar las clases, me dirigí a la entrada del colegio, donde habíamos quedado con Mike. Al poco llegó él.

- Os agradezco que me enseñéis la ciudad. La verdad es que llegamos hace unos días pero con lo de la mudanza y todo eso no he tenido aún oportunidad de conocerla bien.

- En realidad hay un pequeño problema. Yo no puedo acompañaros. Tengo un asunto familiar al que no puedo faltar. Lo lamento, no me había acordado de ello antes, pero puedes ir con Aria, se conoce cada rincón de la ciudad como la palma de su mano. ¿Verdad amiga?- Le dirigí la mirada de "más vale que corras o te mato aquí mismo"- Solucionado entonces. Espero que lo paséis bien y que te guste lo que veas- Con esas palabras se despidió de nosotros haciéndome un gesto de ya me contarás.



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En el texto hay: romance juvenil, secretos, drama

Editado: 07.09.2019

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