Lena y Rein

Capitulo 24. Freya y Lenora

Había escuchado antes hablar sobre la explosión y la guerra, aunque estábamos en una era de paz, tocar esos temas traían una sensación tensa como si fuera un asunto sin concluir, las secuelas de las batallas eran visibles todavía, la delincuencia y el vandalismo dominaba fuera de las grandes ciudades, que actuaban con distractor del mundo hacia realidad.

El elenco de la obra "La Doncella y la Bestia" se trasladaba entre ciudades, la vista aérea de los viajes en avión nublaba mi visión de las cosas que pasaban. Mis sospechas de que algo estaba sucediendo entre las sombras se confirmaron luego de conocer a dos marginados, no eran parte de la obra, eran bestias de verdad.

Lena y Rein Capitulo 24: Freya y Lenora

—Entonces, donde está Lord Balthazar, justo antes surge una masacre causada por esa bestia -Concluyó Lena.

—Su nombre es Rein, es una bestia bastante impulsiva y violenta, pero actúa por instinto, no es mala.

—Y Freya te confundió con Lena, su acompañante -Añadió Daniel.

—Me sorprende que te hayas mantenido tranquila a pesar de todo, creí que saldrías corriendo una vez que supieras la historia -Se disculpó Bruno nuevamente.

—Lo siento, creí que eras la chica de la que ellos hablaban - Insistió Freya pidiendo perdón y bajando la cabeza.

—Descuiden, creo que ahora tengo todo claro -Respondió la joven aun acariciando el cabello del pequeño Liebchen.

Sintiendo la mano de la chica sobre su frente, Liebchen se despertó, desconcertado miró alrededor como buscando algo mientras todos lo miraban.

—¿Mamá? - Preguntó en repetidas ocasiones empezando a exaltarse, su desesperación al no ver a quien consideraba su madre fue tanta que se transformó en bestia de repente.

En su forma de Lince, el cachorro saltó de la cama y se lanzó a la ventana sin alcanzarla, al no poder salir corrió fuera de la habitación llevando a rastras las vendas que se habían aflojado de su cuerpo luego de cambiar de tamaño.

—¡Va a lastimarse! ¡La señorita Lena nos pidió mantenerlo a salvo! -Exclamó Daniel.

Sorprendidos por la situación todos salieron detrás del cachorro, sin saber cómo acercarse se preguntaron qué debían hacer, mientras él lince corría por toda la casa buscando una forma de salir.

Tomando iniciativa, la joven cantante dio un paso adelante para tratar de sujetarlo, haciendo que Liebchen gruñera nervioso y se alejara de ella.

—Ese es el cachorro de la señorita Lena, me temo que no podemos hacer mucho ya que no está familiarizado con nosotros -Le dijo Bruno tratando de detenerla.

—Ten cuidado, está asustado - Le advirtió Freya manteniéndose detrás de ella.

Tomando precauciones, la joven se inclinó y se acercó cada vez más a la pequeña bestia que se acorraló en una esquina de la habitación, su pelaje erizado y sus colmillos visibles dejaban ver cuan nervioso estaba.

—Todo está bien, tranquilo - Le dijo con un tono dulce mientras los demás se aseguraban de cerrar las puertas y ventanas de las otras habitaciones para evitar que escapara al exterior del departamento.

Freya estaba detrás de la chica, con una expresión preocupada. Había ido por una sábana por si se veía en la necesidad de tomar al cachorro por la fuerza.

La joven artista extendió su mano lentamente, asustado, Liebchen lanzó un zarpazo que casi le provoca un corte.

—Ten cuidado! - Exclamó Freya.

Lena se sentó en el suelo y cruzó sus piernas, temblando, el lince empezó a maullar en un tono doloroso como llamando a su madre.

—¿Qué fue lo que pasó con este pequeñito? -Preguntó la joven sintiendo la tristeza de Liebchen.

—Sus padres fueron víctimas de bandidos -Le respondió Bruno.

La chica suspiró mirando preocupada a Liebchen, que continuaba en el rincón y erizaba su pelaje al hacer contacto visual con ella.

—Había pensado que de verdad algo estaba sucediendo con las bestias, no había conocido a ninguna de cerca hasta ahora, pero quiero saber más al respecto, quiero ayudar -Les dijo convencida.

—No es necesario que te involucres, siento que ya es bastante peligroso que sepas que resguardo bestias en mi casa, sin querer te metí en esto, pero no quiero que te arriesgues -Respondió Freya.

—Soy una figura pública, descuida, aprovecharé mis viajes para investigar por mi cuenta todo lo que pueda sobre Lord Balthazar y esa bestia que están buscando.

La joven se puso de pie y se acercó a Freya sacando una pequeña nota donde escribió algo y lo acompañó con una buena cantidad de dinero que posteriormente tomó de su bolsillo.

—¿Qué es esto?

—Es para Liebchen y los chicos, por favor, compra lo necesario para que estén a salvo mientras encuentran a la chica que buscan.

—¡N-no es necesario! -Dijo avergonzada la joven, empujando sutilmente su mano hacia ella para rechazar el dinero.

—Sólo tienes como trabajo ese empleo en la televisión, ¿no? - Le preguntó Lena.

—S-si- Contestó sonrojada.

—Entonces tómalo, insisto por favor.

Una vez que aceptó el dinero, al abrir su mano, Freya encontró la nota bajo los billetes.

—Es mi número de teléfono -Le dijo la chica -Para evitar confusiones, llámame por mi nombre completo, soy Lenora.

La joven se acercó nuevamente a Liebchen, ya estaba más tranquilo, pero no dejaba de gruñirle. Despidiéndose con una sonrisa se dirigió a la puerta principal para retirarse.

—¡Déjame llevarte! – Exclamó Freya al verla sujetar la perilla.

—Tranquila, estaré bien, necesito pensar algunas cosas, esto resultó ser completamente distinto a lo que yo pensaba cuando me pediste acompañarte y encontrar lo que había perdido.

Nuevamente Freya la detuvo cuando abrió la puerta.

—¡Espera, Lenora! ¿A qué te refieres?… ¿Qué fue lo que Lord Balthazar provocó que perdieras?

La chica la miró con una sonrisa —Lord Balthazar me hizo perder mi confianza en mi misma, siempre burlándose y haciéndome ver como una persona superficial que no tiene sueños ni metas, usando mis espectáculos para hacer publicidad de su lucha contra las bestias a pesar de que mi obra habla sobre la dualidad en ellas.




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