Capítulo seis.

> por la  m a ñ a n a <

Solo hacía falta un café con crema y galletas recién horneadas para que la mañana de Beomgyu sea perfecta. Todo estaba tranquilo y los pájaros trinaban alegremente en las afueras de la ciudad.

Soltó una carcajada al recordar lo del día anterior. Ver a Heeseung y Hoseok pelear por la decoración del afiche se le hizo un tanto adorable. Y eso le recordaba que, justamente, se había olvidado de algo importante.

Salió de su Instagram para concentrarse en lo importante. Debía asegurarse de que el afiche esté sano y salvo en las manos del castaño. Le mandó un mensaje por el grupo del trabajo.

Lo siento, olvidé preguntar.

09:52 a. m.

¿El afiche se encuentra

bien, Heeseung?

09:52 a. m.

Park Heeseung.

Te preocupas más por el afiche

que por mí. Qué tierno, Choi

10:02 a. m.

Soltó una carcajada. Después de todo era cierto.

Discúlpame, Heeseung!

10:02 a. m.

¿Tú cómo estás?

10:03 a. m.

Park Heeseung.

No te disculpes, era una broma ><

Yo estoy bien, gracias.

10:03 a. m.

En cuanto al afiche… Todo bien,

ya está terminado.

10:04 a. m.

Mandó una foto. Era una selfie donde estaba él con un papel enrollado en forma de tubo y guiñando el ojo.

Me alegra saber eso!

10:06 a. m.

Oye ¿podrías traerlo?

Si no es molestia

10:07 a. m.

Park Heeseung.

Claro ¿qué te parece ahora?

Estoy disponible.

10:08 a. m.

Claro, te espero ><

10:09 a. m.

mensaje leído.

一¿Y Huening? 一se preguntó mientras se alejaba del desayunador para salir en busca del anteriormente mencionado一 Ya tendría que haber terminado…

一¡Terminé! 一espetó el rubio, con una botella llena de un líquido acuoso y de color violeta en su mano. Se había quedado toda la noche preparándolo y ya estaba listo.

一¡Bien! Ponlo en un lugar seguro 一fueron hacia la cocina一. Oye, Heeseung llegará en unos minutos para darme el afiche.

一Oh, no hay problema.

Cada uno siguió haciendo sus cosas.

...

Música electrónica retumbaba por las enormes paredes del edificio. El gimnasio Haneul Baram estaba poblado de gente fuerte y desarrollada. Él apenas tenía diecisiete años, siendo un palo con fideos como brazos y piernas al lado de las demás personas.

Su alarma sonó. “¡Lo hiciste bien por hoy, buen trabajo!”. Paró el caminador y se sentó a descansar, tomando agua y quitándose el sudor de su frente.

Un mensaje apareció en su pantalla. ¿El grupo del trabajo? ¿De nuevo?

Pero Beomgyu estaba hablando con Heeseung, ¿Qué quería de Choi ese tal niño bonito? Entró al mensaje. Bajó en la conversación. Encontró una foto y le hizo zoom.

Maldijo en un susurro.

Ya sabía de dónde lo conocía. El por qué de que se le haga tan familiar.

Agarró sus cosas y salió corriendo del lugar, viendo como todos lo miraban, extrañados.

Así que de ahí era. Claro, ahora todo tenía sentido. Su cabello, su típica sonrisa y esa mirada tan… repugnante. ¿Cómo Choi no se dio cuenta? No podía acercarse a él, debía impedirlo, y tenía que ser ahora.

一¡C-Choi! 一gritaba agitado. Se podía ver como este y Park hablaban en la entrada de la casa, y gracias a Dios que el gimnasio quedaba cerca一 ¡Beomgyu, aquí! 一estaba sudando, oliendo feo a causa de no haberse bañado al salir del gimnasio, y por sobre todas las cosas se sentía inútil, perdido.

¿Por qué de la nada había vuelto a su vida? ¿Qué era lo que buscaba?

一¡Squirrel! ¿Qué te trae por aquí?

Se detuvo en seco. Diablos, ese apodo no, por favor.

Flashback.

“一¡Squirrel! ¡Niño tonto! ¿En verdad creíste que podías escapar?

El niño continuaba pateandolo mientras los demás a su alrededor se reían…

一Déjalo en paz, tú Heeseung y los otros tontos que vienen contigo, o se las verán conmigo.

… Hasta que una voz salvadora entró al lugar. ¿Es un ángel lo que veo? pensó.

一Ah ¿sí? ¿Y qué harás? ¿Tirarte un gas con olor a flores? 一todos reían y se burlaban por el oficio de su madre; vender perfumes.

一Cuando ella y mi padre tengan éxito y sean ricos, volveras a querer ser mi amigo ¿me escuchaste?

一Sí, claro 一su tono irónico resaltaba al hablar一. Vamos chicos, dejemos a este par de bobos 一los niños se alejaron del lugar riendo malévolamente, no sin antes darle una última patada al niño que estaba en el suelo.

El niño se acercó al otro. Parecía menor, era pelinegro y tenía ojos redondos y brillantes.

一Prometo por que me llamo Kang Taehyun que a partir de ahora cuidaré de ti 一dijo embobado mientras lo veía, aún en el suelo.

一No prometas cosas que no podrás cumplir 一dijo tendiendole la mano, mientras lo ayudaba a levantarse一. Eso es algo que mi mami le dice siempre a mi padre.

一Pero ¿cuál es tu nombre, niño?

一Me llamo Choi Beomgyu, pero todos me dicen Beomie. Un gusto, Taehyun 一dijo y le dio la mano nuevamente, esta vez para estrecharlas en un saludo一. Y espero que cumplas tu promesa. Mi mami dice que cada vez que mi padre no lo hace, su corazoncito ¡se le parte!