Cuando por fin callan mis pensamientos
tenía la alegría tangible de una paz quebrantada
Solo es el comienzo de lo inevitable
El pulso se entumece
No hay un porqué
solo el desorden que crece
Ahora de quién es la culpa
Es un incendio lento
los nervios me golpean se apagan en silencio
Mi vista se nubla
el reloj no avanza se pudre en las esquinas
Quién va a reparar el caos
De dónde voy a sacar el orden
Cuando la entropía es la nueva forma
Recorre cada centímetro como un choque eléctrico
El vacío ha llegado se expande mucho más que antes
me quiere consumir
Tanto tiempo buscando entre grietas y polvo
Las miradas se esparcen como la arena
frías y sin valor, a nadie le importa el corazón
No me quiero ir
Todavía tengo por quien luchar
Sobreviviré por que mi último deseo se cumpla
Podré perderlo todo pero que mi corazón nunca se endurezca