Mi estropeado pecho está agotado pero aún respira
Con el fuego de tu fe sigo tu silueta
llévame hasta nuestro hogar
Ahora los recuerdos son cálidos
me encuentro satisfecho
No abruma el silencio solo abunda la paz
Aunque no escuche tu voz, en ti confío con plenitud
Las sombras siguen ahí alargadas y con ojos dorados
Ya no hacen nada
Camino entre ellas con la seguridad de tu luz
Sentí que se aproxima mi última vez
que las esquinas se han borrado del ayer
Ya no hay límites puedo tocar el cielo
Soy libre del miedo
el fuego ha consumido todo