Las ruinas cantan, los pájaros claman y el viento murmura súplicas de amor vacío.
Así como yo suplico... por ti.
Canté al viento para ser escuchado por ti,
hice eco entre el suelo y las paredes
para que me prestaras atención,
pero fue en vano,
como si hablara con la arena del desierto;
seca y sin vida.
¿Es así tu corazón?
¿O es solo mi mente vacía y retorcida
que lo ve de esa manera?
¡Ah, amor!
Las olas del mar golpearon sin piedad,
el sol se ocultó de la vida,
y las piedras se rompieron
contra los golpes silenciosos de la noche,
así como mi corazón falso se rompió
al imaginarte a mi lado.
¿Te gusta así, falso e imaginariamente roto?
¿O prefieres uno real, como tú?
Pero es verdad,
no eres real.
Por eso mi corazón nunca será real,
ni leal a tu falsedad.
¡Ah, amor!
Ven, que quiero verte bajo la tierra,
como a los muertos,
con arena seca sobre ti.
Ven, que quiero beber de tu veneno,
como si fuera mi única salvación.
La redención espera.
Ven con tu falsedad y pruébame,
endúlzame con tus palabras sucias y venenosas.
Ven, intenta engañar mi corazón,
que ya es solo un eco frío y endurecido.