Escribo lo que no puedo decir,
pero, ¿y si las letras pudieran ser escuchadas?
Serían tan ruidosas
como el tráfico de la mañana.
Si el silencio pudiera gritar,
sería tan fuerte
como un trueno en una tormenta.
Escribo lo que no puedo decirte,
porque si lo dijera,
todo se acabaría
y nuestro pequeño gran mundo de arena
se derrumbaría junto a nosotros.
Escribo lo que no puedo expresar,
porque si lo pudieras ver,
sería tan intenso y afectuoso
que no lo soportarías.
Me darías otra de tus respuestas frívolas,
como siempre haces
cuando dejo que veas
un grano de mi gran intensidad reprimida.
Escribo lo que no puedo gritar,
porque si lo hiciera,
te darías cuenta de cuánto me duele tu frialdad
y tu escaso afecto.
Te darías cuenta de cuánto me afecta
cada pequeño gesto despreciativo
que haces sin darte cuenta
cuando dejo caer mis muros
y muestro mi ternura y amor.
Escribo lo que no puedo decirte,
porque si lo hiciera,
sé que tu respuesta
me dolería más
de lo que me duele amar
las espinas y púas
que tienes a tu alrededor.
Y sé que si algún día bajo la guardia
por un poco más de tiempo del que permito,
terminaría en un mar de veneno,
sin opción de huir.
¿Por qué tengo que reprimir este amor
si eres mi pareja?
¿Por qué tengo que medir mis acciones
si me amas?
¿Y por qué no puedo ser yo misma
contigo?