Duré más tiempo amándola
de lo que duré diciendo que era mía.
Un año amándola con intensidad
y cinco meses diciendo que era mía,
mi pareja, mi chica.
Y al final...
solo duramos cinco meses...
Y ella duró 19 días en superarme
y decir que le gusta otra persona,
mientras mis ojos siguen buscándola entre la multitud,
en mis sueños sigue siendo ella la protagonista
y yo su fiel seguidor.
En mi corazón sigue siendo ella la dueña,
pero en mi vida está tan lejos y al mismo tiempo tan cerca,
como algo que alguna vez consideré inalcanzable.
Ahora vuelve a serlo,
pero esta vez sé que no llegaré a tocarla,
a hacerla mía como antes...
Será como una estrella:
brillante,
lejana
y...de alguien más.