Una mente quieta libre como el viento, como es mí pensamiento tan mío, único, puro, aislado en mi silencio divino, sin quejas, sin lamentos.
Solitario siempre fui, recorriendo los caminos de la vida, dando gracias, por todo lo guardado en el corazón que no es poco, cariño, ternura, amor y atención.
Sin olvidar los buenos momentos del pasado, que en mí memoria bien guardados están, a pesar del tiempo siguen vivos.
Derepente la nostalgia aún me trae esa maravillosa página en mi historia, radiante como es el brillo de las estrellas, en la noche más oscura del universo
Complaciente como solamente puede ser la luna, en silencio un deseo yo le pido, que me conceda una hermosa historia de amor.
Yo no escribo rima, ni prosa, mucho menos poesía, por lo tanto poeta no soy, yo escribo sentimientos del corazón.
Escribo vivencias ya olvidadas, y caricias inolvidables, escribo momentos felices compartidos, escribo recuerdos que surgen de la nada, escribo simplemente porque los días nunca son iguales... P.G.G
Editado: 02.03.2022