El silencio de la noche parece tan tangible, tan sutil que me permite pensar sin prisa, se que la vida es muy simple, pero insisto en hacerla complicada, por amores Prohibidos me han pasado tantas cosas, que creo que el destino me tendió una trampa, pues hasta el día de hoy, no he podido olvidarla.
Caí en una prisión mental, extraño sus abrazos y el calor de su cuerpo, extraño los latidos de su corazón y sus besos, extraño sus te amo que me hacían vivir, respirar y suspirar a cada segundo, extraño sus miradas, las que me hacían soltar suspiros, los cuales se entrelazaban con los suyos.
Como no amarte, si hacías que en cada caricia vibrara mi corazón, temblara mi cuerpo, que se erizara mi piel, pues tus caricias desnudaban las mías, la luz de tu alma, iluminaba la mía, y con el calor de tus abrazos, cobijabas los míos, dibujabas tu sonrisa en la mía.
Sentado en el balcón e tomado la decisión de fumar un cigarrillo mientras voy sepultando secretos, escritos de amores Prohibidos, para que me recuerden en un momento futuro, y tal vez un día nos junte la vida, pero hoy tengo el espíritu golpeado, el corazón en pedazos, la mente aturdida y la fe en agonía, sin una leve esperanza... PGG
Editado: 02.03.2022