–¡…y nos casaremos, Ryan! ¡Pediremos permiso a Wattson para que nos deje formar pareja, y tendremos montones de hijos! ¡Nos amaremos hasta la muerte!
–Así será, preciosa…
–¡Y viviremos juntos por siempre! ¿Lo prometes, Ryan?
–Lo prometo Kim.
–¿Me amas? ¿Me amas de verdad?
–Te amo, Kimberly. Te amo como a nadie en el mundo…
Bien, invítenme a otra cerveza y les contaré mi historia.
Eso es… bien fría…
¡Ah, tantos recuerdos…!