Bien. Esa es la historia. Nikky y yo seguimos juntos desde entonces, jamás nos separamos y aunque somos solo los dos, nos consideramos una familia.
Ha pasado mucho desde Landyard, y sé que van a preguntarme por Acadia, pero Nikky y yo retrasamos esa búsqueda con cada día que pasa. Supongo que el yermo es nuestro hogar, y parece que las aglomeraciones humanas son demasiado antipáticas para nosotros.
Deambulamos solos, somos dos sombras libres, y esperamos que así sea por siempre.
Faltan historias, claro que sí; tal vez algún día les cuente de mi reencuentro con Duncan, pero eso será en otra ocasión.
Y gracias por la cerveza, hacía mucho que no las encontraba tan frías.
Nos veremos luego, amigos… y no intenten seguirme: Nikky está cerca, y ustedes ya saben lo letal que puede ser…
Hasta la próxima…