Leyendo crepúsculo

Epílogo: Una ocasión especial

Epílogo: Una ocasión especial leyó Esme con una sonrisa.

Edward me ayudó a entrar en su coche. Prestó especial atención a las tiras de seda que adornaban mí vestido de gasa, las flores que él me acababa de poner en los rizos, cuidadosamente peinados, y la escayola, de tan difícil manejo. Ignoró la mueca de enfado de mis labios.

Edward estaba sonriendo imaginando porque sería.

Se sentó en el asiento del conductor después de que me hubo instalado y recorrió el largo y estrecho camino de salida.

— ¿Cuándo tienes pensado decirme de qué va todo esto? —refunfuñé quejosa; odio las sorpresas de todo corazón, y él lo sabía.

"Ella odia las sorpresas!" Emmett dijo... sorprendido.
"Probablemente odia la atención que traería sobre ella", sonrió Edward.

—Me sorprende que aún no lo hayas adivinado —

"Tiene que ser algo obvio", se rió Emmett. "Ella tiene más dificultades para averiguar lo que es obvio."

me lanzó una sonrisa burlona, y el aliento se me atascó en la garganta. ¿Es que nunca me iba a acostumbrar a un ser tan perfecto?

—Ya te he dicho lo guapo que estás, ¿no? —me aseguré.

“oh genial, mas ego del que ya tiene” dijo Jasper, Emmett asintió estando de acuerdo.

“Envidiosos” rio Edward.

—Sí.

Volvió a sonreír. Hasta ese instante, jamás le había visto vestido de negro, y el contraste con la piel pálida convertía su belleza en algo totalmente irreal. No había mucho que pudiera ocultar, me ponía nerviosa incluso el hecho de que llevara un traje de etiqueta...

"Oh, estas usando un traje?" Alice sonrió con complicidad. "Apuesto a que la llevas al baile".
"Oh, a ella le encantará" Emmett estalló en risas imaginando su cara cuando lo entienda.

... Aunque no tanto como mi propio vestido, o los zapatos. En realidad, un solo zapato, porque aún tenía escayolado y protegido el otro pie. Sin duda, el tacón fino, sujeto al pie sólo por unos lazos de satén, no iba a ayudarme mucho cuando intentara cojear por ahí.

—No voy a volver más a tu casa si Alice y Esme siguen tratándome como a una Barbie, como a una cobaya cada vez que venga —rezongué.

"Ahh," suspiró Alice, ella estaba imaginado toda la alegría que tenia arreglando a Bella. Ella y Rosalie eran hermosas por ser vampiros asi que no se necesitaba mucho por lo tanto no era divertido, pero con Bella tenia asegurada horas y horas de preparación, no es que Bella no fuera bella, pero los humanos son diferentes a los vampiros, así que ella se encargaría de que Bella estuviera realmente hermosa en ese baile.

Estaba segura de que no podía salir nada bueno de nuestras indumentarias formales. A menos que..., pero me asustaba expresar en palabras mis suposiciones, incluso pensarlas.
"No me gusta el sonido de eso", suspiró Edward.

“Algún día van a tener que hablarlo “dijo Jasper.

Me distrajo entonces el timbre de un teléfono. Edward sacó el móvil del bolsillo interior de la chaqueta y rápidamente miró el número de la llamada entrante antes de contestar.

—Hola, Charlie —contestó con prevención.

“Seguro tu suegro llama para decirte que se arrepintió y retira su permiso de llevarla al baile” dijo Emmett riendo.

Edward solo rodo a los ojos a su hermano, él siempre hallaba la manera de reírse a su costa.

— ¿Charlie? —pregunté con pánico.

La experiencia vivida hacía ahora ya más de dos meses había tenido sus consecuencias. Una de ellas era que me había vuelto hipersensible en mi relación con la gente que amaba. Había intercambiado los roles naturales de madre e hija con Renée,

“Esa es una buena consecuencia, nunca sabes cuándo podría ser tarde” dijo Esme

al menos en lo que se refería a mantener contacto con ella. Si no podía hacerlo a diario a través del correo electrónico y, aunque sabía que era innecesario pues ahora era muy feliz en Jacksonville, no descansaba hasta llamarla y hablar con ella.

Y todos los días, cuando Charlie se iba a trabajar, le decía adiós con más ansiedad de la necesaria.

Sin embargo, la cautela de la voz de Edward era harina de otro costal. Charlie se había puesto algo difícil desde que regresé a Forks.

"Era de esperar," suspiró Edward.
"Él realmente no sabe lo que paso" dijo Esme como siempre tratando de aplacar a su hijo.
Mi padre había adoptado dos posturas muy definidas respecto a mi mala experiencia. En lo que se refería a Carlisle, sentía un agradecimiento que rayaba en la adoración.

“Es bueno saber que tendré una buena relación con mi consuegro” dijo Carlisle mientras todos reian.

Por otro lado, se obstinaba en responsabilizar a Edward como principal culpable porque yo no me hubiera ido de casa de no ser por él. Y Edward estaba lejos de contradecirle.

“Edward” dijo Esme pero él solo negó con la cabeza.

Durante los siguientes días fueran apareciendo reglas antes inexistentes, como toques de queda... y horarios de visita.

“Eso esta bien” dijo Emmett seriamente.

“Si después del primer beso ya dormían juntos en su primer día de novios, no quiero imaginar  que harán con meses de relación” dijo Jasper también serio.

“Alguien debe controlarte Eddy” dijo Emmett que estaba perdiendo la compostura y quería reírse de la situación de ser hermanos mayores.

“Les recuerdo que los toques de queda y horarios de visita no impedirían entrar a su habitación sin que Charlie se de cuenta” dijo Edward calmadamente tratando de ganar la “discusión” que tenia con sus hermanos.

“Veeeeeeeeeeeeees” le dijo Jasper “hablas de colarte en su habitación por las noches como si nada” termino riéndose.



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En el texto hay: amor, miserio

Editado: 28.08.2023

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