Dos días después:
Anastasia**
Los dos días han culminado. Después de regresar de la casa de Alex no volví a ver a Stefan, Sara me había informado que se había marchado después de que yo lo hiciera. A mis hijos tampoco los he visto en estos días, me levantaba tan temprano para ir a la oficina y regresaba tan noche que cuando llegaba a casa ellos ya estaban descasando, Stefan por su parte se la pasaba ignorándome cuando coincidíamos en algún lugar de la casa.
Acomodo los equipajes que llevare, guardo unas cuantas fotos de mis hijos y la de Stefan y yo cuando nos casamos. Listo todo, tomo mi bolsa, mi abrigo y bajo las escaleras. Antes de irme tengo que despedirme, nadie sabe a dónde iré, excepto Ale, Sara y Cristal. En la oficina me dieron una emotiva despedida deseándome éxitos en mi nuevo proyecto, se los agradecí y me despedí de ellos.
Llego al comedor donde están desayunando todos, Lis con el celular en mano, Stefan y Lían dialogando. Todo se vuelve un silencio cuando me ven llegar y tomar asiento, Sara deja mi desayuno y le agradezco con una sonrisa, tiene los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, ella me suplico que la llevara, hubiera deseado hacerlo, pero le dije que tendría que quedarse para cuidar de mis hijos, aún no queriendo acepto porque según ella me lo debía.
Empiezo a comer mi desayuno sin ver al los presentes, cuando termino comienzo con mi postre.
--- Espero que no se olvide de mi postre, señora--- expresa Sara dejando una tarta de cerezas, mi favorito.
--- Eso jamàs--- ella sonríe y se retira. De reojo veo a Lis observándome, aparta la mirada cuando la veo.
No se cómo empezar a despedirme, siento todas las palabras atragantarme, doy un largo suspiro y empiezo:
--- He vivido días tan amargos, días de soledad y días de tristeza he trado de todo para poder formar parte de ustedes, he querido acercarme a mi hija--- la observo y la sonrió--- . Pero ella prefiere el cariño de otros excepto el mío.
--- Mamá yo...--- la detengo con la mano para que no siga.
--- He querido acercarme a mi hijo--- luego lo veo a el---. De la misma forma desea el apoyo de otros que el de su madre. ¿Y saben que?, al principio no lo entendía, siempre me preguntaba, ¿qué estoy haciendo mal?, ¿en qué me equivoque? pero ahora creo que si tengo la respuesta, ustedes solo desean estar con las personas que para ustedes son importantes y, lo entiendo, por ese motivo decido irme--- dicen que para que no te vean sufrir, es mejor mostrar una sonrisa aunque por dentro te estés muriendo, eso hago ahora. Sonrio para no mostrar dolor.
--- Quise seguir luchando contra la corriente, pero ante una marea tan grande no puedes enfrentarte, por eso dejo que me arrastre y me lleve lejos de ustedes. Así que, querida familia, los amo con todo mi corazón, pero hasta el amor tiene un límite. Ustedes son lo más hermoso que pude tener en mi vida, pero también los que más me han dañado--- veo las lágrimas de mi hija deslizarse y quisiera limpiárselas como solía hacerlo de pequeña, aunque me doy cuenta que eso ya no me corresponde a mí.
--- Los amo--- me pongo de pie--- . Cuando hay amor y ese amor no suele corresponderse, es mejor dejarlo ir--- camino a un lado de la mesa yendo al lugar de mi hija. Ella no me ve, solo llora limpiándose las lágrimas con furia.
--- Se libre mi amor--- le digo posando mis labios en su cabeza---. Pero no vueles tan alto que el impacto puede ser muy fuerte.
Luego camino al lugar de mi hijo, el si me observa reflejando nada en sus ojos, simplemente soledad.
--- No olvides que el mundo debe conocerte, deben saber quién eres y no lo que aparentas ser--- hago lo mismo con el---. Porque cuando vas a querer que el mundo te conozca, a ellos ya no les interesará.
Me aparto yendo al lado del hombre que amo, lo veo y sus ojos me reflejan súplica, una súplica que no haré el mayor caso.
--- Se feliz y hazlos feliz--- digo posando mis labios sobre los suyos, aquellos labios que me apasionaba besar y que ya no podré hacerlo. Las maletas ya están en el coche, camino hacia la puerta y no se porque me surge la esperanza de que me detendrán, pero se que eso no pasara.
Llego hacia la puerta y mis empleados me esperan ahí.
--- Que tenga un buen viaje señora--- todos se despiden de mí, Sara se acerca a darme un último abrazo, le pido que cuide mucho de mis hijos, acepta y me subo al coche.
El camino al aeropuerto lo hago en silencio, así como llegue aquí así me iré, sola, sola y con una nostalgia enorme.
Llegamos al aeropuerto, bajo del coche, me despido de mi chofer y camino al interior del aeropuerto, desde lejos visualizo a mis amigos. Camino hacia ellos y verlos me destroza el alma.
--- Supongo que aquí es donde nos decimos adiós--- habla mi amiga con las lágrimas derramadas. Ella se acerca sin previo aviso y me estrecha entre sus brazos---. Te extrañare muchísimo--- musita---. Te quiero y cuídate mucho--- habla en medio del abrazo. No contengo las lágrimas y empiezo a derramarlas.
--- Tu también cuídate mucho--- le digo limpiamdo las lágrimas de su rostro---. Te quiero, nunca lo olvides--- ella asiente. Veo a mi amigo que esta igual que Cristal.
--- Ve y se feliz--- me dice acercándose más, me toma entre sus brazos refugiándome en ellos---. Te quiero--- dice acariciando mi cabello, luego nos separamos en una distancia tan corta uniendo nuestras frentes. Toma mi mano y lo posa por el área de su corazón--- ¿escuchas esto?--- pregunta sintiendo los latidos frenéticos de su corazón. Asiento---. Son los latidos de un corazón destrozado.
Quedo sintiendo sus latidos por un breve segundo. Tomo de igual manera su mano y lo llevo a mi corazón.
--- ¿Y escuchas esto?--- le pregunto a él, mientras el asiente con la cabeza---. Son los latidos de un corazón formándose, un corazón que dejara de sufrir y buscara la felicidad--- el sonríe--- y por favor, deja de herir corazones--- el sabe a que me refiero.