Libertad

Capitulo 5: *Vete al demonio

Lían¨

Dejo a Sophia en su casa y conduzco a la mía, me siento mal por dejar a mi hermana sola y en ese estado, pero necesitaba salir de ahí o terminaría tirándome del balcón. Por eso aproveche la invitación de Sophia y  fui a esa fiesta que más bien arecía un asilo de ancianos. Aunque creo que los asilos de ancianos son más divertido que esa fiesta.

Llego a casa y las luces están apagadas, son a las 3 de la madrugada, el cielo aún está sumamente oscuro. Apago el coche y entro por la puerta del garage. Camino en silencio para no despertarla. Antes de entrar a mi habitación voy a la de ella. Abro la puerta con cuidado, mi sorpresa es verla sentada en el balcón con una menta que la cubre.

¿A caso no ha dormido?

Entro sin aviso y, ella se acomoda algo incomoda. Me vio llegar pero no sabe con quién estuve, eso me llena de alivio.

── ¿No has dormido? ── pregunto llegando a su lado, pero sin mirarla. Ella no contesta y sigue viendo a la nada.

── ¿Li? ── llamo y no responde.

── Ve a dormir, pronto amanecera ── ya no pregunto, solo demando. Ella sigue sin hacerme caso, eso me enoja porque se está comportando como una chiquilla berrrinchuda solo porque la deje por un momento sola.

── Liss, te digo que vayas a dormir ── vuelvo a demandar y vuelve a ignorarme. Quiero tocarla pero me lo impide.

── Y tú no has notado que no quiero que me hables, es más, ¿Qué haces aquí? ── pregunta arrugando el entrecejo, es clarísimo que está enojada ──. Vete Lían, quiero estar sola.

Vuelve su mirada al frente limpiándose una lágrima. No me voy y la enfrento.

── ¿Estas así solo porque te deje sola? ── pregunto en un tono exagerado ──. Por favor Li, estas armando una tormenta en un vaso de agua.

A ella no le gusto lo que dije y se levanta haciendo volar la manta que la envolvía. Se acerca a mí y me empuja, su fuerza es mínima que no me hace ni un leve movimiento.

── ¡SI! ── grita ──. Estoy así porque me dejaste sola, me dejaste con este maldito sentimiento. ¡ME AVANDONASTE! ── vuelve a gritar y se rompe en llanto. No me acerco porque ya no quiero cargar con dos pesos, el peso de ella no tiene porque cargarlo yo, ella se equivocó y es ella la que tiene que remediarlo.

── ¡No te pido disculpa porque no es mi responsabilidad cuidarte cada vez que estés mal! ── le grito la verdad. Ella parpadea varias veces sorprendida, ve el piso y regresa su mirada hacia mí.

── ¡CLARO QUE LA TIENES!── vuelve a gritar caminando de un lado a otro. A estas alturas me preocupan los vecinos.

── ¡NO! ── no sé si gritar haga que deje de gritar ──. No la tengo.

── ¿PERO ERES MI HERMANO? ── pregunta casi colapsando. Acción que me enfurece, no por sus gritos, sino por creer que tengo la responsabilidad de mis padres. Soy un chico de 19 años, no un anciano que debe cuidar a su hermana menor.

── Si, pero no tengo porque cuidarte a cada nada. Estoy cansado y harto. Tú te equivocaste causando todo este conflicto, tú tienes que remediarlo. Tu tienes que soportar lo que ocasionarte, es tu culpa, joder, no la mí... ── me callo al darme cuenta de lo que estoy diciendo. Mi hermana solo me ve con la cara destrozada, le ha dolido lo que le he dicho, ¿a quien no?

── ¿Liss? ── trato de acercarme pero ella retrocede.

── No estaba enojada porque me dejaste sola ── dice limpiado sus lágrimas, sus palabras me confunden ──. Estoy así porque te fuiste con la renacuajo esa, sabiendo que la odio, que nos odiamos.

¡Mierda! Yo que creía que nunca se iba a enterar.

── Li, yo-o no... ── balbuceo y no sigo porque me interrumpe.

── Perdona, no quería ser una carga para ti, sé que me equivoque y no sabes lo arrepentida que estoy, todo estaría bien si no me hubiera peleado con mamá ── se acerca a su cama y se acomoda en el cubriéndose por completo. Quisiera darme unos golpes por idiota, como pude decirle eso, ella no tiene la culpa, de hecho todos tenemos la culpa porque de una u otra manera dañamos a mamá.

── Liss, por favor ── pido acercándome a ella.

── Solo vete, Lían ── articula tratando de ocultar su estado. No la quiero cagar más y salgo para que por lo menos duerma un poco.

Estaba enojado, estaba enojado..

Me repito una y otra vez. No duermo nada, veo como el sol brillar a todo fervor. Tomo tiempo antes de bajar a comer algo.

Al final decido hacerlo, mientras entro a la cocina veo a Sara preparando algo.

── Buen día, Sara ── saludo a la señora que se ha responsabilizado  a cuidarnos. Tomo asiento.

── Buen día joven ── responde ofreciéndome un vaso de leche, le agradezco empezando a beber.

── ¿Mi hermana ya ha bajado? ── pregunto.

── Si ── responde y la veo para que continúe ──. Salió a correr, según ella para aclarar su mente.

Le sonrió y ella sigue cocinando. Luego pregunto por papá.

── Supongo que ya ha llegado. Cuando Liss estuvo a punto de irse escuche que grito "no quiero hablar contigo" y si usted está aquí preguntando por su hermana, es claro que a la persona que le grito así es a su padre ── empieza a sacar sus conclusiones diciendo que si ha llegado.

No sé cuánto tiempo llevo sentado comiendo, pero Li entra a la cocina tomando una botella de agua. Le sonríe a Sara mientras a mí solo me ignora.

── ¿Le sirvo su desayuno señorita? ── Le pregunta Sara.

── Si, pero antes iré a darme un baño ── no dice más y se va a darse un baño.

Se tarda lo necesario mientras yo solo juego con mi comida para dar tiempo. Por fin baja, se acomoda y Sara le sirve la comida. Empieza a comer y la observo.

Como rayos fue que le dije todas esas cosas.

── Te golpeare si sigues viéndome ── reclama y me hace reír.

── Lo siento ── me disculpo por lo que le dije hace unas horas.

── Solo dijiste lo que sentías ── dice sin importancia.




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