Anastasia
---- ¿Qué te pasa?---- pregunta Chris. Lo veo con una sonrisa tratando de ocultar mi estabilidad emocional que vengo sintiendo estos últimos días.
---- ¿Por qué crees que me pasa algo?---- le respondo con otra pregunta. Él se levante de su asiento y se acerca a mí.
---- ¿Por qué conozco esa mirada de angustia, de impaciencia y de tristeza---- termina tomándome de la mano mientras que con su pulgar acaricia el dorso de la misma----. Ahora, ¿me dirás que te pasa?---- vuelve a preguntar. No me sorprende que descifra mis emociones, considerando el tiempo que llevamos juntos, no son muchos, pero me ha conocido y estudiado mis gestos y emociones.
---- He tenido mucha angustia estos últimos días, los recuerdos de ellos me están atacando cada vez más y no sé por qué razón si sé que están bien---- digo mientras que lagrimas brotan por mis mejillas. Él las limpia mientras me acaricia suavemente.
---- ¡Ten!---- me extiende su teléfono. Lo veo confundida----. Llámalos que deseas escucharlos. Eso es lo que necesitas Ana, volver a escuchar a tus hijos---- me dice con una sonrisa tranquila, parpadeo recordando el regalo que obtuve al venir a España, y él es uno de esos regalos, porque ha estado para mí en todo momento. Me ha apoyado e impulsado, me ha escuchado y estado conmigo en los días que sentí morir al haber dejado a mi familia. Tomo el teléfono y con duda en mi mirada marco el número de la que fue mi casa. Él se levanta tratando de dejarme a solas, me da un beso en la frente y se marcha serrando la puerta. Veo de nuevo el número marcado, la duda surge y con el nerviosismo doy clic, el sonido de la llamada se escucha. Mis manos sudan como si fuera la primera vez que estaría llamando. Considerando que me he mantenido informada de mis hijos, pero siempre ha sido gracias a la información de Sara, que me ha contado que todo ha estado marchando bien con ellos. El tono de la llamada deja de escucharse y la vos del hombre que fue mi esposo se escucha.
---- ¿Hola?---- dice y el nerviosismo en mi cuerpo no me permite hablar----, no estoy para bromas y hablen de una vez---- regaña. No quiero hablar con él, no quiero que me reconozca. En segundos cuelgo la llamada. Los recuerdos son los que se hacen presentes haciendo que sufra con ellos. La puerta se escucha abrirse, veo entrar a Chris. Sin decir nada se sienta a mi lado abrazándome al instante.
---- ¿Los escuchaste?---- pregunta después de permitirme llorar entre sus brazos. Con la cabeza niego porque no quiero hablar, siento que si hablo diré todo lo que en estos momentos estoy sintiendo.
---- Stefan contesto---- digo y él se separa de mí.
---- ¿Hablaste con él?---- me pregunta con duda.
---- No pude---- digo la verdad. Él no dice nada, solo se queda cayado absorto en sus pensamientos.
---- Puedo deducir lo que estás pensando---- expreso. El me ve con esos ojos esmeraldas.
---- No deduzcas nada mi pequeña ladrona. Se lo que él fue en tu vida y lo respeto. Lo hice desde el principio y lo seguiré haciendo---- escucharlo hablar de esa manera me destruye el alma, porque él no se merece la duda que estoy sintiendo. No voy a negar que el escuchar a Stefan me hizo sentir un leve cosquilleo y nerviosismo, como si fuera la primera vez que hable con él, cuando en realidad no hablamos nada.
Chis me lleva a casa, luego de insistir que no lo hiciera. Como siempre no me escucho diciendo que no estoy en la mejor condición para manejar.
---- ¿Quieres pasar?---- le pregunto al llegar a casa. Observando al frente deja expulsar el aire de sus pulmones.
---- Después, tengo que volver al bar---- me responde. No insisto y bajo del coche, le doy un casco beso en los labios. Él me sostiene de la cara detallando mi mirada.
---- Nada cambiara, ¿cierto?---- lo que dice me congela el cuerpo. Trato de responder cuando él se acerca sin aviso alguno y estampa sus labio con los míos, nos besamos con tanta necedad, luego de ese beso nos quedamos cayados.
---- Fue una pregunta idiota. Tus decisiones siempre serán aceptadas, ahora vete a dormir tranquila, pequeña.
Me dice, no respondo y bajando del auto. Me sonríe por última vez y lo veo marcharse. Por qué ahora, por qué después de dos largos años tiene que revivir estos sentimientos cuando ya todo lo consideraba olvidado y enterrado. Por qué ahora que me ha estado hiendo tan bien.
Entro a mi casa, ya las luces están apagadas y el silencio reinando. Voy a la cocina por un vaso de agua. Al llegar doy un brinco del susto cuando veo a Clara sentada en el taburete de la cocina.
---- Me asustaste---- le digo entrando como un papel. Ella se ríe.
---- Disculpa---- dice. La veo y se nota que no está bien.
---- ¿Paso algo?---- le pregunto con preocupación. Ella no responde, se queda callada dando un fuerte suspiro. Se humedece los labios y responde.
---- Lo de siempre---- dice con tristeza.
---- Sabes que la que tiene la solución eres tu---- digo lo que siempre le he dicho.
---- Lo sé Anastasia, pero no todos somos tan fuertes como tu---- ella sabe mi historia, por eso el decir que soy fuerte por el simple hecho de dejar y alejarme de las personas que me hacían daño.
---- Todos somos fuertes Clara, solo es cuestión de tener voluntad propia y poder dejar lo que nos daña.
---- Entonces yo no tengo voluntad---- dice en son de broma mal hecha.
---- Si la tienes, solo que te falta confiar en ti misma para dejarlo, porque crees que si lo dejas quedaras sola, y sabes perfectamente que el que sufrirá será él, a ti te costara adaptarte, pero al final sentirás un alivio y podrás respirar tranquilidad---- digo tomando un vaso con agua. Me acerco a ella abrazándola por detrás.
---- Eres maravillosa Clara, no dejes que el acabe contigo---- le doy un beso en la cabeza y salgo de la cocina.
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Siento como si una gran roca esta sobre mi cabeza, aparte de que me duele siento que me pesa. No dormí nada anoche, mis pensamientos acabaron con mi sueño que no me permitió dormir, así que considere revisar algunos papeles y casos que tengo pendiente. Mientras reviso las noticias en el teléfono me percato de algo que me deja con el corazón vuelta trizas.