Narrador omnisciente
No cabe duda que la vida de los Cooper cada vez es más complicada. Nadie se imaginó que todo esto terminaría de esta manera, lo que empezó con ser libre término siendo una burbuja de problemas y dolor.
Esa misma situación que le hizo a Anastasia alejarse de todos. Ella si encontró paz en su vida, por dos largos años estaba viviendo lo que tanto deseaba, y eso era recibir el amor de parte de todos los que ella amaba. Puedo encontrar la alegría y pudo desaparecer la tristeza; sabemos que cuando vives con un pasado que te lastimo, comunmente ese pasado vuelve a regresar sin que tú se lo permitieras. Anastasia seguía con dudas en la cabeza, porque sabía que si se iba con sus hijos dejaba a muchas personas atrás, no obstante, los dañaría, en especial a una persona, esa que fue su amigo, su apoyo y algo más que eso. Se sentía presionada por lo que podía pasar desde hoy en adelante, temía llegar a su casa y encontrar a sus hijos con su mayor secreto. Temía a que la juzgaran y sintiera el mayor desprecio de parte de ellos.
Antes de que bajara del coche lo dudo por un largo tiempo, no sabía cómo empezar a explicar lo que pasaba en realidad. Pero como siempre ha sido una mujer valiente, tomo un largo suspiro y bajo del coche. Al abrir la puerta no le sorprendió el grito de su pequeña hija, sabía que eso era lo primero que escucharía, luego ella le conto los amigos que había hecho, ella entre dudas y nerviosismo oculto le dijo que eran más que unos amigo, la niña no comprendió y solo sonrió.
Al llegar a la sala con la niña en brazos se encuentra con la mirada de sus dos hijos mayores, ellos estaban callados y muy dolidos, sus mentes estaban tratando de procesar lo que se acababan de enterar. Liss estaba que reventaba con el primer insulto que le ocurría, pero se lo trago con dificultad porque no quería herir a su madre, mucho menos a la pequeña que ella cargaba.
Anastasia bajo a su hija al piso y le pidió que fuera su habitación, ella como la niña obediente que siempre ha sido obedeció a su madre y se marchó. Anastasia dejo sus cosas en la mesita de su sala y se sentó. La mirada penetrante de sus hijos seguía en ella.
---- Si lo que esperan es una explicación---- hablo Anastasia con dureza----, no se limiten a esperar que no se los voy a dar.
Liss y Lían entre abren la boca queriendo decir algo, él solo sigue sentado y Liss hace lo mismo.
---- Mañana a primera hora nos iremos---- Lían le informa a su madre, su voz es neutra, de ella no se descifra ninguna emoción, simplemente palabras. Anastasia asiente y se pone de pie.
---- Ximena les dirá cuáles son sus habitaciones---- les dice su madre.
---- No nos quedaremos aquí, nuestras cosas están en nuestro hotel---- es Liss la que con voz molesta se levanta con negatividad a lo que su madre a dicho.
---- De eso no se preocupen, Ryan ya se encargó---- no dice más que solo eso y se marcha hacia las escaleras.
Liss se vuelve a sentar con las lágrimas derramadas, es molesto considerando que para ella llorar se ha vuelto perturbador, no ha dejado de hacerlo desde la última vez que vio a su madre. Ella no lo ha dicho, pero el día en que su madre se fue ella se encerró en su habitación por dos días sin salir, lamentándose y culpándose por lo que había pasado y que por su culpa su madre los dejo. Ese dos días fueron los primero de muchos que se avecinaron. Por su parte, Lían estaba estético en su lugar, con la mente en blanco y con solo una pregunta rondándole: ¿Quién era el padre de esa chiquilla?
Nadie sabía, bueno si, habían dos personas en el mundo que sabían quién era el padre de Luz, Chris y Anastasia.
La empleada llego avisándoles cual era sus habitaciones. Ellos no siguieron con la negativa de irse y siguieron a la empleada. Los hermanos se despidieron y cada uno se adentró a su habitación. A Lían, le seguía esa pregunta; a Liss, le consumía la tristeza; a Anastasia, le mataba el nerviosismo y a Luz, la alegría no se le apagaba. Esa niña era como la mancha blanca en la oscuridad de esa casa, era lo que reflejaba su nombre, Luz.
Al día siguiente los hermanos le levantaron muy temprano. Acomodaron sus cosas para marcharse. Liss visito la habitación de su hermano.
---- ¿Pudiste dormir bien?---- le pregunta ella a él.
---- No---- le responde con la misma seriedad de anoche.
---- Supongo que la misma pregunta no te dejo dormir---- no estaba equivocada, a los hermanos le daba vueltas la misma pregunta, esa pregunta que solo su madre sabia la respuesta pero que no quería decirla, mucho menos a ellos.
---- Solo quiero irme---- le dice su hermano agobiado.
---- Sí, yo también, pero no te remueve el querer saber quién es el padre de esa niña---- no, Lían no quería, se moría por saberla, pero sentía que no estaba preparado para saberla, se sentía muy agotado como para soportar lo que conllevaba saber la verdad. Entonces deja lo que estaba haciendo y ve a su hermana. Se acerca a ella, la toma de la mano haciendo que ella se siente en la cama.
---- Tanto tú como yo queremos saber quién es el padre de esa niña, pero tenemos que estar preparados psicológicamente para sobrellavar la respuesta. Con lo de no ilusionarte al ver a mamá te equivocaste, a pesar de que te lo advertí te creíste expectativas con pensar que mamá diría que se iría con nosotros, y que con su presencia impediría la boda de papá, no paso eso Liss. Por eso te digo que antes de saber la verdad debemos de estar conscientes de querer saberla y no sufrir el proceso---- su hermana se queda cabizbaja, con la mente hecha relajo y el corazón marchitado. En el fondo le daba la razón a su hermano, en el fondo aceptaba lo que él decía. Pero ella quería saberlo no importando las consecuencias, y a eso se iba a disponer en estas últimas horas que estaría con su madre.
Bajan a desayunar, en la mesa esta su madre compartiéndole comida en la boca de la pequeña Luz. Ella sonríe como siempre lo ha hecho. Liss y Lían con timidez se asoman y se sientan, Ximena les sirve la comida y empiezan a disgustar de ella. Esta escena es casi similar como la de hace dos años, en donde empezó la tormenta formarse. La niña ríe por la forma en la que su madre le da la comida, el corazón de Liss se entristece al ver a su madre de lo más feliz con su hija, quiere odiar a la pequeña, pero no puede, simplemente no puede despreciar a una niña como Luz.