Liss
Que porquería de realidad. Enserio que hubiera dado lo que fuera para que el papá de Luz fuera el tipo de la oficina, pero no, no se trata de él sino del dueño del bar.
No entiendo cómo diablos pudo mamá enredarse con ese tipo, ni siquiera es un poco comparado con papá, su apariencia me grita de todo. Enserio que no deseo juzgarlo pero no soporto aceptar que este tipo sea el papá de Luz.
Él nos saluda como si no estuviéramos en la situación más cómoda de la vida, pero se queda con el saludo en la boca porque ni Lían ni mucho menos yo respondemos a él. La pequeña Luz se queda parada con una sonrisa en los labios, todos tenemos caras de funeral a excepción de ella.
Ahora entiendo cómo es que él sabe tanto de mamá, las preguntas que me surgieron cuando lo vimos y su interés al saber lo que hacíamos aquí encuentran respuestas.
---- Ya es hora de irnos---- dice dándose media vuelta y tomando una postura fría. Pasa al lado de mamá, ella lo ve con una media sonrisa, él le dice que las espera afuera. Ruedo los ojos al notar como la mira. No voy a dudar ni a negar que él la quiere, me cuesta decirlo pero si puedo afirmar lo que digo por como lo escuche hablar con mamá anoche y por cómo la ve ahora.
---- ¿Vendrán con nosotros?---- la vocecita de Luz hace que la mirada la pose sobre ella. Lían es el que se encarga de contestar.
---- No---- responde mi hermano hincándose hasta su altura, de inmediato los ojitos de la niña se ponen brillosos al escuchar la respuesta----, pero volveremos y haremos muchas cosas divertidas---- luego de escuchar la pequeña Luz vuelve a la alegría de antes mostrando con una gran sonrisa sus pequeños dientecitos.
Ella se vuelve para con mamá, Luz abreza sus piernas tal como lo hizo con su padre. Mamá nos observa por unos segundos.
---- Está todo listo, no se preocupen por pagar sus boletos---- nos dice.
Lían carraspea la garganta y se acerca a mamá.
---- Gracias por todo, mamá---- mamá no dice nada----. Algún día vendré a visitarte.
No pluraliza, eso me da a entender que cuando lleguemos a casa el buscara su camino, no se cual sean sus planes, pero yo no estoy en ellos.
---- Esperare ese día, mi amor---- le dice mamá con la voz temblorosa. Lían se acerca y la estrecha entre sus brazos, le susurras cosas que no alcanzo a escuchar, mamá se ríe y se separan. Es mi turno de acercarme, no sé qué decir. Este momento se me hace tan nostálgico que no quiero que pase. Solo quiero irme sin siquiera decirle a adiós a mi madre. Mi fiel intensión es solo llorar, no quiero irme, no quiero volver a dejarla, no quiero despedirme. Estos momentos no se lo deseo a nadie. Quiero llorar como cuando tenía cinco años y el consuelo en mi cama era mamá acariciando mi cabello y diciendo que todo está bien. Ella se acerca y me abraza, me abraza tan fuerte que me refugio entre sus brazos como si fuera el escudo a todos mis miedos.
---- Pronto estaremos juntas, mi amor---- dice en susurros acortado por sus llantos. Quiero decirle que se regrese conmigo, que volvamos hacer la familia de siempre. Aquella familia no de dieciocho años, sino la familia de cinco, cuando veíamos televisión en la sala y un tazón de palomitas y helado. La vista la tengo nublada pero aun así veo el rostro angelical de Luz es ahí donde sé que eso no puede ser, que no puedo pedirle eso sabiendo que ella ya no está sola, sabiendo que en la vida de mi madre ya no está solo ella, ahora habita una pequeña con sonrisa inmensa.
---- Perdoname por venir aquí a pedirte algo estúpido---- le digo cuando nos separamos.
---- Entiendo mi amor, pero ya no es cuestión mía. Hablen con su padre y díganle la verdad y si aun así él quiere seguir con sus planes ya es su problema---- aconseja. Ya es la última opción, mamá tiene razón, diremos lo que sabemos y si el quieres casarse aun con la verdad descubierta será su problema.
---- Gracias por todo, mamá---- digo dándole un último abrazo.
---- Gracias por venir hasta aquí mi pequeña.
Toma la mano de Luz y se da media vuelta.
---- ¡Adiós doble Liiii!---- grita la pequeña agitando su mano.
Las seguimos hasta la salida, la camioneta del hombre esta aun costado, los guardaespaldas que lo seguían ayer no los lleva hoy. Él le abre la puerta trasera a Luz, luego hace lo mismo con la puerta de adelante para mamá. Mamá nos ve y se despide con una mano, hacemos lo mismo. El tipo cierra la puerta del auto y su mirada se dirige a la mía.
Con la comisura de labio levantado y un asentamiento de cabeza se despide de mí en específico, después de todo no se ve un mal hombre. Las palabras anti cortadas de Luz se me vienen a la mente ≪ Se ve un poco malo, pero él es muy bueno. Nos quiere mucho, a mi mami le compra regalos muy bonitos y a mí me compra muñecas≫.
Entones me despido de él de la misma manera. Lo veo subirse al coche, no se parece en lo absoluto a papá, aunque sonrió porque sin duda mamá tiene buen gusto con los hombres.
---- ¡Adiósss!---- Luz si despide a gritos. Me hace reír lo pequeña y ocurrente que es mi media hermana.
******
El vuelo de regreso a casa fue perturbador, mi mente no me dejaba tranquila y mi sueño jugaba en contra mía al darme pesadillas a cada segundo que decidía cerrar los ojos. El miedo me recorre el cuerpo, ese miedo de sentirte sola, sin nadie en el mundo y que temas a equivocarte en el camino.
Esta vida no fue una elección para mí, más bien fue la que yo misma me busque. Muchos decidimos qué camino tomar, otros el mismo destino los lleva al suyo. Yo me equivoque y tome el camino equivocado, perdí una mamá, perdí un papá, y ahora perderé un hermano. Sé que con mamá hay pasibilidades de empezar, pero no es lo correcto sabiendo que yo soy su mayor sufrimiento, no es correcto que valla a interpretar un papel como hija solo porque no tengo o más bien no sé cómo continuar sola. Luz necesita de una familia estable, no una hermana que llega a su vida con problemas emocionales, con ansiedad y con muchos mostros acorralándola.