Chris
Cuatro días atrás:
La despedida de Anastasia con sus hijas la dejo despistada, con la mente perdida en sus pensamientos. Quise preguntarle qué era lo que le afectaba a parte de sus hijos, pero decidí que ella me lo digiera.
Entiendo que no soy del agrado de los hermanos Cooper, que no puedo ni ser un amigo para ellos y sinceramente no me afecta, aunque me causa inquietud el saber el efecto que ellos causan en ella; ese mismo puede repercutir en que Ana me aleje de su lado. Mi pequeña Luz no será el motivo de nuestra unión, sabiendo que ella no es mi hija. Lo que hubiera deseado para que esa pequeña de risas imparables fuera mi hija. Lo desee tanto que resulto ser lo contrario.
---- Papi mira, ese niño me regalo esta pelota---- mi pequeña terremoto me muestra la pequeña pelota que el niño de ojos claros le ha dado.
---- ¿Estas segura que te lo ha regalado?---- le pregunto entrecerrando los ojos. Ella ríe traviesa al ser descubierta.
---- Muy bien pequeña ratilla, ve que el pequeño quiere devuelta su pelota---- muestra una risilla encantadora y se va corriendo hacia el niño. Al parecer se hizo amigo de él que se queda a jugar.
Me quedo observándola desde lo lejos, contemplando lo tierna que es, ver como juguetea con su pequeña coleta, el cómo sus mejillas se ruborizan cuando ríe, las pequeñas carcajadas que suelta al ver cualquier tontería del niño. Sé que no es mi hija, pero siempre lo he considerado como mía, como mi terremoto que ha venido a cambiar mi vida.
---- Es muy feliz---- la voz de Ana me sorprende.
---- Siempre lo ha sido---- le respondo con una sonrisa, ella se sienta a mi lado contemplando a su hija de la misma manera en la que yo lo hago.
---- Cambiaran muchas cosas, Chris---- dice más para ella que para mí.
---- Eso dependerá de nosotros---- me inesperado comentario hace que me vea.
---- ¿A qué te refieres?---- exhalo tomándola de la mano.
---- A que no importa con quien estemos, lo que importa es la forma en como la criamos---- regresa su vista al frente. De nuevo se queda callada viendo a la nada.
---- Quiero decirte algo---- consideraba el poco tiempo que tardaría en decirme lo que pasaba.
---- Crees que este es el lugar correcto.
---- No, quiero llegar a casa y decírtelo. Solo quiero adelantarte que te quiero---- me dice tomándome de la mejilla, siento extraño su comportamiento, no sé por qué pero sus palabras me hacen notar una despedida anticipada.
---- Yo más, mi pequeña ladrona---- sonríe como suele sonreír cuando le hablo de esa manera. Las horas en el parque fueron las necesarias para que Luz se quedara dormida. Regresamos a casa entre una fuerte tensión entre Ana y yo. Sea lo que sea que me dirá es muy difícil para ella decirlo.
Llagamos a casa, subo en mis brazos a mi pequeña que se ha quedado dormida. La acomodo en su cama y la arropo con las sabanas. Ella se acomoda entre sus peluches, le doy un beso en la mejilla y salgo. En la puerta me encuentro de brazos cruzados a Ana, me indica que la siga, nos adentramos a la recamara y se detiene junto a la cama, se sienta alejando la mirada a un punto específico.
---- Habías preguntado a que han venido mis hijos---- empieza hablar con la voz poco apagada. Me acerco a ella dejando serrada la puerta. Me siento a su lado sin sentir contacto.
---- Me han pedido que regrese con ellos---- la mandíbula se me tensa al igual que los músculos----, piensan que ha mi regreso evitaría que su padre se case---- dice soltando una risa irónica----. Pero sé que eso no pasara.
---- ¿Por qué crees que eso no pasara?---- pregunto por la forma en que lo ha expresado. De inmediato me observa.
---- Porque ya no soy nada en su vida---- me causa molestia que lo diga en ese tono triste. Hace un año estaba seguro que ella había dejado de amar a su ex esposo, pero ahora me doy cuenta que solo estaba viendo lo que yo quería ver.
---- ¿Y qué decisión has tomado?---- pregunto indiferente. No puedo negar que lo que me está diciendo no me molesta, sé que sus hijos venían con una intensión, pero pedirle que regrese con ellos, y no solo eso que valla y que impida la boda de ese idiota, como si fuera cosa sencilla, más cuando ella ya hizo una vida lejos de ellos. Aunque la peor de mis molestias es enterarme que ella aún sigue amándolo.
---- No acepte---- la respuesta lo dice con desanimo, expresando arrepentimiento----. Aunque lo he pensado bien y he decidido….
---- Regresar---- término por ella levantándome de la cama. Ella me observa de inmediato a ver mi acción agresiva.
---- Lo hago por ellos---- dice de inmediato. Niego con la cabeza mostrando una sonrisa molesta.
---- No me mientas Ana, sé que no lo haces solamente por ellos---- arruga el entrecejo ofendida.
---- Claro que sí.
---- Se sincera y di lo que tanto ha rondado en esa cabeza. Desde aquella llamada te has comportado muy distante conmigo y no solo eso, te has mantenido en duda con respecto a nosotros---- trata de hablar pero sigo diciendo lo que me he venido ocultando desde ese día. No quería presionarla acerca de la relación que aún no se si la tenemos----. Te he dado tiempo a que sanaras y que volvieras a empezar sin sombras de tu pasado. Te ofrecí mi amistad y sé que llego más lejos y no porque yo así lo quise, sino porque ambos lo deseábamos, no quise presionarte con pedirte que fueras más que una amiga porque quería que vivieras una vida con tu hija sin ninguna relación de por medio.
---- Yo no te pedí que te quedaras conmigo---- dice levantándose de su cama.
---- Nunca has pedido nada, pero si lo has deseado. Te llegue a conocer tanto como para saber que no te gusta pedirle nada a nadie, que los demás tienen que ofrecerse para que tú tengas lo que deseas---- traga grueso.
---- Yo no he deseado nada Chris, cuando nos acostamos la primera vez no fue porque lo deseara, sino porque estaba borracha. ¿Tú crees que me acostaría contigo si estuviera en mis cinco sentidos?---- es sorprendente escuchándola decir eso, hasta ella se sorprende de la forma tan despreciada como lo ha dicho. Reconozco que ambos no estábamos cuerdo a lo que hacíamos, que al día siguiente que despertamos en la cama de Clara fue tan sorpresivo que no parábamos de pedirnos disculpas. Yo un hombre que había tenido miles de mujeres en mi cama, me llegue acostar con una que me hizo pedirle disculpas después de que nos diéramos cuenta de lo que habíamos hecho, tenía que ser una mujer especial como para sentir arrepentimiento y no como para disfrutar de un acostó cualquiera.