Esta historia es para ti, tu que has vivido en una vida lleno de tormento, tu que construyes excusas para no aceptar lo que pasa, tu que te siegas porque dices que el amor lo puede todo, que el amor soporta todo, pues te digo que el amor no es sentir tristezas constantes, no es sentir lastima por ti misma, el amor tiene que empezar con nosotros mismos, porque si tú no sabes amarte a ti, no sabrás amar a otros, por eso te conviertes en la pieza del sufrir. No es justo que tu sufras mientras los que te dañan estén bien, suelta un suspiro y ponle punto final a aquellos que solo daño te han causado. Sal de ahí, busca tu bienestar y el amor a ti misma, ya es momento de dejar de seguir el ejemplo y excusarte tomando de base a tus hijos, ellos no son impedimento a que te quedes a llorar día tras día, deja de decir que si no te vas es porque amas a tu pareja, el amor no hace daño de tal manera, el que te ama no te hará sufrir constantemente, mucho menos te transformara volviéndote impotente. Todo tiene un inicio y un final, para algunos su final es el sueño maravilloso pero para otros su final es desgarrador, conviértete en un ejemplo de libertad, en un ejemplo de superación y de amor propio. Dejemos de sufrir a causa de otros, dejemos desaparecer nuestras desgracias y vivamos la vida que tanto hemos deseado, en esta vida nadie ha venido a sufrir, nadie ha nacido para ser esclavos, nadie es impedimento de nadie, si tú lo eres es porque tu así lo has querido, es porque no quieres salir de esa oscuridad, tu misma te colocas una venda en los ojos con mentiras que tu mente te crea, vasta de tanta ceguedad y levántate de la mugre, limpia tus manos y construye cosas buenas, el cambio y el fin estará en ti, el amor y el comienzo empezaran cuando tú lo permitas.
Somos personas fuertes que venimos a cambiar el mundo, ten en claro que nada es imposible cuando el sueño persista, pero sobretodo, cuando el querer te levante.
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Deseo de corazón que seas libre y que dejes a un lado las excusas a todo lo que te está dañando, nadie merece vivir con dolor en su corazón, mucho menos tu que eres un triunfador.