Libre

Capítulo 3

Podía observar como el tiempo pasaba poco a poco, las agujas del reloj no avanzaban lo suficientemente rápido para mi gusto, cada mañana es un sufrimiento diferente

Años después…

Podía observar como el tiempo pasaba poco a poco, las agujas del reloj no avanzaban lo suficientemente rápido para mi gusto, cada mañana es un sufrimiento diferente. Moví mis muñecas un poco, las restricciones apretaron un poco ante los movimientos, mis brazos se entumecían al estar todo el tiempo en una misma posición.

—Veo que estas despierta—el doctor habló—. Empezaré de nuevo con el procedimiento, esta vez agregaré un poco más en la dosis—se dirigió hacia su ayúdate que este sin dudarlo preparó lo que él había solicitado, odiaba a aquel viejo—. Prueba 723, veamos si el individuo puede soportar el veneno—se paseaba por todo el lugar, mientras grababa lo que decía.

Los sonidos de la dosis que preparaba su ayudante se escuchaba por todo el lugar, era un laboratorio con lo último de tecnología, en donde practicaban todo tipo de experimentos a todos los seres sobrenaturales que caían en sus manos, desafortunadamente yo fui una de ellos.

El médico reforzó todas mis restricciones, en total tenía seis esparcidas por todo el cuerpo para que me fuera inútil escapar, en los brazos, pies, estómago, cabeza. Esto le proporcionaba más control cuando introducían el veneno, ya que este provoca dolor, mucho dolor. Un movimiento a mi izquierda me llamó la atención, dejaron sin cuidado a un lobo en una de las camillas y este se trasformó en humano solo unos minutos después, en su cuerpo había una cantidad horrorosa de heridas de diferentes tamaño y profundidad, lo retuvieron igual que a mí, pocos minutos después le colocaron una inyección, las heridas se empezaban a cerrar. Era muy común ese escenario, te torturan, te sanan y te vuelven a experimentar contigo.

—Es hora de comenzar—se acercó, en sus manos llevaba la jeringa podía ver desde aquí el color del veneno—, puedes resistir más esta vez, cariño—me alentó y luego el veneno se dio paso e mi cuerpo.

Aquí vamos de nuevo.

—Quiero salir a correr—Nantai habló por sexta vez en mi cabeza, no entendía que esta reunión era importante para la manada—, quiero salir a correr—repitió

Quiero salir a correr—Nantai habló por sexta vez en mi cabeza, no entendía que esta reunión era importante para la manada—, quiero salir a correr—repitió.

Cuando terminemos con la reunión.

Quiero salir a correr—sus palabras se repitieron sin cesar en toda la reunión lo que provocó que no me concretara y eso suponía más tiempo para pasar con el trabajo.

Perfecto.

—Alfa—me detuve cundo uno de mis guardias me habló—, los cambios que pidió en las guardias de la noche ya están listos. Por otro lado, los buscadores llegaron hace algunos minutos—agachó la cabeza, no queriendo verme cuando pronunciara las únicas palabras que no quería escuchar—, no hay rastro de ella.

Gruñí y me fui de allí, necesitaba relajarme antes de atacar lo que primero estuviera enfrente mío. 

12 años pasaron desde aquel ataque, busque por años a Keira y no la encontré, sabía que ella estaba viva ya que mi lobo tiene un vínculo con su loba, que apareció hace algunos años.  Eso era alentador pero el hecho de que el vínculo cada vez se hiciera más débil suponía que las cosas se estaban poniendo feas, específicamente era el presentimiento de que ellas estaban sufriendo.

En el recorrido hasta mi recamara me encontré con diferentes personas que eran parte de la servidumbre, a las cuales saludé con un asentimiento.

—Señor—escuché a mi beta—, los alfas del sur han venido a la reunión.

—Morani—murmuré un poco enojado mientras me paraba enfrente de la puerta de mi habitación—, sabes que la reunión es a las cuatro— miré mi reloj—, no es la hora todavía.

—Lo entiendo solo…

—Llegaré a la hora pactada—abrí la puerta y la cerré de golpe, dejándolo solo en el pasillo.

Deambulé un poco en mi habitación, estaba tenso porque el trabajo cada vez se acumulaba junto a los problemas. Todos necesitaban de mí inclusive para las cosas más pequeñas y estaba tan casado de eso, de la responsabilidad de estar a cargo de una manda.

Lo que necesitas en ponerte los pantalones ahora mismo y encontrar a Keira—habló mi lobo.

Nantai—le reprendí—, sabes que hacemos lo que podemos.

Me adentré en el baño de mi recamara, desnudándome en el proceso, una ducha bien fría ayudaría con la tensión, extrañaba demasiado ir a nadar por lo menos una hora en el lago, extrañaba específicamente tener un poco de tiempo para mí mismo.

Sabes que no lo hacemos lo suficiente, debemos buscar más, somos los Alfas tenemos todo el poder, pero no hay ninguna respuesta y eso me frustra demasiado— se inquietó.




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