El ruido de la celda siendo cerrada me despertó. Emerick se apretó más a mi costado, no me había dado cuanta que habíamos dormido juntos.
—Tortolitos—un guardia estaba dentro de la celda—, es hora de la función por lo que debo llevarme al macho—señaló a Emerick que se había levantado en forma amenazadora, sus ojos dorados indicaban que ambos estaban en sintonía.
—¿Dónde? —preguntó Emerick con una voz más gruesa de lo normal haciendo que el guardia se encogiera un poco en su lugar y que de su pantalón sacara un cuchillo.
—Debemos obtener muestras de sangre de todos y como hace poco que tu compañera te mordió el doc quiere saber cómo afecta a tu sistema esa acción—se recompuso un poco y su actitud volvió a la normalidad cuando tres guardias más vinieron a chequear la situación.
—No quiero causar problemas no hace falta que vengan todos juntos, mi compañera está herida no quiero lastimarla más si la cosas se ponen violentas en este pequeño espacio.
El hombre dudo un poco, pero con duda le puso el grillete en el cuello y luego saco los dos grilletes de los brazos que se ataban en el suelo remplazándolo por uno que unía ambas manos.
Emerick giró un poco para mirarme y brindarme una tensa sonrisa, eso alertó a los hombres que rápidamente lo sacaron de la celda, alejándolo de mí.
Temblé un poco cuando quedé sola, el calor de Emerick me mantenía caliente ahora sentía en realidad el frio de la celda. Mis heridas por las introducciones de las agujas me dolían y el efecto de aquella mezcla todavía estaba presente en mi sistema, pero había disminuido constantemente permitiéndome moverme un poco más que ayer.
—¿De dónde te sacaron? —el quejido de una mujer me llamó la atención. Observé a mis alrededores, la celda te permitía ver hacia las demás, pero la luz del fuego de las antorchas dificultaba un poco la misión. Después de algunos minutos de trabajo y un esfuerzo enorme de mi visión la encontré.
—Me vendieron, pero ya estuve aquí antes—murmuré descifrando que era un estilo de cambia formas, no distinguía cual.
—Yo soy del laboratorio AB22—respondió—, era un cambiaformas oso, ahora solo me quedan algunas características.
—¿Cómo es eso posible? —pregunté. Si tu parte animal moría era imposible que sobrevivieras por mucho tiempo y que tus características animales quedaran junto a tu parte humana no era posible.
—Están trabajando en un veneno para poder matar a todos los seres sobrenaturales, específicamente los que pueden cambiar a diferentes formas porque los consideran una amenaza. Lo peor de los humanos es que quieren el poder absoluto, ellos mismos son los que tienen una descendencia sobrenatural, pero la alaban y nosotros somos como los monstruos para ellos.
—Los cazadores son insensibles y despiadados.
—Ellos tienen el control de estos laboratorios y usan a los humanos para hacer estas atrocidades—soltó otro quejido—. Nací en un laboratorio estuve toda mi vida metida allí, cuando me dijeron que me trasportarían a otro lugar me emocioné porque pensé que podría ver el cielo, me drogaron y no tuve la oportunidad. Son un poco maleducada, pero escuché la conversación con aquel hombre que salió de tu celda, ¿crees que si ustedes pueden escapar me puedan llevar con ustedes? —preguntó emocionada—, puedo ser de gran ayuda, me dijiste que hace estuviste aquí antes y estuviste un tiempo fuera, hay algunas remodelaciones y cambio en la ubicación de las salas creo que podría servir como una guía.
—Veré que puedo hacer—aseguré con seguridad porque si podía salvarla a ella lo haría.
—Aquí en donde estamos nosotros es la sala de celdas “especiales” solo estamos ustedes dos y yo, hace poco había una mujer más, pero por lo que escuché la mataron. Por eso es importante no desafíalos, estamos ubicados en la parte de atrás debajo de la tierra a unos veinte metros de la superficie.
—Gracias por la información—gemí de dolor ante un movimiento bruco que hice—. ¿Qué edad tienes?
—Por lo que entendí de los doctores—suspiró—, tengo quince años. ¿Qué es un alma gemela?
—Es la persona que estuvo predestinada a estar contigo. Emerick el chico que salió de la celda es la mía.
—¿Todos tenemos una?
—Si—respondí—, todos la tenemos, pero empezamos a encontrarla mayormente a los dieciochos años cuando tenemos la primera trasformación, eso pasa con los lobos. Creo que con los osos la edad no es importante, pero la edad de dieciocho es para todas las especies lo mismo ¿Por qué te transfórmate antes, eso mayormente no es posible?
—Aceleraron el proceso—el ruido de las cadenas se escuchó—, no puedo distinguir tu olor ¿Qué eres?
—Soy una ex loba transformada por un veneno en una vampira.
—Wow—fue lo percibí de parte de ella.
—¿Cuál es tu nombre? —cambié el tema de conversación.
—Tengo un número soy 88—murmuró.
—Mi nombre es Keira. Ahora que sé que pronto saldremos de aquí podrás elegir un nombre que te identifiqué mejor.
—Siempre me gustó mucho el cielo el color que posee es muy fascinante. Creo que si me dan la oportunidad me llamaría Celeste por el cielo.
—Es un bonito nombre y tiene un enorme significado.
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Editado: 29.12.2020