Libro 1 "Amor en la oscuridad".

Enfrentando la Oscuridad

El día comenzó con un aire de normalidad, pero la tensión aún se sentía en el ambiente. Emely y Darwin estaban en la librería-cafetería, preparándose para abrir, cuando recibieron una visita inesperada. Un joven, de unos veintitantos años, entró en la tienda con una actitud nerviosa. Su apariencia desaliñada y su mirada inquieta llamaron la atención de Emely, que se acercó para atenderlo.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte? —preguntó Emely, con una sonrisa profesional pero cautelosa.

El joven miró alrededor antes de responder, bajando la voz.

—¿Es usted Emely? —preguntó, con un tono urgente.

—Sí, soy yo. ¿Qué sucede? —respondió Emely, preocupada.

El joven sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo y lo mostró a Emely.

—Esto... esto estaba en el almacén de la librería, escondido entre las cajas. No sé quién lo dejó allí, pero creo que debería verlo.

Darwin, que estaba cerca, se acercó y examinó el dispositivo. Era una cámara oculta, y la visión de lo que capturaba parecía estar conectada a un teléfono móvil.

—Esto no es bueno. —dijo Darwin, mirando a Emely con preocupación.

—¿Qué está ocurriendo? —preguntó el joven, su voz temblando.

Emely tomó una respiración profunda.

—Lo que estás viendo es una cámara oculta. Esto significa que alguien ha estado observándonos. Puede que esté relacionado con las amenazas que hemos recibido.

El joven asintió, aliviado de que su preocupación fuera tomada en serio.

—Vi la cámara mientras revisaba el almacén. Me dio mala espina, así que pensé que debía decírselo.

Darwin le dio una palmadita en el hombro.

—Gracias por informarnos. Esto es muy útil. Podemos asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir.

Después de que el joven se fue, Emely y Darwin revisaron el dispositivo y confirmaron que había sido colocado con la intención de espiarlos. La intrusión en su espacio privado solo aumentó la sensación de vulnerabilidad.

—Necesitamos tomar medidas inmediatas. —dijo Emely, su voz firme. — No podemos permitir que esto continúe.

Darwin asintió.

—Voy a llamar al Agente Smith. Necesitamos que esto se resuelva lo antes posible.

Emely asintió y se dirigió a la oficina, mientras Darwin se encargaba de la llamada. El Agente Smith respondió rápidamente, y en poco tiempo, un equipo de seguridad llegó a la librería para investigar y reforzar las medidas de protección.

Mientras el equipo de seguridad trabajaba, Emely y Darwin decidieron revisar la grabación de la cámara para ver si había algún indicio sobre quién había colocado el dispositivo.

La grabación mostró a una figura encapuchada que colocaba la cámara en el almacén. Aunque la calidad no era alta, el agente de seguridad pudo identificar un patrón en la forma en que la figura se movía y cómo se comportaba.

—Vamos a necesitar más información sobre esta persona. —dijo el agente de seguridad, mientras revisaba la grabación.

Darwin se acercó a Emely, que estaba profundamente preocupada.

—Esto está empeorando. No solo nos están observando, sino que están actuando con una planificación cuidadosa.

Emely suspiró, su mente corriendo con pensamientos sobre el posible impacto en su vida y la de Darwin.

—Lo sé. Pero no podemos dejarnos vencer. Tenemos que seguir adelante y asegurarnos de que estamos seguros.

Más tarde esa noche, mientras estaban en casa, Emely y Darwin discutieron cómo podrían manejar la situación.

—Debemos considerar la posibilidad de cambiar la forma en que manejamos la seguridad. Quizás necesitemos una vigilancia más constante o incluso considerar medidas más drásticas si esto sigue así. —sugirió Darwin.

Emely lo miró, asintiendo.

—Sí, estoy de acuerdo. Aunque es difícil, necesitamos asegurarnos de que no haya ninguna brecha en nuestra seguridad. Además, deberíamos pensar en cómo manejar esta situación públicamente si se llega a filtrar información.

Darwin se tomó un momento para reflexionar antes de responder.

—Si todo esto se filtra, nuestra comunidad podría sentirse insegura. Necesitamos prepararnos para eso también. Tal vez deberíamos organizar una reunión comunitaria para informarles sobre la situación y asegurarles que estamos tomando medidas.

Al día siguiente, Emely y Darwin se reunieron con el Agente Smith y el equipo de seguridad para discutir las medidas adicionales que se tomarían. Se acordó implementar una vigilancia más rigurosa y aumentar la presencia de seguridad en la librería.

Además, Darwin y Emely decidieron seguir adelante con la idea de una reunión comunitaria. Organizaron un pequeño evento en la librería para informar a los clientes y vecinos sobre las amenazas que enfrentaban y cómo estaban abordando la situación.

Durante la reunión, Darwin tomó el micrófono y dirigió unas palabras a los presentes.

—Queremos que sepan que estamos tomando todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad y la nuestra. Agradecemos su apoyo y comprensión mientras enfrentamos esta situación. Si tienen alguna pregunta o inquietud, por favor, no duden en hacérnosla saber.

La comunidad respondió con apoyo y comprensión, lo que proporcionó a Emely y Darwin un alivio temporal y un sentido renovado de esperanza.




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