Libro 1: El inicio de mi viaje

Capítulo 5: Historias del bisabuelo I.

Descubrimientos sobre este mundo.

9-21 / Eftek (Fuego) / 674 - 3-15 días, 1 mes, 2 años.

Después del revelador almuerzo con el bisabuelo, él se quedó dos semanas con nosotros antes de regresar a la capital de los humanos. Durante su estancia, pasó la mayor parte del tiempo jugando con nosotros, sus bisnietos, en el jardín o cerca del bosque que se extiende detrás de la mansión. Gracias a sus historias como antiguo explorador, pude enterarme de muchas cosas que desconocía hasta el momento del mundo.

Nuevamente, me gustaría realizar una pausa a las narraciones de los acontecimientos de mi vida, esto para compartirles que fue lo que aprendí con el bisabuelo y algunas de las historias sobre sus viajes que más me impactaron. Estoy seguro, queridos compañeros de aventuras, que su corazón se acelerará tanto como el mío al escuchar de las hazañas del bisabuelo.

Sin más introducciones, comencemos con una pequeña recapitulación de unas cuantas cosas que ya conocemos y las cosas nuevas que descubrí sobre este maravilloso mundo.

Según cuentan las leyendas, hace mucho tiempo los dioses, tanto los luminosos como los oscuros, se encontraban viajando por el universo en búsqueda de nuevos mundos que pudieran alojar vida cuando, por casualidad, llegaron a este lugar.

El mundo y los habitantes en él eran primitivos y, a su vez, misteriosos. Contrario al lugar del que proceden, o del que yo mismo procedo, este mundo se encuentra fragmentado en pequeños espacios dimensionales a los que se les conoce como kwlexyhey etkolyu. En dichos espacios se extiende un mar que cubre la superficie del mismo y, en el centro, se encuentra una isla que puede variar su tamaño, desde pequeños arrecifes hasta enormes continentes. En los límites de estos espacios, se alza una espesa niebla que es impenetrable. Si alguien desea adentrarse en ella, vera que aparece por el lado contrario del espacio por el que partió. Por ejemplo, si un barco trata de atravesar la niebla navegando hacia el lado norte, después de un tiempo, aparecerá por el lado sur del espacio dimensional.

Se lo que están pensando, queridos compañeros de viaje. Y si, yo pensé exactamente lo mismo. ¡Es justo como en un videojuego!

Volviendo al tema, la única forma de navegar entre las diferentes islas es utilizando una nefakape, o piedra mágica, especial que abre un camino en la niebla que conecta los diversos espacios dimensionales del mundo. Estas nefakape se pueden conseguir al superar los uhfykxolon, o mazmorras, de alta dificultad que se generan de vez en cuando dentro de los límites de las islas.

Eso nos trae a otro tema, hablar sobre las mazmorras. Espontáneamente, o eso es lo que se sabe hasta el momento, se generan portales que conectan con espacios dimensionales especiales. Dichos espacios pueden ser laberintos o terrenos “abiertos” donde se deben de cumplir con condiciones para superarlos y obtener recompensas en forma de nefakapes, tanto de materias primas, como de recursos y normales que se utilizan como fuente de maná. Las otras piedras que se pueden encontrar son las mencionadas anteriormente, que conectan con otras islas o las que tienen la capacidad de modificar la estructura de estas, aumentando el terreno de estas o cambiando la geografía.

Al darse cuenta de estos fenómenos, los dioses decidieron dar a las criaturas del mundo dones para que pudieran superar las dificultades y crear naciones. Lo que nos lleva al siguiente tema.

Ya les había comentado que en este mundo existen tres facciones principalmente. Oficialmente, a la primera de ellas, se le conoce como la sagrada confederación de “Hufton Kyshon”, que significa en el idioma común el sagrado reino. Esta confederación son los pertenecientes al clero de los dioses luminosos y, si me lo preguntan, su nombre me da una idea de que son altamente religiosos y estrictos con sus reglas de comportamiento, o es lo que me dan a entender al tener sagrado por todos lados en su nombre.

Cada dios luminoso otorgó sus dones a una raza distinta. La diosa Holot, diosa de la diligencia, dio sus dones a los ronytejk, es el nombre con el que se le conoce a los humanos en este mundo.

El dios Nehepne, dios de la templanza, otorgó su don a los rwnetuknyfte, una raza de humanoides una cabeza más alta que los humanos, de pieles de tonalidades verdosas, orejas puntiagudas, nariz alargada y cuerpos anchos.

El dios Olput, dios de la caridad, seleccionó a los goyusyule como la raza a la que otorgó su favor. Estos seres son una especie de hombres pájaros, de estatura un poco más pequeña que los humanos, complexiones delgadas, cuerpos llenos de plumas, picos en lugar de bocas y cabezas alargadas.

El dios Elcorp, dios de la generosidad, otorgó su don a los lotyhe. Una raza humanoide con cabezas redondas, enormes ojos negros, de complexión delgada y cuerpos alargados. El tono de sus pieles va desde los tonos rozados a violetas y suelen tener un espeso cabello erizado de tonalidades platinados.

En cuanto a la diosa Tanbhyluk, diosa de la castidad, escogió a los tanbhyluk como su raza protegida. Se trata de humanoides de cuatro brazos, de complexión delgada y estatura parecida a la de los humanos. Su piel puede ser de diversas tonalidades y cambia de color dependiendo del estado de ánimo en el que se encuentren. Sus ojos y cabello son transparentes como cristales, sin embargo, están tan pulidos que pueden reflejar perfectamente la luz que los irradia, pareciendo espejos.




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