Holo!
Aqui les traigo el final de esta increible historia.
No te he contado que sigo en la escuela pero ahora con mi estadía profesional por lo que les pido paciencia ya que muchas veces me ausento por muchos siglos XD.
Espero y les haya gustado mi historia ya que ahora estoy pensando en su segunda parte pero no coman ansias porque revisaré meticulosamente sus errores y gramática ya que lo quiero llevar a una editorial y volverlo realidad.
También estaba pensando en una increible historia griega pero primero lo primero es terminar este bebé.
Siganme en mis redes sociales:
Facebook: Michel Rosas
Instagram: viridian 10/michrosas1
Y sin más preambulos aqui se los dejo.
Mich <3
********
El aire se impregnaba de brisa del mar que impulsaba las velas de los barcos.
Tenía miedo y no sabía que hacer con las desiciones que tomaría.
Tomé nota mentalmente de todo lo que me rodeaba para hacer aunque sea un movimiento limpio y salvar a esta gente que no tenía la culpa de nada.
Estaba parada junto a las gemelas y la reina o mejor conocida como Nyx.
Catalina había ido con Veruto a arreglar algunas cosas.
-Hoy Pieluck es sede de los juegos de la princesa Nolshen por su cumpleaños número dieciocho.
La gente estalló en vítores.
-La princesa que nació y ha florecido con el paso de los años iluminando a nuestro reino con un dýnami especial.
-Que palabras dice Nyx-dijo Cahefes.
La ignoré por completo.
-Hoy es el día de celebración y con ello, nos mostrara lo valioso que es su poder-continuó Nyx.
La ciudad se limpio en su totalidad para el juego y fue adornado por los terra y uno que otro ciudadano con dýnami especial.
-¿Diras algo, Nolshen?-preguntó Brenda.
-No creo hermana-dije mientras volvía la vista a las personas y bajaba el estrado.
Ceris continuó-me complace explicar lo que acontinuación se presenciará.
En cuanto terminó, no espere a que Nyx me dijera nada. Fui al centro.
Entonces pude apreciar diferentes tipos de armas.
Menos mal.
Cuchillos, espadas, arcos, katanas, sais y demás para diseccionar a las personas.
-No-dije al tiempo que volteaba señalando a la reina-no puedo hacer esto con…-y me congeló la lengua.
-Hija mía-dijo la reina-es tu regalo. Te lo has ganado.
No podía pelear con su poder sulfurado desde su mente asi que dejé que me manipulara para hacer el trabajo sucio.
Frente a mi salieron los dieciocho chicos y chicas.
Algunos temblaban otros más tenían la vista en el suelo pero me fije en una cara particular que mostraba odio y furia: Neftalí.
Odiaba que me viera de esa forma en la que mostraba su dolor latente.
-Tienen diez segundos para huir-dije.
Entonces me alejé y sujete mi katana y mi kopesh en las dos manos.
Esperaba que alguien tuviera el valor de hacerme frente.
Alguien que usara algun arma y…matarme para evitar un genocidio con ellos.
Conté mentalmente y cuando llegué a diez, salí de los arboles en busca de mis victimas.
***
Lo primero que hice en cuanto corrí fue ir por las armas.
Mientras escuchaba a la princesa que contaría hasta diez, supe lo que tenía que hacer: tomar esa arma para salvarme.
Brillaba como una joya reluciente entre espadas y cuchillos con dientes salvajes.
La tomé junto a un cuchillo que guardé en mi pierna por si tenía que enfrentarme a ella cuerpo a cuerpo.
Corrí y corrí adentrándome en las calles de la ciudad mientras perdía la noción de donde me encontraba exactamente.
Me pare en seco y vislumbré las casas.
Todo estaba en silencio asi que me detuve recuperando aire tranquilamente.
-Hola-dijo una voz desde una casa.
-¿Quién eres?-pregunté mientras apuntaba donde salía la voz.
-Soy Dietrich-dijo un chico saliendo por la entrada de una casa.
Era menudo y escuálido con unas enormes bolsas debajo de sus ojos.
-Soy Neftalí-dije mientras bajaba mi arma.
Editado: 27.12.2019