Después de meses de tensión y conflictos, Emely y Darwin finalmente se encontraban en Hawái, el destino perfecto para su luna de miel. Con playas de arena blanca, aguas cristalinas y el sonido relajante de las olas rompiendo en la orilla, todo parecía un sueño hecho realidad. Era el respiro que tanto necesitaban tras la intensa batalla que habían librado juntos.
Al llegar al resort, fueron recibidos con collares de flores y una sonrisa cálida de los empleados. La habitación era un verdadero refugio, decorada con tonos suaves que evocaban la calma del océano. Desde el balcón, podían ver la puesta de sol bañando el horizonte en tonos dorados y naranjas. Emely no podía dejar de sonreír; la belleza del lugar la hacía sentir viva y libre.
Una noche, mientras estaban en la playa, Darwin le propuso a Emely dar un paseo bajo la luz de la luna. El aire estaba impregnado del aroma de las flores tropicales y la suave brisa del mar. La luna brillaba intensamente, iluminando el camino que se extendía frente a ellos.
Darwin: "¿Sabes? Este lugar me recuerda lo afortunado que soy de tenerte en mi vida."
Emely: "Es hermoso, Darwin. No podría imaginar un mejor lugar para celebrar nuestro amor."
Mientras caminaban, Darwin tomó de repente la mano de Emely y la llevó hacia un pequeño claro en la playa, donde habían preparado una pequeña sorpresa: una cena romántica iluminada con velas y decoraciones florales.
Después de disfrutar de la cena, Darwin se levantó y le dijo a Emely que tenía algo especial para ella. Sacó una guitarra que había llevado consigo y comenzó a tocar una melodía suave que resonaba con el sonido de las olas.
Darwin: "Quiero dedicarte esta canción. La escribí pensando en ti y en lo que significas para mí."
Comenzó a cantar en inglés, con una voz suave y apasionada:
"In this moment, under the stars,
(En este momento, bajo las estrellas,)
I see forever in your eyes,
(veo la eternidad en tus ojos,)
With every beat, my heart will sing,
(con cada latido, mi corazón cantará,)
You're my love, my everything."
(eres mi amor, mi todo.")
Emely sintió que el mundo a su alrededor se desvanecía mientras escuchaba cada palabra. La letra hablaba de sus sueños compartidos y del profundo amor que sentía por ella. Era un canto lleno de promesas y esperanzas, una celebración de su unión.
Cuando terminó la canción, Darwin la miró intensamente. Con una sonrisa llena de amor,
Darwin le dijo en italiano: "Sei l'amore della mia vita, e in questa vita e nella prossima, ti sceglierei sempre." ("Eres el amor de mi vida, y en esta vida y en la próxima, siempre te elegiría.")
Las palabras resonaron en el corazón de Emely, llenándola de una calidez indescriptible. Sabía que su amor era eterno y que juntos podían superar cualquier obstáculo.
Emely se acercó y lo abrazó, sintiendo el calor de su cuerpo y la ternura de su amor.
Emely : "Eres todo para mí, Darwin. No puedo esperar para construir nuestro futuro juntos."
Bailaron en la playa, con las olas como telón de fondo y la luna como testigo de su amor. No había nada que pudiera detenerlos; estaban completamente inmersos el uno en el otro, prometiendo un futuro lleno de luz y felicidad.
A medida que la noche avanzaba, se sentaron en la arena, mirando las estrellas que parecían brillar solo para ellos. Hicieron planes sobre su futuro, sobre la familia que deseaban construir y las aventuras que anhelaban vivir. La luna de miel no solo era un descanso, sino un nuevo comienzo, un recordatorio de que su amor era más fuerte que nunca.