Libro 3 "Amor entre Sombras"

Capítulo 9: El Regreso de las Sombras

El sol se filtraba a través de las ventanas, llenando la habitación de Amara con una luz cálida. Sin embargo, a pesar del día hermoso, una sensación de inquietud la envolvía. Sabía que las sombras del pasado podían resurgir en cualquier momento, y la idea de que pudieran amenazar su felicidad con Leo la mantenía en un estado de alerta.

Mientras se preparaba para la universidad, Amara no podía evitar recordar el día en que conoció a Leo. Era un momento que había cambiado su vida de maneras que nunca imaginó. Pero ahora, con su relación en una nueva etapa, temía que la oscuridad de su historia pudiera arruinar lo que habían construido.

Cuando llegó al campus, vio a Leo esperándola cerca de la entrada. Su corazón se aceleró al verlo sonreír, y por un momento, se olvidó de sus preocupaciones. Sin embargo, al acercarse, notó que había una expresión seria en su rostro.

—Amara, necesitamos hablar —dijo Leo, tomando su mano con preocupación.

El tono de su voz hizo que su estómago se encogiera. Sabía que algo no estaba bien.

—¿Qué sucede? —preguntó, sintiendo que la ansiedad se apoderaba de ella.

Leo respiró hondo, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

—Recibí un mensaje de un antiguo amigo que me dijo que han comenzado a circular rumores sobre nosotros. Se dicen cosas que pueden afectar nuestra reputación aquí —dijo, su voz grave.

Amara sintió que su corazón se hundía. Los rumores nunca eran algo bueno, especialmente en un lugar como la universidad, donde la reputación podía hacer o deshacer a alguien.

—¿Qué tipo de rumores? —preguntó, sintiendo una punzada de temor.

—Dicen que tu pasado está volviendo a perseguirte, que hay personas que saben de lo que sucedió antes. Quiero que sepas que no me importa lo que digan, pero creo que deberíamos abordar esto antes de que se salga de control —respondió Leo, su mirada intensa.

Amara se sintió abrumada por la realidad de la situación. Sus sombras estaban regresando, amenazando la paz que había encontrado con Leo. Pero también sabía que no podía permitir que el miedo dictara su vida.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó, sintiendo que su voz se quebraba.

—Lo primero es que enfrentemos esto juntos. Hablar con la gente involucrada y desmentir cualquier rumor. No podemos dejar que nos controlen —dijo Leo con determinación.

Amara asintió, sintiendo un renovado sentido de propósito. Si iban a superar esto, debían hacerlo juntos, como pareja.

Los días siguientes fueron una mezcla de ansiedad y valentía. Amara y Leo se sentaron con algunos amigos cercanos y discutieron los rumores, tratando de desmentir cualquier malentendido. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la presión comenzaba a afectar a Amara.

Una noche, mientras se sentaban en su lugar favorito, el parque donde habían compartido tantas risas y momentos, Amara se sintió abrumada.

—Leo, esto es más difícil de lo que pensé. Siento que estoy siendo arrastrada de vuelta a un lugar oscuro, y no quiero que eso te afecte —dijo, sintiendo las lágrimas acumulándose en sus ojos.

Leo la tomó de la mano, su mirada llena de apoyo.

—Amara, lo que importa es cómo enfrentamos esto. No podemos dejar que el pasado nos defina. Eres más fuerte de lo que crees, y juntos superaremos esto. Siempre estaré a tu lado —respondió con sinceridad.

A pesar de sus palabras reconfortantes, Amara no podía evitar la sensación de que las sombras estaban más cerca que nunca. Comenzó a tener pesadillas, recuerdos del pasado que la atormentaban en sus sueños, y aunque Leo estaba ahí para consolarla, sentía que la oscuridad se cernía sobre ella.

Una noche, después de una pesadilla particularmente vívida, Amara se despertó en un pánico frío. Miró a Leo, quien dormía plácidamente a su lado, y sintió una mezcla de amor y tristeza. No quería que él viera lo vulnerable que se sentía, pero sabía que debía compartir sus miedos.

—Leo —susurró, tocando suavemente su hombro.

Él se despertó al instante, sus ojos llenos de preocupación.

—¿Qué sucede, amor? —preguntó, aún adormilado.

—Tuve una pesadilla. No puedo dejar de pensar en que mi pasado volverá y te lastimará. No sé cómo enfrentar esto —dijo, sintiendo que su voz se quebraba.

Leo se sentó, tomando su mano con ternura.

—Amara, no importa lo que suceda en el pasado. Lo que tenemos aquí y ahora es lo que importa. Si alguna sombra vuelve a acecharnos, la enfrentaremos juntos. Nunca estarás sola en esto —respondió, su voz firme.

Esa noche, mientras se abrazaban, Amara sintió que las sombras comenzaron a desvanecerse, aunque solo un poco. Sabía que el camino hacia la paz no sería fácil, pero con Leo a su lado, sentía que podía enfrentarlo todo.

A medida que el tiempo avanzaba, Amara decidió que no permitiría que su pasado controlara su futuro. Junto a Leo, se comprometió a enfrentar cualquier rumor, cualquier sombra que pudiera amenazar su amor. Era el momento de tomar el control de su vida.

El día siguiente, Amara se dirigió al campus con una nueva resolución. A pesar de los desafíos, estaba lista para luchar por lo que quería. No solo por su amor con Leo, sino también por ella misma. Con cada paso que daba, las sombras parecían más distantes, y el futuro se iluminaba con la esperanza de un nuevo comienzo.




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