Libro 3 "Amor entre Sombras"

Capítulo 11: Enfrentando la Verdad

Amara se sentó frente a Leo, sintiendo que cada palabra que iba a pronunciar era una carga. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando el rostro de Leo, y en ese momento, todo lo que había vivido parecía intensificarse. Sabía que debía ser honesta con él, no solo por su amor, sino también por el futuro que compartían.

—Leo, lo que te voy a contar es importante. Necesito que entiendas por qué estoy tan preocupada —comenzó, su voz temblando ligeramente.

Leo asintió, su mirada fija en ella, dándole la atención total que necesitaba.

—Estoy aquí, Amara. Dime lo que sea. —su tono era suave, pero la seriedad en sus ojos mostraba que entendía la gravedad de la situación.

—Ayer, cuando volví a casa, mi madre me contó cosas sobre mi padre que nunca supe. Él... él tenía conexiones con personas peligrosas, y hay rumores de que su pasado está volviendo a afectar nuestras vidas —dijo, sintiendo que su corazón se aceleraba al compartir la verdad.

Leo frunció el ceño, preocupado.

—¿Qué tipo de conexiones? —preguntó, su voz baja y serena.

Amara respiró hondo, intentando calmar los nervios que la invadían.

—Mi madre no fue específica, pero mencionó que mi padre estuvo involucrado en actividades delictivas y que algunas personas podrían querer vengarse de él... y eso nos podría afectar a nosotros —explicó, sintiendo el peso de cada palabra.

Un silencio pesado cayó entre ellos. Amara vio cómo la preocupación se apoderaba del rostro de Leo.

—¿Y cómo sabes que esos rumores no son solo eso? ¿Rumores? —preguntó Leo, su tono reflejando una mezcla de duda y determinación.

—No lo sé, pero no puedo ignorarlo. Siento que algo está cambiando, y no quiero que tú, ni nuestra relación, se vean atrapados en esto —respondió, su voz temblando con la carga de su verdad.

Leo se inclinó hacia ella, tomando sus manos con firmeza.

—Amara, lo que sea que venga, lo enfrentaremos juntos. No puedo prometer que no habrá complicaciones, pero sé que nuestro amor es lo suficientemente fuerte como para superar cualquier sombra que intente separarnos —dijo, su mirada llena de resolución.

Amara sintió que una oleada de calma la envolvía al escuchar sus palabras. Leo siempre había sido su roca, su refugio en medio de la tormenta. Pero, a pesar de su confianza, sabía que la situación era más complicada de lo que podía imaginar.

—Gracias, Leo. Eso significa más de lo que puedes imaginar. Pero necesito que estemos preparados. No quiero que esta historia afecte a nuestra familia, y menos aún a nuestros futuros hijos —dijo, mirando al horizonte, donde el sol comenzaba a caer.

El silencio entre ellos se llenó de una nueva comprensión. Sabían que no solo estaban luchando por su amor, sino también por la familia que esperaban construir juntos.

—¿Qué haremos, entonces? —preguntó Leo, su voz firme.

—Vamos a investigar. Necesitamos saber qué está pasando y cómo podemos protegernos —respondió Amara, sintiendo que la determinación comenzaba a tomar forma en su interior.

—De acuerdo. Comencemos por hablar con tu madre de nuevo. Ella debe saber más sobre lo que está ocurriendo y quiénes están involucrados —dijo Leo, su actitud proactiva y decidida.

Amara asintió, sintiendo que un nuevo propósito se encendía en su corazón. Juntos, se prepararían para enfrentar lo desconocido, y en ese proceso, fortalecerían aún más su vínculo.

A medida que se dirigían a casa de Amara, ella sintió que el peso del secreto que había llevado durante tanto tiempo comenzaba a aligerarse. Hablar con Leo había sido un alivio, y estaba lista para enfrentar lo que viniera.

Una vez en casa, encontraron a su madre en la cocina, preparando la cena. El olor a comida casera llenaba el aire, y Amara sintió que el calor del hogar contrastaba con la inquietud en su pecho.

—Mamá, necesitamos hablar —dijo Amara, su voz firme.

Su madre se volvió, una expresión de preocupación en su rostro.

—¿Qué sucede, querida? —preguntó, notando la seriedad en el tono de su hija.

—Leo y yo sabemos sobre el pasado de papá, y creemos que necesitamos más información. ¿Quiénes están detrás de los rumores? ¿Qué más deberíamos saber? —dijo, sintiéndose decidida a enfrentar la verdad.

Su madre tomó aire, y Amara pudo ver que la conversación se tornaría difícil.

—Está bien. Si ustedes ya conocen parte de la historia, es hora de que les cuente todo —respondió, su tono lleno de resignación.

Amara se sentó junto a Leo, sintiendo que la verdad estaba a punto de revelarse en su totalidad. El momento era crítico, y sabía que una vez que escucharan lo que su madre tenía que decir, nada sería igual.

—Tu padre tenía amigos en lugares oscuros, y no todos eran buenos. Se involucró en cosas de las que luego se arrepintió. Cuando decidí alejarme de ese mundo, pensé que lo habíamos dejado atrás, pero parece que no fue así —dijo su madre, su voz temblando.

Amara sintió una mezcla de tristeza y rabia. La revelación de que su padre había estado involucrado en un mundo del que su madre había querido protegerla la hizo cuestionar todo lo que había creído saber.

—¿Y ahora qué significa eso para nosotros? —preguntó Leo, mirando a Amara y luego a su madre.

—Significa que debemos estar atentos. Hay personas que podrían estar buscando venganza, y nosotros debemos prepararnos para lo que pueda venir. No podemos permitir que el pasado arruine nuestro futuro —respondió su madre, su determinación resurgiendo.

Amara sintió un escalofrío recorrer su espalda. La lucha por su futuro y el de su familia se había vuelto más real que nunca. Juntos, tendrían que enfrentarse a las sombras del pasado, y en ese proceso, buscarían la luz que siempre había estado presente en su amor.




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