Libro 3 "Amor entre Sombras"

Capítulo 12: La Estrategia

La conversación con su madre había dejado a Amara y Leo con más preguntas que respuestas. La noche había caído, y la casa estaba en silencio, pero el ambiente estaba cargado de tensión. Amara se acomodó en el sofá, con un sinfín de pensamientos cruzando su mente.

Leo se sentó a su lado, su mano buscando la de ella en la oscuridad. Era un gesto simple, pero le otorgaba un poco de paz en medio de la tormenta que se avecinaba.

—Necesitamos un plan —dijo Leo, rompiendo el silencio.

Amara lo miró, asintiendo lentamente. Sabía que la situación no se resolvería por sí sola.

—Sí, tenemos que averiguar más sobre el pasado de papá y quiénes son esas personas que buscan venganza. No podemos quedarnos de brazos cruzados —respondió, su voz cargada de determinación.

Leo se inclinó hacia ella, sus ojos serios.

—Podríamos empezar hablando con algunos amigos de tu madre. Tal vez sepan más sobre el pasado de tu padre. También podríamos investigar un poco en Internet, ver si hay algún registro de lo que pudo haber hecho —sugirió.

Amara se sintió aliviada al ver que Leo estaba tan comprometido en encontrar respuestas. Ella sabía que no podía hacer esto sola.

—Me parece una buena idea. También creo que deberíamos hablar con mis abuelos. Ellos siempre han estado cerca de la familia y podrían tener información valiosa —agregó.

—Perfecto. Entonces, dividiremos las tareas. Tú hablas con tus abuelos y yo haré una búsqueda en línea sobre cualquier cosa relacionada con tu padre —dijo Leo, su actitud firme y decidida.

Mientras ambos planificaban sus próximos pasos, Amara sintió un nudo en el estómago. Sabía que cada respuesta que encontraran podría llevar a nuevas complicaciones. Sin embargo, también sabía que no podían dejar que el miedo dictara sus acciones.

Al día siguiente, Amara decidió visitar a sus abuelos. Eran personas cariñosas, siempre dispuestas a escucharla y darle consejos. Cuando llegó a su casa, los encontró en el jardín, disfrutando de la brisa cálida de la tarde.

—Hola, abuelos —saludó, sonriendo mientras se acercaba.

—¡Amara! Qué alegría verte, cariño. ¿Cómo estás? —dijo su abuela, abrazándola fuertemente.

—Estoy bien, abuela. Pero hay algo de lo que necesito hablar con ustedes —respondió, sintiéndose un poco nerviosa.

Ambos abuelos la miraron con preocupación. Amara los llevó a la mesa del jardín y les explicó la situación, desde las revelaciones de su madre hasta su deseo de conocer más sobre el pasado de su padre.

Su abuelo frunció el ceño, su expresión seria.

—Es cierto que tu padre tuvo problemas en su juventud. Nunca quise que te enteraras de eso, pero era parte de su vida antes de que decidiera cambiar —dijo, su voz grave.

—¿Qué tipo de problemas? ¿Con quiénes se involucró? —preguntó Amara, sintiéndose ansiosa por conocer más detalles.

Su abuela tomó la mano de su abuelo, como si necesitara su apoyo.

—Tu padre se asoció con personas que no eran las más adecuadas. Tenían negocios ilegales, y aunque él intentó alejarse de eso, siempre hay consecuencias que pueden regresar —explicó su abuela, su mirada llena de tristeza.

Amara sintió que su mundo se tambaleaba. Todo lo que había creído sobre su padre se desmoronaba.

—¿Hay algo que debamos temer ahora? —preguntó, con el corazón acelerado.

—Debes ser cautelosa. Hay quienes no perdonan tan fácilmente. Pero también debes recordar que tu padre cambió por amor. Se alejó de todo eso para proteger a tu madre y a ti —dijo su abuelo, tratando de ofrecer consuelo.

Amara asintió, sintiendo que la determinación comenzaba a surgir en su interior. No podía permitir que el pasado arruinara su futuro.

—Gracias por decirme esto. Necesito hablar con mamá de nuevo. Tal vez ella pueda ayudarnos a entender mejor la situación —dijo, sintiéndose un poco más tranquila.

Después de despedirse de sus abuelos, Amara regresó a casa, donde encontró a Leo esperando por ella.

—¿Cómo te fue? —preguntó, notando la seriedad en su rostro.

—Me dijeron que papá tuvo problemas en su juventud, pero que cambió por amor. Necesitamos hablar con mi madre otra vez —respondió Amara, sintiendo que la historia de su padre la conectaba más con él, a pesar de los secretos.

—Entonces, vamos a hacerlo. No podemos quedarnos con dudas —dijo Leo, tomando su mano.

Ambos se prepararon para hablar con su madre. Sabían que necesitaban respuestas y que cada detalle los acercaría más a la verdad. No solo era una cuestión de protección, sino también de entender las raíces de su amor.




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