Libro 3: Una guerra debe prevenirse

Capítulo 39 “El nuevo nombre de Sérim Náham: Ariadna Berenice”

Eso es lo que el protector piensa. Con el retorno de la ayuda idónea de los portales, los viajes a lugares bastantes alejados ya se pueden hacer en solo segundos.

Todos se están preparando para disfrutar del agua fresca. Los compañeros que pueden invocar ropa con sus energías, ayudan a los otros para conseguir un traje de baño adecuado, aparte de otros objetos útiles.

Ricardo ya está cambiado y listo para meterse a la alberca, pero en esos momentos llega su consejero siniestro.

—Capo, una llamada desde México. Es el mismo presidente y quiere hablar con usted —le dice Fiorello, entregándole su propio celular.

El protector toma la llamada, enterándose a última hora que el presidente de Pemetoe quiere un favor personal, aprovechando de que el protector está en una de sus ciudades: la alcaldesa de Arvtess tiene un ligero problema entre manos, el cual tiene unos cuantos meses que empezó. El mandatario no compartió demasiada información, por lo que el mismo guardián tendrá que ir a investigar el asunto. Ricardo ya estaba por tratar de convencer al presidente de posponer ese favor, pero el útbermin cuelga del otro lado de la línea.

«Justo cuando planeo relajarme pasa esto. Perra suerte que tengo», piensa Ricardo un tanto molesto.

Antes de hacer algo, David llama a sus dos consejeros, pidiéndoles sus puntos de vista: Fiorello dice que es mejor esperar e investigar primero la ciudad de Quekea, antes de ayudar con este servicio emergente; por otro lado, Abihu dice que tienen algo de tiempo para revisar ese tal problema. Albert Cathal escucha el dilema en cuestión y se acerca; él también da su opinión, diciendo que es mejor ayudar a la encargada de la ciudad de una vez, entre que llegan los soldados. Al final, el romaní termina convenciendo al otro guardián sagrado de visitar a la alcaldesa. 

Antes de partir, los dos protectores sagrados cambian sus trajes de baño por sus ropas de costumbre, y les avisan a sus compañeros que irán a revisar un asunto emergente. Oyendo la noticia, Francisco decide acompañarlos, al igual que Sérim y Lindalë. La princesa le ayuda a su amiga faípfem felina a vestirse con nuevas ropas más veraniegas; mismo tipo de ropas que ella usará.

Los demás se quedarán, incluyendo los consejeros y Yev-Lirn. Fiorello y Édznah le recuerdan a su jefe que puede solicitar su ayuda en cualquier momento. El comandante le encarga a Nila que cuide de su hija mientras está ausente; ella lo promete. Desde que durmieron juntas en el hotel de Colombia, Nila y Quetzalzin formaron una amistad especial.

Para llegar más rápido a su destino, el grupo decide usar sus habilidades para volar: la numsegohg carga a Ricardo y Lindalë carga a Francisco. En solo minutos llegan a las oficinas del ayuntamiento, donde los espera la alcaldesa Kelly; una faípfem de una numbat. Tienen un pequeño retraso al entrar, debido a las armas que porta el comandante; Francisco se ha puesto ropa más casual, pero no ha dejado su armamento: cuchillo Bowie y sus dos pistolas Glock. Su fusil de asalto lo ha dejado en el hotel; igualmente, la gran espada que siempre carga Lindalë se ha quedado en el cuarto donde dormirá hoy.

Al llegar a la oficina de la alcaldesa, ella les informa que recientemente ha surgido un grupo criminal. Día a día más maleantes se unen a tal pandilla delictiva; el problema se está expandiendo poco a poco por la ciudad. Han tratado de capturarlos, pero ellos están fuertemente armados. Todavía no logran descubrir la guarida secreta de estos criminales, por lo que la hembra Kelly le pide ese favor al grupo de cinco; si pueden capturar al líder o eliminarlo, mejor.

Ricardo lo piensa unos segundos antes de contestar.

—Haremos lo posible; si no lo solucionamos el día de hoy, regresaremos después y le terminaremos de ayudar. Mañana tenemos que partir a la isla vecina y a la ciudad de Quekea; tenemos otro pendiente más importante.

Es la respuesta que da el protector del universo. La alcaldesa Kelly acepta esa condición, agradeciéndole por su ayuda; luego, le indica al grupo de voluntarios los sitios donde este grupo vandálico acostumbra realizar sus fechorías.

Con ayuda de un mapa que consiguen en una tienda cercana, Ricardo y compañía llegan al distrito ciudadano indicado, empezando a recorrer las calles. No es un lugar tan olvidado por las autoridades; hay casas particulares, añadiendo tiendas grandes y pequeñas. Hay algunos graffitis en donde se muestra el nombre de esta banda de criminales: «Los leales dingos roñosos» (The loyal & mangy dingos).

—¿Cómo vamos a buscar pistas acerca de estos vándalos? Yo no entiendo el idioma local —pregunta Sérim, un tanto preocupada.

—Yo puedo ser su traductor —se ofrece el comandante, quien conoce y habla fluidamente el lenguaje de Arvtess: ingles.

Por su parte, Ricardo recobró una habilidad otorgada por su consejero diestro cuando recientemente regresó a Rómgednar, la cual le permite entender todos los idiomas de este universo (*28). Él también ofrece ser el traductor de los tres compañeros que no saben nada de ese idioma: Sérim, Lindalë y Cathal.

El recorrido no es muy emocionante; la única noticia agradable, es el día despejado y fresco. El grupo toma un descanso mientras se detienen en una gasolinera, comprando varios bocadillos y sentándose en una de las bancas públicas cercanas.     

—Esto es un caso perdido. Llevamos caminando y preguntando por casi una hora y no hemos encontrado nada —dice Ricardo, cansado, bebiendo un refresco en lata.




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