Licántropo y Metamorfomaga

CAPÍTULO XV: Boggart

Los días pasaban a gran velocidad, cada vez estaba más cerca el día de luna llena y la poción ya casi estaba lista, solo faltaba añadir la rayadura de cuerno de Longhorn Rumano y el queso lunar para que adquiera un tono vítreo y estaría lista para que Remus empezara a tomarla una semana antes y a pesar de que estaba nerviosa no podía dejar de estar emocionada, sería la primer poción matalobos que concluiría con éxito pero aun así prefería mantener la calma… era experta echando a perder las cosas.

En el cuartel todo seguía desarrollándose con normalidad, la calma y el buen humor habían vuelto a reinar, excepto por Sirius que seguía haciendo funcionar su papel de gruñón a la perfección; y Remus, con sus periodos fuera visitando comunidades, eran muy pocos los momentos que se veían y eso frustraba de cierto modo a Tonks pero al menos tenía el consuelo de que Remus le confiaba el lugar donde estaría y el tiempo que se ausentaría lo que la ayudaba a sobrellevar de mejor forma la preocupación por su bienestar. 

—Nymphadora, ¿tienes un minuto?

Tonks rodó los ojos con enojo y dejó de lado los pergaminos que estaba redactando.

—Esto te divierte ¿verdad? —exclamó con sorna al ver que Moody fruncia el entrecejo mientras cerraba la puerta de su cubículo—.  El joderme la existencia repitiendo mi nombre a diestra y siniestra cada vez que te diriges a mí, ¿lo disfrutas?  Dime quisieras que yo te llamara “Ojoloco” todo el tiempo frente a tus subalternos.

Moody se cruzó de brazos, la miró por breves segundos con su ojo normal mientras el mecánico vigilaba el exterior de la oficina…

—Mira, —suspiró— la verdad no me divierte ver tu enojo, pero está bien, disculpa, trataré de recordarlo la próxima vez. —Se sentó en el asiento vacío delante de ella.

—Ok, olvídalo.

—¿Estas de mal humor?

—No, en realidad no, solo estoy preocupada.

—¿Puedo saber la razón?

—Prefiero no hablar de eso, aquí.

—Entiendo, ¿es de la Orden? —susurró Moody en voz sumamente baja.

—Mas o menos.  Pero ya veré luego como lo resuelvo.  Dime ¿en qué te puedo ayudar?

—Quería informarte que serás parte de la guardia encargada de llevar a nuestro objetivo importante a King´s Croos, mañana.  Kingsley no formará parte de esta misión para evitar sospechas, yo ya me encargué de tu permiso por unas horas mañana así que debes prepararte y madrugar. 

—Estaré allí temprano, sin falta.  Lo prometo.

—Bien, no te quito más tu tiempo.  Sigue en tu trabajo y ten cuidado siempre, Srimgeour…

—Lo sé.  Ha estado haciéndonos todo tipo de preguntas raras a Kingsley y a mí, pero hemos sabido manejarlas.

Moody asintió.   

—Si hay cambió de planes te informaré —estaba por abrir la puerta cuando se dio la vuelta para mencionar algo—.  Por cierto, antes de que lo olvide.  ¿cómo va lo de la Poción? Ya debe estar lista, en los próximos días será la fecha.

—Todo va bien hasta ahora.  Mañana puedo llevártela para que puedas revisarla y darme tu veredicto.

Moody asintió.

—¿Ya lo sabe?

Tonks guardó silencio y su mirada dudosa la delató.

—¡No lo has hecho! ¡Nymphadora!

—¡Shuuu! No hables tan alto.  No, aún no se lo he dicho, pero ya mañana hablaré con él cuando se la entregue.

Moody la miraba colérico.

—Ya, no me mires así.  Ya sé que me dijiste que lo hiciera, que hablara con él, pero no he tenido la oportunidad.  Además, es mejor que lo sepa cuando ya esté listo y así no tiene opción a negarse o rechazarla.

—La verdad, no entiendo tus decisiones, pero bueno, allá tú.  Solo espero que te lo agradezca y sepa corresponder a tus sentimientos. — Expresó sin miramientos. — Se que te has enamorado de él.

El rubor en el rostro de Tonks se hizo visible de inmediato.

—No digas tonterías, Alastor.

—Solo un sentimiento tan insulso como ese, es capaz de que pongas tanto en riesgo.  Debes sincerarte con tus sentimientos a tiempo antes de que pierdas el control sobre ellos o vas a arrepentirte después.

—No es un sentimiento insulso querer ayudar a alguien a aliviar su dolor.

Moody la miró unos segundos e iba a añadir algo cuando Arthur llegó con una amplia sonrisa

—¡Ron, ha sido nombrado prefecto! —expresó con tanta alegría, aunque contenida para evitar llamar la atención. — Y Molly nos espera hoy a todos para celebrar.

 

Tonks, llegó al cuartel general junto con Kingsley con el cual se había encontrado al salir del Ministerio.

Al bajar al sótano de la cocina se encontraron con Molly que estaba colgando una pancarta roja sobre la mesa, llena a rebosar de comida, que decía:

 

FELICIDADES

RON Y HERMIONE

NUEVOS PREFECTOS




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