Life Eternal

CAPITULO 34: Do It Like A Dude

     Dejo a Fiore en la cama, Naheca la asiste de inmediato, al principio me quedo renuente a alejarme de ella, no quiero soltar su mano, toda esa sangre me asusta y aún no me siento totalmente consciente de saber que soy padre, no me lo puedo creer. Naheca le pide a Zanza que me saque de aquí, siento las manos de mi prima sujetandome del brazo intentando alejarme de Fiore, pongo resistencia, mis pies de plomo se oponen a retroceder un solo centímetro, pero pronto Zanza encuentra argumentos válidos que me hace reconsiderarlo.

-Hariel... Naheca está en contra reloj, tenemos que dejarlo trabajar... Hazlo por Fiore...- Sus palabras generan eco dentro de mi cabeza, resuenan con fuerza paralizando cada neurona dentro de mí, volteo hacia ella y noto en sus ojos la desesperación y el pánico, asiento con la cabeza y veo por última vez a Fiore, mi corazón se desgarra cuando tengo que soltar su mano.

     Retrocedo lentamente sin quitarle la vista de encima, mientras Zanza me guía hacia la puerta, Neheca y otros ángeles empiezan a rodear la cama de Fiore, reciben las órdenes de su mentor mientras intentan salvar a mi mujer y ... A mi hijo. Una vez afuera, rebasando las puertas, estás se cierran de forma abrupta, bloqueando mi vista, la cuál dirijo hacia mis manos aún llenas de su sangre, la fuerza me abandona y caigo de rodillas, me siento desesperado y con miedo, Zanza se hinca a mi lado, su mano acaricia mi espalda y sus ojos me dedican una mirada llena de misericordia.

-Todo saldrá bien...- Intenta consolarme, pero la única forma de que recupere mi alma es ver a Fiore salir de ahí con una sonrisa en el rostro y bien.

-Esta embarazada... Lleva a mi hijo en su vientre... Y estoy a punto de perderlos a los dos...- La idea se mete a mi corazón y me provoca un dolor en el pecho que nunca había sentido antes.

-No los perderás... Naheca los salvará y todo estará bien... No pierdas la fe...- La veo fijamente a los ojos y puedo sentir que está tan preocupada como yo, agachó mi cabeza y ella me abraza con fuerza. 

     Unas pisadas nos hacen salir de nuestro momento, escucho como alguien entra corriendo por el pasillo, volteo y veo a Tyra, al parecer ya se enteró de lo que está pasando, su rostro ha perdido el color, parece que el miedo está haciendo presa de ella. Me levanto y camino hacia donde esta, extiendo las manos evitando que se abalance contra la puerta.

-¿Dónde está mi hija?- Su voz suena preocipada, la angustia se ha apoderado de ella.

-La está curando Naheca...- La tomo por los hombros he intento detenerla, pero parece ser una fuerza imparable.

-Dejame pasar a ver a mi hija...- Parece más amenaza que petición, cada palabra la dice con lentitud, como si yo fuera tan estúpido que no pudiera entenderla.

-Tyra... No podemos estorbarle a Naheca... Está haciendo todo lo que puede por Fiore y nuestro hijo...- Cuando lo digo parece salir de su furia de madre preocupada y entrar a la furia de madre celosa. Me siento arrepentido por informarle de esta forma tan abrupta que será abuela.

-¿”Nuestro hijo"? ¿Escuché bien?- Quito mis manos de sus hombros y retrocedo.

-Grandisimo hijo de puta...- Dice cada palabra entre dientes, parece contener su furia, esperando el momento indicado para liberarla.

-Tyra... Yo amo a Fiore... en verdad la amo...- Busco el apoyo de Zanza, pero ella simplemente se queda asustada detrás de mí, creo que Tyra es demasiado temible.

-Me vale madres que la ames... ¿Cómo se te ocurre... Cómo puedes...? ¿Quién les dijo que era el mejor momento para ser padres?- Parece no saber cómo explicarse, la rabia la está consumiendo.

     Sin que me lo espere, su puño golpea mi abdomen con fuerza sacándome el aire, de inmediato me doblo en dos, aprieto los dientes aguantando el dolor, cuando levanto el rostro veo a Tyra con los brazos cruzados, aún furibunda.

-Eso es por volverme abuela... Imbecil... - Intento erguieme y respirar lo mejor que puedo mientras ella camina y se recarga a lado de la puerta como buen perro guardián.

-Bueno, nadie dijo que la relación con la suegra sea muy fácil...- Zanza se anima a romper el silencio, tanto Tyra como yo la volteamos a ver con molestia e incomodidad.

>>>>>>>>+<<<<<<<<

     Después de un rato que se me hace eterno Naheca sale por la puerta, se limpia las manos llenas de sangre con una toalla blanca, parece extremadamente cansado, pero tranquilo. Tanto Tyra como yo nos acercamos con curiosidad esperando a que nos diga el estado de Fiore.

-¿Cómo está mi hija?- Tyra no puede controlar su nerviosismo, casi está encima de Naheca.

-Tuvo una amenaza de aborto que casi se cumple... Está extremadamente cansada... Pero estable... Ambos están estables..- Voltea hacia mí Naheca con una sonrisa llena de orgullo. -Pasen...-

     Da media vuelta y nos permite entrar detrás de él, vemos a los ayudantes revoloteando por el lugar, revisando por última vez a Fiore quien está dormida en esa cama tan blanca, le han cambiado la ropa y la han cubierto con las sábanas, su respiración es acompasada, tranquila, su rostro ya no expresa dolor. Tyra sin dudarlo se acerca y acaricia su frente, puedo ver esa actitud maternal protectora, en verdad estaba asustada por perder a Fiore y no solo ella. Camino hacia Naheca que está acomodando todas las cosas que ocupó para salvarla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.