"...Me llevaron a muchos médicos. Ninguno encontró la forma de ayudarme. Después de un tiempo mi familia se rindió.Y yo decidí rendirme también..."
"Casi siempre ese remedio me hace vomitar. Pero mi padre dice que debo tomarlo. Es un miorrelajante. Dice que, como nunca hay nadie en la casa, y para no cargar a Mariam con más trabajo, es mejor que yo duerma la tarde entera..."
"Mariam y su esposo prácticamente me criaron. Cuando era un niño, llamaba a mi padre o a mi madre para que me acompañaran, para que me abrazaran. Pasaba tanto tiempo sin recibir un sólo abrazo... No recuerdo ser abrazado por ninguno de ellos. Mariam es la única que todavía lo sigue haciendo. Me sigue abrazando aunque yo ya no soy un niño."
"Los primeros años iba a terapia física, a natación, al psicólogo, y tenía tutores porque mis padres decían que estudiaría mejor en casa. Terminé mis estudios y desistí de todo lo demás. Nunca me hicieron sentir como una persona. Siempre fui un número o un cheque mensual. Sé que no soy una persona entera, completa, igual a las demás, pero...¿acaso no merezco que me amen, aún siendo como soy, roto, averiado, malhumorado?"
"Cuando esa silla de ruedas se averió, mis padres me prometieron una nueva. Pero luego me dijeron que era mejor si me quedaba en mi habitación. Me comprarían cualquier tecnología que quisiera. Pero me sugirieron que aquel era mi lugar porque la casa no está preparada para que un lisiado suba y baje escaleras... Y Mariam ya es grande y no puede cargarme como lo hacía antes. No recuerdo cuándo fue la última vez que comí con mi familia..."
"Un día, me vi sólo en esa habitación enorme, rodeado de tecnología que ni siquiera sabía usar. Y de libros. Y decidí que así sería mi vida. Al principio yo lloraba todo el tiempo. Pero a mis padres y a mi hermana les molestaba. Ahora ya no lloro frente a nadie. Pero nunca dejé de llorar. Lloro sobre todo en las noches, cuando hay tormenta, o cuando me despierto de una pesadilla, o cuando el dolor es tan intenso que me hace gritar. Entonces sabiéndome sólo me doy permiso para llorar..."
"¿Sabes una cosa, Gulf? Me alegra que me hayas invitado a pasear contigo hoy..."