"-- ¡Hola, querido público! ¡Gracias por acompañarnos en esta celebración del maravilloso mundo de los Pokemon! Galar se distingue por su exuberante naturaleza y de la belleza de sus localidades. Es un lugar maravilloso donde convivimos con un sin fin de Pokemon. Si, asi es. En esta región tenemos la suerte de contar con estas maravillosas criaturas - Lanza una PokéBall al aire, de cual sale un pokemon elefante - La armonía que domina entre nosotros es plena y nos ayudamos mutuamente. Se encuentran en todas partes: en el mar, en el cielo, incluso en plena ciudad. Algunas personas se dedican a fortalecerlos para combatir y competir... ¡Los Entrenadores! Ah... me dejado llevar por la emoción. Para aquellos que aun no me conozcan, soy Rose. Sin mas dilación, recibamos con un fuerte aplauso al mejor Entrenador Pokemon de Galar. ¡Disfrutemos del espectacular combate que nos deparara Lionel, el Campeón!
Los fuegos artificiales fueron activados en ese momento, llenando lo alto del estadio con vistosos colores, mientras que en cubría de humo toda la zona inferior, donde permaneció todo en blanco unos segundos, tras que un fuerte viento apareció de la nada, creando un torbellino y mostrando al Campeón junto a su Pokemon insignea, Charizard. En el otro lado del campo, donde estaba su buen amigo y gran rival, que esperaba tomar por fin revancha de la ultima derrota.
-- Encuentro amistoso o no, Lionel, Aquí acaba tu racha de victorias
-- La palabra derrota no existe en mi diccionario, Roy. ¡Mira y aprende! - De la nada, una enorme energía rodeo a Charizard, haciendo a este crecer cada vez mas, mientras se cubría de una fuerte aura roja y cambiaba de forma, volviéndose mas imponente y poderoso"
Un Wooloo rodaba tras su entrenador, pasando por las calles del pueblo. Paul estaba entusiasmado, pues era un dia de suma importancia para el. Y también para dos de sus amigos. Tenia mucha prisa, pues su hermano, el mismísimo Campeón de Galar, le habita dicho antes de hacer una batalla con su viejo amigo en directo, que tras terminar, iría de vuelta a casa, trayendo con el 3 Pokemon especiales, con los que el y sus dos amigos podrían empezar sus propias aventuras. El no tenia ningún problema de no recibir alguno de ellos, total, ya tenia a su fiel Wooloo, pero le encantaba la idea de empezar su viaje junto a sus amigos. Tras subir unas escaleras, llego a una casa rodeada de flores, sonrió alegremente a su Pokémon, tras que toco la puerta y entro. Miro la entrada, muchas veces había ido a esa casa, asi que sabia donde estaba cada habitación . Y donde estaba su amiga. Giro hacia la izquierda , entrando en el salón. Allí encontró sentada en el sofá a una chica de cabello largo hasta la mitad de la espalda. Miraba en su SmartRotom el combate de Lionel y Roy, que había acabado con el resultado esperado de todos: una nueva victoria para el Campeón
-- Hola, Miura, ¿que tal? - La chica levanta la mirada, fijandola en el chico, que se percato rápido de que su celular era nuevo - Recién sacado de la caja, ¿eh? Y veo que lo has estrenado viendo el combate de exhibición de Lionel. No olvides darle ánimos con la pose Charizard, ¿Vale? - La madre de Miura, tras oír la voz del chico, entra en el salón, seguida de su Munchlax
-- Ah, Paul, tu eras. ¿Que te trae por aquí tan temprano?
-- Pone las manos en la cintura y dice con firmeza, sin dejar de sonreír - E venido a llevarme a mi buena amiga para que, junto a Víctor, empecemos nuestra aventura como Entrenadores Pokémon
-- Espera... ¡¿Qué?! - La chica se levanta rápidamente
-- Como has oído bien. Mi hermano me a prometido que viene hoy y nos nada a cada uno un Pokémon bien chulo - Mira el reloj - ¡Ah! ¡Leonel debe de estar al caer! Aaammm... - Mira a Miura, que estaba en zapatos de casa - Espero afuera a que te vistas - Va hacia la puerta - ¡Date prisa, eh! ¡Que tenga un buen dia! - Sale de la casa y baja rápidamente las escaleras
-- Vaya, Miura, es increíble, ¿no? El campeón te dara un Pokemon para que inicies tu viaje. ¿No es genial?
-- Presupongo que si...
-- Venga, que es hora de que empieces tu aventura. Ve y cambiate de ropa, ponte algo cómodo, ¿si?
-- Si, mama - Va a su habitación y se cambia. Tras unos minutos sale con unos pantalones cortos rotos azules claro, una camisa sin mangas y con cuello largo blanco con una PokéBall en el lado izquierdo y unas botas de montana naranja con calcetines rojos
-- Perfecto - Saca de tras ella una mochila nueva - Mira, para ti
-- ¿De donde la sacaste tan rapido?
-- Huy, hija, yo siempre estoy preparada para todo. Esperaba este dia de mucho. Toma, pontela y ve con Paul
-- Gracias, mama - Se pone la mochila
-- Animo, hija
Tras mirar por un segundo a su madre, Miura sale de la casa. En la base de las escaleras la esperaba Paul, que al verla preparada le hizo un gesto con la mano, haciendo que la chica bajara rápido . Este la miro y asintió al ver que la chica estaba preparada para la aventura. Dieron a marcharse, cuando observaron como un Wooloo golpeaba sin parar la puerta que llevaba hacia el bosque Oniria
-- Pero bueno, ¿que te hizo esa cerca de le das tantos Placajes? Bien que esta cerrada, el bosque es un lugar muy peligroso, esta repleto de Pokemon salvajes. Una ves la nieta de la profesora se colo y le hecharon una buena bronca. Bueno, yo no tengo de que preocuparme, tengo a mi Wooloo. Pero pronto y tu tendrás tu propio Pokemon. Venga, vamos a por el, que Víctor seguro nos esta esperando en mi casa. Seguro que y mi hermano ya llego. ¡Vamos! - Miura lo pensó un segundo, tras que asintió y siguió a su amigo. Corrieron por el pueblo a toda velocidad, llegando rápido a la casa del chico - ¡Hola, mama!
-- Ah, ya estas de vuelta, hijo. Hola, Miura
-- Buenos días, señora
-- Hola, Miura - Se acerca Víctor sonriendo - Por fin llegaste
-- Emmm... si
-- Mama, ¿Lionel aun no ha llegado?
-- No, lo siento. Pero seguro debe de estar al caer
-- En ese caso... ¡Víctor! ¡Miura! Vamos a recibirlo en la estación de Pueblo Par. ¡Vamos allá! - Sale corriendo de la casa
-- ... Este chico no tiene paciencia... ¿Vamos?
-- Venga, vamos