Liga Del Asfalto: Sombras De La Urbe - Libro 3

CAPÍTULO 23

LUCKY VOICES

 

Los estudiantes del Institución Educativa Abraham Medina esperaban impacientes la fiesta decembrina que se celebraría para despedir el año, sería un momento para sonreír, bailar y compartir regalos con los compañeros antes de disfrutar de las vacaciones.

 

Pero antes de llegar allí, se debía pasar por los exámenes finales de lapso, y no habían exámenes más difíciles que los del profesor Rangel de matemáticas, los alumnos lo sabían, más no esperaron encontrar ecuaciones tan abominables que a muchos les dio la impresión de estar mirando jeroglíficos en una hoja de papel.

 

Fue ese escenario de apocalipsis académico al cual se enfrentaron Anthony Meredos y sus compañeros, salieron del aula de clases con la mayor dignidad posible luego del examen para relajarse en el recreo, casi de inmediato buscó a Christian para saber su opinión.

 

—Hablemos en la cancha—Le dijo el joven Siller con preocupación.

 

Se sentaron en las gradas para ver el juego de Football que se desarrollaba, el «Súper clásico» 3ro B vs 4to A.

 

—Dios mío, ¿Qué le pasó a Rangel?, ¡Ese examen estaba peor de lo que pensaba! —Exclamó Anthony

—Y aun así fuimos afortunados, los de 3ro A les fue peor me habían dicho, pero no entiendo por qué Rangel se puso tan macabro, de repente.

—Los profesores no necesitan muchas explicaciones para ser unos cretinos, ¿qué se yo?, le rebajaron el sueldo, se enteró que Santa Claus no existe, problemas con su mujer.

—Sí, eso último más o menos lo puedo entender.

—¿Problemas con su mujer? Ja, ja, ja, déjame adivinar, te pasa lo mismo.

—Se podría decir ¿viste a Nayive en la clínica cuando fuimos a ver a Lázaro? Casi ni me habló, se puso muy distante desde lo que pasó en el Centro Comercial Metrocity.

—Pero eso te afecta, aunque sea un poco.

—Tengo que admitir que sí —dijo con desgano—. ¡Pero es una locura! Antes de eso parecía quererme ver hasta en la sopa. Ahora me trata como si tuviera lepra o algo peor. ¡No tiene sentido! No termino de entender los sentimientos de las mujeres. Debería bajar el telón y listo. Ya estoy en 5to año, tengo que parar con las tonterías y dedicarme al estudio.

—Tranquilo, que tampoco hay que hacer votos de castidad. Escucha esto, muchos hacen cosas opuestas a lo que sienten, algunos por timidez, otros porque no quieren que los lastimen.

—Dímelo a mí.

—Supongamos que una chica besa al chico que le interesa de forma espontánea, aunque lo tuyo fue un «casi beso», pero no importa. Es obvio que él no va a saber lo que ella piense sobre eso. Entonces, si él quisiera tener contacto con ella es lógico que la encuentre con mucha inseguridades en la cabeza «¡me quiere!», «¡no me quiere!», «¡me besó pensando en otra!», «¡lo besé mal!», bla, bla, bla., tú sabes, ese estado de telenovelas que siempre se ponen cuando hacen algo así. Si lo razonas, la reacción de ella resultaría muy lógica, ¿no te parece?

—Estoy de acuerdo con eso, pero para ser honesto existe otra cosa que me preocupa.

—¿Qué será?

—Como ya casi todo el mundo sabe Circe era la que me gustaba más, acepté la situación con ella, pero si voy con Nayive no quiero que ella crea que… bueno…

—Ahh, entiendo—Completó la idea Anthony—no quieres que Nayive piense que estas con ella porque otra «mejor» te rechazó por así decirlo.

—Nadie quiere ser la segunda mejor opción de otra persona me parece, podría estar equivocado.

—Ja, ja, ja no veo problema con eso, mira hace tiempo leí un libro…

—¿Por qué me imaginaba que dirías algo así?

—¡Caramba hombre solo escucha!, no te contaré toda la trama de la historia, solo una frase que recuerdo en estos casos, «que la dama decida con quien desea ir, y yo respetaré su decisión», Nayive ya tomó su decisión Christian, ella sabía que te gustaba otra, a pesar de ello fue a verte a OneUp luego de las cosas feas que le dijiste —Christian se toca el parche cutáneo con culpa—Ella no haría eso ni por mí, ni por Lázaro, ni por ninguno de acá, además ella es bonita, ¡enséñale la foto a cualquiera de los que están jugando Football y pregúntale si no saldría con ella!, muchos la elegirían ella por encima de Circe, y eso me consta.

 

Christian razonó brevemente esas palabras, conocía perfectamente lo de «defender su decisión», le tocó hacerlo con Circe cuando se enteraron que Lázaro estaba mal herido, consciente de que más temprano que tarde lo vería, se disculpó nuevamente por sus comportamiento, pero aún más por sus pasadas intenciones y sentimientos.

 

—Christian, todos merecemos ser felices, espero que lo seas cuando encuentres lo que buscas—Le dijo la rubia en esa oportunidad.

 

Ahora le tocaba hablar con Nayive y romper con los días de silencio.

 




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