Hotaru se levantó un poco más temprano para preparar la caja de bento extra que le daría a Keiji. Su madre ya había partido al trabajo incluso antes que pudiera abrir los ojos, así que no se despidieron.
Llegó a clases justo antes que sonara el timbre, momento en que también entraron Yukari y Miu para dirigirse a su rincón habitual sin saludarla.
Aun sin desanimarse tomó el celular para mensajear a su amigo, pero antes de lograrlo recibió uno de Miu pidiéndole almorzar juntas, sólo lo miró y suspiró resignada.
Así que antes de que pudiera ponerse de pie a la hora del descanso Yukari la estaba escoltando.
- Trajiste doble comida- sonrió Miu caminando a su lado, Hotaru se extrañó por el dulce tono de su voz, muy opuesto a como lucía su rostro, pálido y ojeroso- ¡No me mires así!- murmuró en un tono más grave- hice todo lo posible para lograr un buen maquillaje.
Hotaru le entregó uno de los almuerzos antes de llegar a los jardines. Yukari compró refrescos.
Miu comenzó lamentándose por su fin de semana, entonces Hotaru se enteró que el hecho que la hubiese invitado a almorzar era por algo importante.
- No creí que la situación llegara tan lejos- murmuró Miu para sí misma.
- al menos hasta que te hicieras mayor de edad- asintió Yukari.
- creo que en fondo no le interesamos…
Hotaru se quedó pensativa, y se sintió compasiva, lo único que hubiese querido en su lugar hubiese sido desaparecer.
- creo si tuviera dinero para independizarme lo haría de inmediato- murmuró tomando un sorbo de jugo.
-…¿no has pensado buscar otro trabajo?- respondió Yukari al rato.
- claro que lo he pensado, pero no hay ningún trabajo de medio tiempo que me sirva para pagar un arriendo. En el trabajo como modelo la mayoría del dinero se lo lleva la agencia.
- será difícil que puedas tomar una decisión.
Miu suspiró, tomando un onigiri, pero dándole un par de mordidas lo dejó de lado, Hotaru pensó que no le había gustado.
- ¿no vas a comer nada más?- intervino Yukari.
- ¿acaso alguien podría tener apetito teniendo tantas cosas en la cabeza?
- bueno, conozco gente que si lo hace…
De inmediato Hotaru pensó en sí misma, avergonzada.
Al volver al salón sus compañeras les dirigieron la mirada.
- ¡Miu!- la interrumpió una antes de que pudieran sentarse- tú conoces a Shun Matsumoto ¿verdad?
Levantó la mirada, extrañada.
-…si…
- ¿trabajas a menudo con él?
-…a veces…¿por?
- ¡es demasiado guapo!
- ¿pasa algo?- se interpuso Yukari.
- le hicieron una entrevista – exclamó indicándole la revista, Miu simuló escaso interés- ¡dice que la chica que le gusta es alguien del trabajo!
En eso momento Hotaru sintió que se le apretaba el estómago, y su cerebro revivió la escena donde los vio besándose.
Por su parte Miu recordó el mensaje que le había enviado la otra noche “…hablé de ti”. El corazón se le aceleró, sorprendiéndose a sí misma. Se mordió el labio inferior.
- trabajamos con…muchas…chicas- titubeó.
- ¡no sean groseras! – bufó Yukari perdiendo la paciencia- Miu tiene novio.
-…bueno…es cierto- se encogió de hombros.
- hay muchas modelos- respondió otra de ellas volviendo a su lugar.
- pero Miu es su pareja de trabajo oficial ¿no?
- no quisiera ser su novio- rieron a sus espaldas.
Hotaru pensó en Ryo sintiéndose apenada. Yukari aun en estado de alerta quiso increparla, pero Miu se lo impidió.
- déjala, son unas tontas.
En pocos minutos vieron entrar a Ryo. De inmediato Miu se le acercó y lo distrajo fuera del salón, para evitar que sus compañeras siguieran cuchicheando.
Hotaru se quedó en silencio hasta que el timbre para retomar las clases sonó, pensando en lo bueno que sería en realidad que Miu saliera con Shun.
Al final día siguiente pudo escabullirse para ver a Keiji, Miu al menos tenía mejor aspecto.
La noche anterior había preparado un nuevo bento con los ingredientes sobrantes, por suerte tenía habilidad suficiente para aderezarlo y decorarlo pasando así desapercibido ante los ojos de su amigo.
- Me parece excelente que hayas recordado tu promesa- sonrió masticando una salchicha.
- lo sé, me tardé un poco, lo siento.
- no pasa nada, el sabor de esta comida compensa todo.
-…gracias- se alivió ante tan genuina alegría. Keiji irradiaba tanta energía positiva que también deseó sonreír.
- Irás a entrenar hoy ¿verdad?
- a recoger pelotas y ver a las superiores- se encogió de hombros- sí.
- ¡excelente! Tendremos un partido de entrenamiento, seré pareja de Aki- rio enfatizando lo último.
- bien- musitó un poco avergonzada- no podría perdérmelo.
Se quedó pensativa, con él era tan fácil actuar de forma natural, en cambio estando con Miu apenas se atrevía a dar alguna opinión, incluso pensar demasiado en ella le hacía perder el apetito.
- ¿No vas a comer más?- se sorprendió él- el descanso casi acaba.
-…es cierto- suspiró revisando la hora en su celular- ¿quieres el resto?
- ¡claro! podría comer esto hasta el infinito- rio- aunque…¿pasa algo?
Hotaru bajó la mirada, botando un nuevo suspiro.
-…Si…si una persona estuviera haciendo algo malo a alguien que crees que no lo merece…¿harías algo al respecto?.
-…¿algo malo?...depende de cuán malo sea, supongo.
-algo como…engañarlo con otra persona- respondió cabizbaja, Keiji abrió más los ojos y carraspeó.
- ¿estás segura?
-¿harías algo al respecto?
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Editado: 29.11.2024