-…La verdad es que sí eres muy simpática- murmuró mientras acababa de registrar su número en su celular luego que Miu se ofreciera a enviarle algunos contactos de las personas que trabajan en su agencia.
Ella lo miró un poco confundida, sin saber realmente a lo que se refería, pero agregó…
- Es importante que puedas hacer un álbum de presentación y te prepares para la entrevista, si quieres podríamos hablar otro día para darte algunos consejos.
Él volvió a sonreír, ahora evidentemente complacido.
- ¿y no tienes tiempo ahora?
Miu se quedó pensativa, pestañeó un par de veces.
- creo que…tal vez deberíamos preguntarle a Yurina- se excusó sabiendo que de no tener en cuenta la opinión de su amiga podría meterse en problemas.
Él dio un ligero suspiro, luego la miró a los ojos.
- bueno…no se lo digas a nadie- susurró- pero Yurina y yo…hemos decidido terminar.
Miu levantó las cejas sin poder esconder su sorpresa, por cierto, una muy agradable sorpresa. Y sin hacerse más de rogar, decidió aceptar.
Takuya, de quien sabía poco más que el nombre, lo había conocido precisamente en la celebración del cumpleaños de una de sus amigas. Esa tarde se enteró que estaba en segundo de preparatoria, y que además de lucir especialmente atractivo era muy agradable.
Fueron varios encuentros en secreto, donde después que ella se esforzara en darle consejos para trabajar como modelo, él confesó que sólo había sido una excusa para acercársele. Miu complacida por su actitud y simpatía, en ese poco tiempo descubrió que ya le gustaba demasiado como para dejar de seguirle el juego.
Cuando creyó que lo sorprendería con el regalo que le daría por su cumpleaños fue él quien lo hizo, pidiéndole que celebraran en su departamento.
- Me pregunto si te pusiste así de linda para tentarme- murmuró sentándose frente a ella en la sala.
Ella rio, ya acostumbrada a sus cumplidos.
- ¿me dejas tomarte algunas fotografías?
- sólo si me logras convencer de que ahora quieres convertirte en fotógrafo- bromeó soltándose el cabello.
- sería un desperdicio no al menos intentarlo.
- bien- suspiró con una sonrisa- y qué tipo de fotografías quieres.
-…qué tipo de fotografías sabes hacer.
-…no lo sé…- lo siguió con la mirada- es tu cumpleaños…
Él se acercó acariciándole el cabello, ella rozó sus labios. Y en pocos minutos de besos y caricias, ahora con una nueva sensación hormigueando en su cuerpo, por iniciativa propia se desabrochó el vestido.
- Tal vez de este tipo- agregó ella casi con un susurro.
Takuya no dijo nada, pero sonreía adorablemente complacido, lo que a ella terminó por derretirla.
- Hueles bien- murmuró rozándole el cuello con los labios, haciéndole suspirar casi con un gemido.
-…Tienes…experiencia, ¿verdad?
-…y qué hay de ti.
Se avergonzó.
-…bueno…mucha menos de la que debes estar imaginando- apretó lo labios- pero me gustas demasiado.
- estaré complacido si me dejas enseñarte.
Se quedó inmóvil, y aun temerosa, se recostó en el sillón, dejando al fin que su amigo la tocara, besara e hiciera el resto del trabajo.
Yukari, quien ya a esa edad era más experimentada, fue la primera en enterarse luego que Miu no se resistiera a mantener el secreto de su, para ella, emocionante primera vez. Pero la mayor sorpresa fue que había sido con el novio de una de sus amigas. Y sólo bastó de algunos días para que la misma Yurina, en el camerino de la clase de deportes, la encarara al reconocer que su ropa interior era idéntica a la chica, que con el rostro cubierto, posaba en las fotografías que ahora estaban en su celular.
- ¡Qué gran zorra que eres!- exclamó frente a todas sus compañeras bajo la mirada desconcertada de Miu, que ahora en estado de shock al verse en la pantalla del celular, no pudo reaccionar.
- él le dijo a Miu que ustedes ya habían terminado, así que no tienes que culparla de nada- se interpuso Yukari.
- ¿terminar?- repitió con lágrimas en los ojos. De inmediato el grupo de chicas se puso de su lado.
Miu observaba la escena sintiendo como si con la mirada quisieran aniquilarla. Y aun, cuando antes de salir del camerino, alentada por las demás, Yurina le propinara una bofetada, contuvo las lágrimas hasta que sólo Yukari se quedó a acompañarla…
Sin decírselo a nadie, tras un par de días buscando en internet ofertas e ideas para aumentar sus ingresos un mensaje de una de las tantas páginas en las que había consultado llamó mucho su atención.
“ La verdad es que si eres estudiante es muy difícil que puedas ganar demasiado dinero. Hace poco más de un año me hice una cuenta en ‘Solo-para-fans’, donde básicamente subes contenido sobre ti y las cosas que haces y la gente paga por verlo, a mi me ha servido para complementar mi otro trabajo y es muy fácil de usar. Los primeros meses tienes publicidad gratis”
Revisó el tipo de contenido de algunas de las cuentas descubriendo que no era tan difícil a lo que ya hacía en la revista, sabía muy bien como posar en ropa interior, más le valía aprovechar que aun tenía una imagen que podía ser para algunos atractiva.
“Suscripción gratuita los primeros tres meses, luego nos quedamos con el diez por ciento de las ganancias”.
“Privacidad garantizada”.
Y cuando buscó su primer material descubrió que aun en su celular guardaba muchas fotos que serían de utilidad.
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Editado: 29.11.2024