Tal como le había hecho prometer cada vez que fuese a terapia, Anne esperando recibir un saludo de Tomoki, al acabar su jornada acordaron reunirse.
- Cómo te ha ido.
- ha sido cansado, pero creo que en poco tiempo podré caminar casi como antes- aun debía apoyarse de uno de los bastones.
- eso me alegra mucho.
- aunque a veces creo que prefería estar en el hospital contigo que en casa, recibiendo todo el tiempo clases particulares- suspiró.
- a mi no me culpes, fue idea de tu padre.
- tal vez podrías convencerlo en esperar un poco más para los exámenes libres.
- nada de eso- rio- no es mi responsabilidad.
- pero él te hace caso en todo- la miró de reojos.
Anne se sintió ruborizar.
- de todas formas…creo que es lo mejor, es importante que, dentro de lo posible, puedas volver a hacer tu vida normal.
Tomoki pareció pensativo. Sin hablar más ella tomó el menú y comenzó a leerlo. Sin notar que ahora él no dejaba de examinarla con la mirada.
-Luces diferente cuando no estás como enfermera- agregó de pronto.
-…¿diferente?
-me gusta, es como que fueras más joven.
Se quedó incrédula.
-no intentes adularme- volvió a reír.
-...bastante más que papá...de hecho.
Sintió como su corazón se detenía por unas milésimas de segundo, pestañeó un par de veces, aún así intentó actuar natural.
-...s-son...son sólo tres años...
Un silencio incómodo inundó el ambiente.
-Papá ya me lo dijo- declaró finalmente- aunque de todas formas ya se me hacía extraño que quisieran seguir viéndose…
-...y...qué piensas- se arriesgó, aun sabiendo que su respuesta podría no agradarle.
-...aún...no estoy seguro...-desvió la mirada- pero supongo...que prefiero que seas tú a cualquier otra persona.
Sonrió aliviada, aunque en paralelo era inevitable pensar también en la opinión de Hotaru.
-...Bueno, mi hija no lo ve así- suspiró.
- probablemente no tenga más opción que acostumbrarse…
En ese momento Seichiro se acercó a la mesa.
-Bien ¿ya se han decidido por algo?
- cualquier cosa que no sea carne, por favor.
- apoyo la idea de Tomoki.
- ¿¡qué?! Al parecer ambos se han acostumbrado a la comida de hospital.
Anne y Tomoki rieron al unísono, a ella le hubiese gustado que Hotaru les diera una oportunidad, pero probablemente se tomaría su tiempo…
Antes de salir del departamento se percató varias veces de haber puesto los formularios en su mochila, hubiese sido un desastre si su amiga se enteraba. Se reunió con su compañero afuera de la estación de Shinjuku y caminaron ese par de cuadras hasta el local.
Entraron por la puerta trasera, donde los recibió el moreno, Shinjiro, recepcionando los formularios les presentó la zona de vestidores. Era una amplia habitación, bien iluminada y con varios espejos donde podrían peinarse y maquillarse. Aunque Kouichi se sorprendió más al ver la zona del bar donde recibían a las clientas, equipado con elegantes lámparas de cristal, pantallas led y cómodos sillones.
-Supongo que no cuentan con ropa adecuada- comentó Shin con cierta incredulidad.
- lo siento- respondió Naoto.
- no importa, tengo algunas cosas que podrán servirles- abrió una especie de guarda ropas entregándole un par de trajes- supongo que con esto está bien durante los días de prueba.
Se abotonó la camisa agradeciendo ser lo suficientemente alto para lucir bien en esa clase de vestimenta, en cambio su compañero debió esforzarse un poco.
Con sus nuevos atuendos subieron al segundo piso donde fueron presentados ante el administrador. Un hombre alto y delgado les dirigió una sutil sonrisa. Su cabello, teñido de un llamativo azul eléctrico de largo hasta el borde de la mandíbula, hacia contraste con el blanco de su piel y el profundo oscuro de sus ojos. Debía bordear los treinta años.
- Nuevos aspirantes- murmuró con una voz más profunda de lo que hubiese esperado, parándose por delante de su escritorio- en la actualidad nuestro Host Club cuenta con veinte anfitriones y todos son bastante capaces, por lo que no piensen que podrán tan fácilmente entrar en el ranking de los mejores, las clientas son exigentes- ahora le dirigió la mirada al moreno- esta semana Shin está en el número siete, así que deberán estar dispuestos a competir entre ustedes…- sonrió- y dime... ¿Por qué quieres ser parte de nuestro staff?
Contuvo la respiración sintiéndose intimidado, pero por otro lado, a sus espaldas, sabía que tenía la mirada fulminante de su compañero.
- ...bueno…necesito...dinero-confesó serio.
-...me parece bastante sincero, si quieres dinero aquí tendrás a muchas mujeres a quienes complacer-rió prendiendo un cigarrillo-¿qué edad tienes?
-diecinueve...-se adelantó Shin.
El hombre se quedó analizándolo, Kouichi temió que hubiese descubierto que no era cierto, pero se acercó a su oído y susurró.
- La belleza y la juventud son efímeras, si tienes la suerte de poseer ambas no deberías avergonzarte en utilizarlas para conseguir los que quieras…
Parpadeó un par de veces y apretó los labios, para verlo ahora dirigirse a Naoto. Tras algunas pregunta indicó que estarían bajo la supervisión de Shin.
Una vez fuera de la habitación tragó saliva. Si bien había hecho varios trabajos diferentes, supo que jamás habría estado preparado para algo como eso.
- Tomen- sonrió sirviéndoles un vaso de whisky- necesitarán un poco de valor.
Dudando recibió el vaso y vio cómo su amigo lo bebió sin dificultad, él contuvo la respiración y tragó, sintiendo como el líquido dejaba un rastro caliente en su garganta antes de llegar a su estómago.
En el bar ya muchos de los anfitriones hablaban con sus clientas, las analizó en detalle, podría decir que en su mayoría se trataba de mujeres universitarias, y sólo hasta ahora pensó en qué podría hablarle a una chica de ese tipo.
#1612 en Joven Adulto
#10532 en Novela romántica
relaciones problematicas, romance +18, trastorno de la conducta alimentaria
Editado: 29.11.2024