La velocidad de la luz: Capítulo 10

…Por qué nunca nadie notó a esa pequeña que desde siempre había estado sola, que en tantos años nunca nadie se le había acercado de manera amistosa. Por qué razón nunca nadie pensó en ayudarla en vez solo verla resignarse ante ese sentimiento de tristeza y soledad…Aprendiendo a ser invisible. Ahora, consciente que todo era más fácil teniendo personas importantes a su lado le era imposible saber cómo se suponía que debía actuar…

Tras haber intentado con cierta dificultad seguir las instrucciones de Mayumi debió salir para una nueva sesión.

Al entrar en el box Mayumi la saludó con una sonrisa, le ofreció algo de beber y se sentó frente a ella.

- No me escribiste- musitó con una voz mucho menos hostil de lo que esperaba.

- …no han pasado muchas cosas…- se excusó cabizbaja, aun sabiendo que lo menos que había hecho fue pensar en ella.

- es verdad, no pasa nada, por qué razón querrías mensajear a una extraña- bebió un poco de agua, sorprendiéndola - ¿pudiste hacer la tarea que pedí?

Mantuvo el silencio antes de sacar el diario de su bolsito de cuero rosado, buscó la segunda hoja, y se lo entregó un poco dudosa.

Mayumi pasó los ojos por la larga lista de cosas que a Hotaru le desagradaban de sí misma, en su mayoría simples situaciones del mundo material, pero se detuvo a pensar en una de ellas.

- …¿Siempre has tenido esa dificultad para expresarte?

Se quedó pensativa.

-…se fue complicando…a medida que me fui haciendo mayor.

- las personas te juzgan mucho si no sabes ser asertivo- asintió.

-…además nunca he sido buena conteniendo mis emociones…es una mezcla de ambos.

- ¿y eso te hace sentir insegura al momento de acercarte a alguien?

Pensó en todas las fallidas veces que había intentado interactuar con otros, quedándose paralizada. Sintió antipatía por sí misma. Asintió con la cabeza.

- además- se mordió el labio inferior-…si no eres una persona interesante…no puedes permitirte cometer errores.

La vio tomar apuntes en el computador. Se quedaron en silencio por un buen rato.

-...mencionaste “ser interesante” ¿qué crees que eso significa?

-…no lo sé…alguna forma de…destacar entre otros…

- entonces admites que, a pesar de ser consciente de tu falta de habilidades sociales sí quieres que te noten.

¿Alguna vez había deseado ser popular?

-…tal vez…de alguna manera.

- entonces quieres ser popular…

- …para nada- suspiró-…sólo quiero dejar de ser invisible…

-...cómo saber si de verdad eras invisible…-suspiró- Dime Hotaru ¿Antes de esto tenías personas que se preocuparan por ti?

De inmediato pensó en sus dos amigos, el corazón se le encogió. Volvió a asentir.

-…pero…creo que…los defraudé…

- ¿y eso te hace sentir triste?

-…si- susurró con un nudo en la garganta-…sólo quería…que mamá…se preocupara por mi…- debió tomar un poco de agua- pero también la defraudé…

- ¿y no había otra forma de llamar su atención?...¿Nunca se lo dijiste?

Alcanzó un par de pañuelos desechables de la cajita que estaba en el escritorio para secarse la cara. Mayumi la dejó descansar.

- Hotaru- musitó- es normal que todos deseemos ser de alguna forma aceptados, pero la realidad es que muy pocas veces lo logramos con el éxito que queremos…Si eres paciente, sincera y aprendes a manejar tu frustración las cosas serán más fáciles…y eres la única que puede construir una mejor realidad para sí misma.

Se quedó en silencio, aunque en su mente con muchos pensamientos que despertaron todo tipo de emociones, y amenazaban con hacer explotar su cabeza en cualquier momento.

- A veces lamento que las sesiones sean tan cortas- sonrió- aunque de otro modo creo que sería demasiado abrumador- se puso de pie- No hablaremos hoy de tu nueva tarea, pero te enviaré un correo, y así nos veremos en unas semanas ¿estás de acuerdo?

Salió de la consulta cansada, lamentando haber hablado asuntos personales con alguien que acababa de conocer…Aunque era como si intentara entender sus pensamientos, incluso antes que ella misma lograra hacerlo.

Al verla desanimada Anne le ofreció un brazo, caminaron calle abajo buscando un taxi en completo silencio, tenía tanto en qué pensar que ni siquiera el sonido de los semáforos ni las bocinas la sacaron de su trance, hasta que el aroma de algo recién horneado le hizo advertir que su madre la había arrastrado hasta una panadería. Inmediatamente sintió que el corazón se le aceleraba al descubriese rodeada de dulces y panes de diferentes tamaños, no pudo avanzar más allá del primer mostrador. Anne en cambio tomó una bandeja y seleccionó un par. En la caja un amable chico con mascarilla las atendió, se alivió que al menos sus sonrientes ojos azul oscuro le hicieran de momento no pensar en la comida.

- Seichiro ama los panes de este lugar- musitó volviendo a retomar su camino- siempre compraba algo antes de ir al hospital… ¿viste además la decoración?

Asintió cabizbaja, haciéndole comprender que estar expuesta a tantos estímulos comestibles no había sido de su agrado.

Al llegar a casa se sentó en el sillón, Anne abrió la cortina para que pudiese recibir un poco de luz.

- Parece que ya no volverá a nevar- sonrió viendo como la densa capa de nieve comenzaba a derretirse dando paso a algunas manchas de césped- el cielo también está más claro, el invierno siempre fue mi época menos favorita del año.

-…hace frío- suspiró apoyando la cabeza en el respaldo. Su madre la miró alcanzándole una manta.

- ¿te sientes bien?

Asintió, secretamente agradecida de tener esa atención que por tanto tiempo había deseado.

-…sólo un poco cansada…gracias.

Anne suspiró con una leve sonrisa y le pasó la mano por el cabello, también agradecida de tener de vuelta a su Hotaru.

- Mayumi…- titubeó- Mayumi dijo que podías usar tu celular ¿quieres que lo traiga?

La miró extrañada.

-…¿de verdad?