- No dudes en escribirme si tienes dudas- musitó ella acomodándose los anteojos.
Kouichi la analizó con la mirada, y estiró el brazo ofreciéndole una mano, que Mayumi aceptó con una ligera sonrisa. Inclinó la cabeza antes de salir del box, y suspiró profundo al cruzar la puerta del edificio.
Yuuri lo había mensajeado para que pasara por unas bebidas y se alegró al verlo entrar al departamento.
-¿Fue una despedida deprimente? – musitó desde la cocina.
- no más deprimente que todo lo que tuvo que oír- bromeó.
Yuuri lo examinó compasiva, amaba su actitud ahora familiar, y si bien ya no podía decir que era el mismo de antes, esa nueva versión también le encantaba.
Luego de quitarse el abrigo dejó las bebidas sobre la mesa de la cocina.
- ¿Hay algo especial que quieras cenar?
- tal vez…podríamos pedir algo a domicilio.
Ella volvió a examinarlo, los mechones más largos de su cabello se escondían bajo el cuello de su camisa, se había quitado la corbata y el sweater producto de la calefacción. Le quedaba tan bien el uniforme de instituto, casi obligándole a recordar que, a pesar de su apariencia, no era un adulto.
- sólo si prometes quedarte conmigo- sonrió con complicidad.
Kouichi levantó las cejas.
- ¿intentas sobornarme?
- tómalo como quieras.
- bien, entonces iré a cambiarme.
Lo vio meterse en la habitación. Ella tomó su celular para buscar opciones de comida.
- Ramen casero en cuarenta minutos- murmuró al verlo de vuelta. Se había quitado el delantal de cocina y ahora disfrutaba una taza caliente de té en el sofá.
-…cuarenta minutos- repitió pensativo- en fin, no tenía tanta hambre. - Se sirvió un vaso de bebida sentándose a su lado.
Yuuri dejó su taza vacía en la pequeña mesita que tenían a un lado y volviendo a coger su celular apoyó la cabeza sobre sus piernas. De inmediato él pareció avergonzado.
- Es una posición más cómoda- sonrió complacida.
En su pantalla desfilaban unas cuantas fotos de la página donde seguía a Julie en sus redes sociales, sonriente como siempre, su cabello rubio al fin estaba peinado, y las facciones de su rostro se habían vuelto más delicadas. Disfrutaba un paseo acompañada de sus amigos, todos le parecieron atractivos, al menos ya sabía que no salía con ninguno.
- ¿Crees que a Ryo pueda gustarle Julianna?
Kouichi se quedó pensativo.
- creí que había dicho que no tenía interés en ella.
- porque no ha visto lo linda que luce ahora- rió acercándole la pantalla, aunque él pareció no darle demasiada importancia.
-…creo que no es unas de las características que más pueda importarle.
- sí claro, los sentimientos- murmuró incrédula.
Él posó una mano sobre su cabello.
- Por qué piensas así de él.
-…es así para todos- suspiró buscando su rostro, desde abajo sus pestañas parecían incluso más largas- en parte a mi también me gustas por eso- susurró, y lo vio ruborizarse.
Consciente de ello Kouichi con su mano libre le cubrió la cara, y viéndola risueña y desprevenida se inclinó para besarla. Fue ella quien ahora se quedó avergonzada.
Al cabo de uno segundos Yuuri, embobada, rozó con suavidad una de sus manos por su mejilla. Kouichi le devolvió esa mirada cómplice que buscaba, y se incorporó frente a él para responder con un beso que a sí misma provocó escalofríos.
-…Aun hay tiempo antes que llegue la comida…
Él bajó la mirada y apoyó el rostro sobre su hombro rodeándola por la cintura. Sus labios dejaron un camino húmedo alrededor de su cuello. Con un ligero cosquilleo de su lengua sobre sus labios lo dejó entrar en su boca, quien hábil y delicado se deslizó a su paladar, al cabo de unos minutos le hizo soltar un suspiro. Entre roces y caricias las manos de Kouichi treparon sobre su cintura, un poco avergonzada lo dejó aventurarse bajo su blusa. Un escalofrío en su espalda la hizo estremecer ante el roce frío de sus dedos.
-…lo siento- susurró.
Yuuri besó su mejilla sabiéndolo también embobado.
En una fracción de segundo las manos de Kouichi se habían vuelto tibias, y lo sintió llegar bajo su brazier para al fin sentir el contacto directo con su piel, debió suspirar profundo. Sus dedos jugaron en el área más sensible haciéndole experimentar de momento la sensación más placentera. Con una mezcla de timidez y placer desabotonó y se quitó la blusa. Luego de besarla, complacido Kouichi volvió hasta su pecho, e iniciando con un sutil roce besó sus senos hasta hacerla emitir el primer gemido. Su respiración se fue acortando, lo rodeó con los brazos, permitiéndole inclinarse sobre ella. Enredó los dedos en su fino cabello dejándose envolver por su delicioso aroma, ya sabiéndose incapaz de oponer resistencia. Lo vio quitarse la polera y embriagada quiso que siguiera desvistiéndose y que también lo hiciera con ella. Sin duda sentir cada milímetro de su piel desnuda pegada al pecho de Kouichi fue una sensación infinitamente excitante.
Él por su parte deseaba seguir besando cada rincón de su cuerpo, pero pensar en dejarse llevar y hacerlo en ese momento con alguien ante sus ojos tan delicada e inexperta como Yuuri le pareció un poco perturbador.
-…Estoy bien- susurró ella entre suspiros. Sus mejillas estaban rojas, sus labios húmedos y sus ojos sonrientes amenazaban con hacerlo caer en la tentación.
Se inclinó para besar su frente. Ella guío una de sus manos hasta su cadera. Su pecho subía a bajaba en cada respiración, bajó la mirada por la línea media de su abdomen notando a penas el color crema de su ropa interior bajo su falda. Su mente obnubilada le imploró volver a saborear su piel, pero apretó los labios y se despejó la garganta antes de poder configurar una excusa adecuada.
-…sé que ha sido algo nuevo- susurró buscando su rostro-…pero…tal vez…deberíamos…esperar.
Con evidente desilusión Yuuri desvió la mirada.
-…claro…
#1737 en Joven Adulto
#11255 en Novela romántica
relaciones problematicas, romance +18, trastorno de la conducta alimentaria
Editado: 18.01.2025