Llegó a casa perturbada por tan incómoda revelación, sonriendo de la nada, situación que cambió al ver a una somnolienta Anne sentada en el sillón, y no preparando la cena como acostumbraba
- ¿Tuviste un buen día?- la saludó Anne, fue inevitable examinarla, tenía los labios secos y su voz le pareció menos sonora.
-…aun…tengo mucho que estudiar.
- ¿te parece si pido algo de comer y cenas en tu habitación?...Seichiro llegará tarde.
Era una propuesta bastante extraña teniendo en cuenta que a veces seguía vigilándola, pero no tenía energías para contradecirla, así que sólo asintió con una ligera sonrisa.
Subió a su habitación, y, contrario a lo que se había propuesto, a pesar de esforzarse en leer un par de capítulos, le fue imposible dejar de pensar en los ahora dos interesantes hermanos.
Cuando Anne entró, con una porción de yakisoba se paró del escritorio y aunque le hubiese gustado cenar juntas, tan rápido como llegó dejó la bandeja y volvió a cerrar la puerta. Así que no tuvo más opción que ponerse unos audífonos y quedarse un buen rato mirando por la ventana.
Sin atreverse a preguntarle cómo se sentía supo que Anne sólo estaba esa mañana en la cocina para cerciorarse que tomara sus medicamentos, fue ella misma quien debió preparar su comida y la de Tomoki.
Al llegar a clases, más tarde de lo que acostumbraba, se sintió culpable al ver a Ryo con la cabeza entre las páginas de uno de los libros, incapaz de saludarlo más que con una leve inclinación de cabeza evitó mencionar el trabajo hasta la hora de la clase de Historia.
Se volvió con timidez, él pareció estar esperando a que lo hiciera.
- Tengo información de utilidad desde la página…- murmuró, mientras ella sólo asentía analizando cada una de sus facciones en relación con las de su hermano. Su intimidante y expresiva mirada, su nariz respingada y labios pequeños, la forma de su rostro…A excepción del corte de cabello serían casi idénticos, aunque sin duda la expresión de Ryo seguía pareciéndole más interesante…Era casi irreal que pudiese conocer a su igualmente atractivo hermano.
-…Leí el libro- respondió despistada- pero aun me falta tomar apuntes.
Ryo dejó sobre la mesa su cuaderno y comenzó a hojearlo.
- puedes guiarte por esto.
Pasó la vista sorprendida por su prolija caligrafía, asintió avergonzada, y se volvió a su lugar tomando el cuaderno disimulando una sonrisa.
- ¡Claro! Gracias por todo.
- No hay problema…
Keiji miraba a su amigo de reojos, la chica la que acababa de ayudar, aun complacida seguía viéndolo hacia atrás, ruborizada. Aki jamás se había esforzado en gustarle a alguien, sólo con el hecho de entrar a algún lugar su aura hacía que de alguna u otra forma las personas posaran en él su atención, siempre había sido atractivo, y amable, pero al mismo tiempo inalcanzable para todas. Suspiró, una ráfaga remeció las ramas de los árboles y también su cabello. Volvió a caminar a su lado.
- Sólo deberías decirles que eres homosexual- murmuró incrédulo. Aki lo miró de reojos y dirigió la mirada hacia el cielo.
-…cuando lo dices de esa forma- sonrió- es como si te molestara.
Keiji se avergonzó.
-…es sólo que- y esta vez pensó en Rin- le gustas a las mujeres más que cualquier otra persona que conozco.
Aki mantuvo ahora su atención al final del camino, y al cabo de unos segundos respondió con suspicacia.
- ¿Estás molesto por algo?
Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, la escena del último encuentro con Hotaru, sin una razón suficientemente lógica seguía incomodándolo, quería mencionarlo, pero siquiera había podido hacerlo con su mejor amigo. Sin atreverse a mirarlo, suspiró profundo.
-…Rin es casi dos años menor que yo y es más inteligente, sabe hablar inglés y está en una prestigiosa academia de música…
-…¿y hay algo malo con eso?
-…es demasiado perfecta, es más como tú- bufó, Aki rió- y aun así no puede gustarme lo suficiente…no al menos como sé que debería.
Ahora su amigo pareció analizarlo, a diferencia del consejo que con ansias esperaba, esta vez se quedó en silencio.
Hotaru quitó sus ojos de la pantalla del computador y miró hacia la ventana, el sol de ese día había logrado energizarla, estiró las manos, satisfecha, casi logrado acabar su parte del ensayo, y posó su vista otra vez sobre el cuaderno de apuntes de Ryo con una sonrisa. Ya eran casi las cinco, y como había indicado, iría a devolvérselo al salón de música.
-No puedo creer que faltamos al entrenamiento por esto- suspiraba Momo entrando al edificio de la biblioteca.
- no hay opción si ambos necesitan ayuda- musitó Aki con una sonrisa.
- eso es porque Keiji se pasa todo el tiempo pegado a su novia- Continuó, él lo miró de reojos sabiendo que bromeaba- y no me interesa mejorar mis notas en ciencias al menos hasta que acabe el semestre.
Aki se adelantó haciendo caso omiso.
- además podrías dejarnos en paz y pedir ayuda a tu amiga, Hotaru.
Keiji frunció el ceño, suspirando resignado.
Antes que lograran alcanzarlo Aki se adelantó con algunos libros de ejercicios.
- estaremos bien con estos- agregó ahora impidiéndoles el paso.
- ¿no vamos a quedarnos aquí?- se extrañó Keiji.
Aki negó con la cabeza, ahora esforzándose en impedir que Keiji pudiese percatarse de la presencia de Hotaru, quien además acababa de ponerse de pie.
- podemos ir a los dormitorios.
- ¡¿qué?!- bufó Momo- Será tu culpa si me duermo.
Por suerte Keiji no opuso resistencia. Aki sonrió, logrando evitar con éxito otro accidental encuentro.
Al no escuchar ruido desde el interior dudó al tocar la puerta. Naoki apareció abriendo de inmediato.
- ¡Es Hikaru!- sonrió – ¿quieres pasar?
-…lo siento- respiró profundo- buscaba a…
- ¡Ryo!- la interrumpió- está acá, pasa.
- descuida, esperaré aquí.
-vamos, no hay problema- insistió tomándola de un brazo.
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Editado: 05.05.2025