Ligera y agridulce

Nada más de ti: Capítulo 6

Cuando trabajaba en el hospital era habitual que le hicieran exámenes de forma rutinaria, que por cierto siempre habían estado bien, así que esta vez sólo atribuyó su malestar a la falta de actividad, hasta esa mañana, cuando además de las náuseas, con un cansancio que no había tenido ni en los más arduos turnos, se vio obligada a pedir con urgencia una hora al médico. Evitando levantar sospechas salió de casa una vez que todos se habían ido.

A penas entrar a su consulta la doctora la saludó como si aún fuera parte de sus compañeros de trabajo.

-…Sólo un poco cansada- respondió con una sonrisa, cuando le preguntó cómo se encontraba- pero ahora que me ha vuelto el período, no lo tenía hace algún tiempo, ha sido extremo abundante.

- entiendo…probablemente te ha provocado anemia ¿tienes algún antecedente ginecológico que mencionar?

- nada que recuerde- musitó- aunque después de casi dos meses llegué a pensar que tendría una menopausia prematura.

- creo que sabes que para tu edad es una idea anticipada- sonrió con evidente incredulidad- la interrupción del período…

- también lo atribuyo al estrés- la interrumpió- meses atrás estuve cuidando a mi hija…fue agotador.

- ¿antes no habías tenido otros síntomas?

- bueno…el delicado estado de salud de Hotaru- se excusó.

- ¿no lo recuerdas?...¿Tal vez lo pasaste por alto?

Suspiró por la nariz, sólo se había sentido cansada.

- bien- agregó entregándole la orden- necesito que te hagas algunos chequeos a la brevedad y así saldremos de dudas.

Por supuesto no iba a decirle a los demás que estaba preocupada por su salud, cuando en esa familia era ella quien debía cuidar de los demás, así que sólo decidió que esperaría en calma.

Al día siguiente Hotaru revisó con satisfacción aquel correo de Ryo adjuntando el trabajo, y como aun era temprano llevó el notebook a la cama y respondió procurando ser políticamente correcta, hubiese querido encontrar alguna excusa para poder hablarle un poco más.

Luego de fantasear y dar varias vueltas entre las sábanas se extrañó que Anne no la hubiese llamado a desayunar, así que se vistió con la idea de hacerlo ella, encontrándola aun en cama.

-…¿Estás bien?- se asomó a la puerta.

- …Hotaru…¿no tienes que trabajar?- respondió con voz ronca, al parecer acababa de despertar- Seichiro y Tomoki ya se fueron.

-…me pidieron intercambiar un turno ¿quieres que prepare el desayuno?

- gracias- musitó- pero estoy bien así.

Sin ánimos de molestar prefirió seguir su camino. Se sirvió jugo de frutas y cuando en completo silencio terminó de comer, le preparó té.

Entró sigilosa dejando la taza en el velador, para descubrir que se había dormido. Incapaz de despertarla se sentó a su lado en la cama, sus manos estaban frías a pesar de encontrarse cubierta por completo. Pensaba encender la calefacción cuando el sonido del celular de Anne llamó su atención, dejándolo sonar un par de veces, decidió contestar al tercer intento.

Al otro lado, la voz apresurada de una mujer preguntó por Anne. Y al enterarse que se trataba de una llamada médica, debió despertarla.

-…Tienes una llamada.

-…¿una llamada?- murmuró ahora inclinándose.

La vio asentir varias veces, sin expresión alguna, y cuando colgó le pidió que le alcanzara su notebook.

- ¿Está todo bien?

-…unos exámenes- murmuró mirando la pantalla.

Ella apretó los labios y se quedó en silencio, hasta que el rostro de su madre palideció aún más.

-…te…te hice un té…

-…claro- parpadeó en cámara lenta.

- ¿pasa algo?

- bueno…-titubeó dejando el computador de lado- creo que deberíamos llamar a Seichiro.

Se quedó viéndola beber su té en silencio. Cuando volvió de la cocina Anne ya se había vestido, y antes del horario de almuerzo Seichiro estuvo en casa. Lo oyó murmurar, pero no fue capaz de hacer preguntas, hasta que reuniéndose en la sala su madre mencionó que debía ir al hospital para un nuevo chequeo.

-…De acuerdo con los exámenes- le dirigió una mirada mucho más seria- al parecer estoy embarazada…

Debió esforzarse en contener su reacción, miró de reojos a Seichiro, que por su expresión supo que se había enterado hace pocos minutos, y volvió a verla, había bajado la cabeza, ciertamente más preocupada que contenta. A ella ya se le había apretado el estómago.

- Iremos al hospital, la doctora está esperando para hacerme una ecografía.

- déjame acompañarte.

- prefiero que esperes Tomoki, él no lo sabe- musitó, Seichiro la ayudó a incorporarse.

Anne parecía tan severa y decidida que no pudo reclamar. Los vio subir al auto, y al fin, estando sola suspiró pesadamente, intentando comprenderlo. Claro que no era imposible, su madre aún era joven y…bueno…tenía una pareja. Se cubrió el rostro con ambas manos, comenzaba a dolerle la cabeza.

Abrió las cortinas del ventanal hacia el patio y se recostó en el sillón, no tenía más opción que esperar.

Con los audífonos y una lista de reproducción de rock de los años ochenta se quedó tirada en el sillón.

Joven, con una niña, sin familia, amigos ni un trabajo…Por supuesto que era mejor decir que su padre había muerto a admitir la humillación de que habían sido abandonadas…No podía culparla…

El reloj marcaba más de las cinco cuando volvió a abrir los ojos, se quedó viendo cómo el sol bajaba a un lado del ventanal y revisó su celular, aun sin noticias, ya comenzaba a extrañarla. Con el estómago vació desde el desayuno y consciente en que probablemente Anne tampoco había comido decidió ir por algunos ingredientes. Por suerte la verdulería más cercana estaba con descuentos, compró también varias frutas que sabía que a ella le gustarían.

- Las frutillas estarán con descuento desde las seis - murmuró la encargada.

Buscó su celular para mirar la hora, pero como la batería se había acabado, debió arriesgarse tomando un paquete.




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