Aunque temió en las dificultades que tendrían para convencerlo, el padre de Julianna sonrió complacido al ver el departamento y que incluso le hubiese preparado una habitación exclusiva, en Italia no era habitual que los jóvenes se fueran de casa antes de la universidad, pero acá era diferente. Rechazó la invitación a cenar excusándose en que debía notificar lo antes posible su llegada al hotel donde se hospedaría y se despidió de su hija con un beso en la mejilla, como ellos lo hacían. Ambas suspiraron aliviadas al verlo cerrar la puerta.
- ¡Moulto bouno!- exclamó su amiga guiñándole un ojo.
- lo logramos- musitó, al lado de Julie su personalidad era incluso introvertida.
- sabía que papá no se quedaría a cenar- rio.
- y eso que preparé mucha comida- bufó caminado a la cocina- ¿Por dónde quieres empezar?
- mmm…poder sorprender.
La voz de Julianna sonaba menos aguda que por teléfono y su acento le pareció divertido.
- “sorpréndeme”- la corrigió con una sonrisa.
- juro que practiqué- rio- en casa normalmente papá no habla japonés.
- aun así tu acento sigue siendo adorable.
Y aunque creyó que era demasiado para ambas Julianna la sorprendió comiendo a gusto todo lo que había servido, estaba más delgada de lo que recordaba, pero su apetito no disminuía.
- Me alegra mucho que Yuuri tenga este lugar para ti sola.
- no es tan grande, pero está en un barrio céntrico, ya hice una lista de todos los lugares que podremos visitar.
- qué nostalgia- musitó sentándose en el sillón.
La miró de reojos, sonriendo. Sin duda su amiga se había vuelto más madura y más guapa, y a pesar que la veía con frecuencia en fotos, sus expresiones le daban a sus casi perfectos rasgos faciales un toque más agradable del que ya tenía con solo mirarla.
- Tu piel luce muy linda…
- ¿tú creer? mamma dice que heredé la piel de papá.
Se quedaron varias horas en el sillón hablando antes de dormir, ya que a pesar del agotador viaje su amiga estaba demasiado emocionada como para ir a la cama.
Esa mañana Hotaru se levantó temprano para los bentos de ella y Tomoki después que la noche anterior los deleitara a todos con una magnífica cena, según él. Y aunque no quiso despertar a Anne al pasar por su habitación, en poco rato la encontró en la cocina.
- ¿No quieres que te ayude?
- ya casi termino, deberías ir la cama
Anne le sonrió de vuelta.
- ya estoy bien, si me quedo tanto en cama mis músculos se debilitarán- se acercó pasándole la mano por el cabello- Has sido de gran ayuda.
- aun así…quiero que te recuperes bien- respondió cabizbaja.
- lo sé, justo hoy tengo una evaluación ¿no quieres acompañarme?
Suspiró por la nariz.
- tengo turno en la panadería, pero veré si puedo cambiar.
- no pasa nada – sonrió- y recuerda que pronto también tendrás una cita con Mayumi.
En ese momento miró de reojos sus medicamentos, suponiendo que Anne también hacía alusión a eso. Le sirvió un té y salió de casa a pie, cargando ambos almuerzos.
Como desde la última vez, saludó a Ryo con una ligera sonrisa, y aunque él sólo respondió levantando la mirada para ella fue suficiente.
En el descanso, sola en su jardín, tragó su comida para luego practicar las partituras. Intentaba repasar todos los consejos de Jun sintiendo que al fin, después de tanto, su mente estaba libre de preocupaciones, y al parecer eso se reflejaba en su interpretación.
- Si mejoras la entonación de esta parte creo que cambiaría para bien- murmuró Jun esa tarde con ella esperando también una observación negativa, pero no la hizo. En cambio, siguió con los otros alumnos, y por la expresión de Rin supo que no había recibido precisamente un cumplido.
Por suerte no había vuelto a pedirle que practicaran juntas, no hubiese soportado una segunda humillación con Jun también juzgándola.
- Quiero que analices esto- se acercó antes que terminara de guardar su flauta. Era una nueva partitura.
-…pero…esto no está en el repertorio- dudó, consciente en que lo haría suspirar de manera negativa.
- ya lo sé, sólo practícalos, ya veremos qué puedes hacer.
Asintió, ahora sin saber si sonreír o lamentarse. Hubiese querido decir algo más, pero él llevó su atención a otro de sus compañeros.
Afuera del salón no fue sorpresa ver a Keiji, claramente si no tenía que entrenar estaría buscando a su novia. Le sonrió, y aunque ella sólo planeaba asentir con la cabeza, él casi tan entusiasta como antes se le acercó.
-…¿Todo bien? Tienes una buena cara.
- ah…bueno, sí- respondió sutilmente avergonzada.
- ¿Es cierto que no estarás en la próxima presentación?- agregó, desconcertándola.
-…sí- suspiró- supongo que como castigo…pero estoy bien.
- como dijo Umi el otro día, podríamos ir a algún lugar antes que acabe la primavera.
Lo miró extrañada ¿ya no debían temer por Rin?
- bueno…estás un poco ocupado…
-…no pasa nada…
- claro…Ya me voy- se apresuró con la idea de no encontrársela, pero la expresión y la ahora inusual distancia de Keiji lo delató.
De inmediato pudo sentir su apatía, ya que, a pesar de estar sonriéndole a Keiji, su mirada indicaba que debía escapar si no quería causar problemas.
En la panadería la esperaba un montón de trabajo de horneado y decoración, así que apenas cambiarse el uniforme se puso manos a la obra. Por suerte ya había adquirido algo de habilidad y sus dibujos en glaseado eran cada vez más veloces y precisos, sin duda disfrutaba hacerlo, y ya acumulaba varios cumplidos de Mizuki. Kouichi llegó un poco más tarde y la saludó con su habitual sonrisa, a pesar de saber que tenía novia, le era inevitable avergonzarse, se había convertido secretamente en una motivación, probablemente igual que a sus clientes.
Terminaba de acomodar unos pasteles en la vitrina cuando de reojos divisó a Anne entrando en la panadería, se había maquillado y llevaba el cabello tomando en una perfecta coleta, dándole una imagen más seria y propia de su edad. Pasó de largo sin saludarla para dirigirse al mostrador y en la caja ser atendida por Kouichi, quien ahora le pareció mucho menos espontáneo. Antes de salir Anne le sonrió avergonzándola, y notó que él también continuaba siguiéndola con la mirada. Seguro porque su madre lucía como una mujer bastante interesante.
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Editado: 05.05.2025