No había hablado de eso con nadie, aunque Momo siempre estaba alardeando de las chicas con quienes salía sospechaba que probablemente seguía siendo virgen, y qué iba a decirle a Aki, con él era incluso más humillante.
A pesar de lo que había hablado con Hotaru, Rin insistía tanto en ir hasta los confines del instituto que le hacía lamentar haberle mostrado ese lugar secreto. Ese día había procurado llevarle el almuerzo, así que sintió pena de contradecirla.
Después de comer Rin se puso de pie para recorrer el jardín, Keiji pensó en que hace algún tiempo Hotaru no lo había visitado, ya que la maleza comenzaba a crecer y algunas de las macetas aun conservaban sus flores secas.
- Gracias por mostrarme este lugar, es un buen sitio para practicar- musitó- creo que podría venir después de clases.
Él levantó la mirada, y respondió dudoso.
- bueno…no sé si podamos seguir viniendo…es el lugar de Hotaru.
Rin se quedó viéndolo y suspiró con sarcasmo.
-…¿ella tiene alguna especie de posesión aquí?
-aah…no…pero se ha encargado de arreglarlo y cuidarlo desde el año pasado.
Levantó las cejas.
- ¿y eso lo saben los directivos del instituto?
-…no lo sé- titubeó-…no creo…
- no es propiedad de nadie, pero aun así si ella no quiere que estemos acá buscaremos otro lugar.
Quiso defender a su amiga, alegando en que Hotaru no había dicho nada, pero en el fondo sabía que no valía la pena tratar de convencerla de lo contrario.
Esa tarde Hiroki los contactó para coordinar un ensayo de emergencia para el siguiente concurso, ya que de manera inesperada había recibido un correo que se adelantaría en una semana, faltaba poco más de un mes y aun no decidían la totalidad de las canciones.
-Tenemos plazo hasta mañana para enviar el setlist.
- ¿entonces no más canciones en inglés?- sugirió Naoki, él único en no mostrar preocupación.
- ¿no entiendes que eso le da un puntos extra a nuestras presentaciones?- lo regañó Tooru
- agregaremos Hitomi no jyunnin ¿alguna otra propuesta?- respondió Hero.
- tengo un listado en mi celular.
Ryo en silencio se acercó a Hiroki, quien le entregó los acordes y de inmediato comenzó a practicar, aunque con el poco tiempo que tendrían aun no estaba seguro si lograría conseguirlo.
- Creo que te adelantaste en el estribillo – exclamó Tooru.
- Lo siento.
- eso pasa porque ya estamos cansados- reclamó Naoki, todos lo miraron de reojos- Bien, relájense ¿quieren que vaya por algo de beber?
Hiroki suspiró con cierto aire de frustración, sentimiento que comúnmente no mostraba.
- podemos seguir mañana si prometen practicar sus partes.
A pesar de la insistencia de Naoki, Ryo prefirió tomar su guitarra y dirigirse a un lugar más tranquilo, desde la llegada de Julianna estaba distraído para además tener que interactuar con sus compañeros, en especial después de la insistencia de Yuuri para que se vieran. Caminaba hacia los dormitorios donde en la entrada lo saludó Shiro con un ladrido, al parecer no había comido y nadie se había ocupado de pasearlo, de inmediato se apiadó y le puso la correa.
Como en pocas ocasiones esa tarde Keiji se había saltado el entrenamiento para acompañar a Rin a uno de sus ensayos en la academia, si bien lucía bastante confiada, el resto de sus compañeros, evidentemente mayores, la superaban en destreza. Al igual que en el instituto, no hablaba con nadie, pero al estar tocando era como si de un momento a otro dejara de ser parte de su mundo y se uniera a ellos, en algo que él no podía entender.
Desde su rincón intercambiaba la atención entre ella y la pantalla de su celular, en las redes sociales aparecían fotos de sus amigos, un mensaje de Momo regañándolo por faltar a las prácticas, y de entre todos, una imagen de Hotaru en su lugar de trabajo, sus preparaciones, que ahora extrañaba, y ella, con su uniforme que sin duda le hacía lucir adorable.
-Gracias por acompañarme- sonrió Rin a sus espaldas dándole un beso en la mejilla.
De inmediato debió apagar la pantalla, un poco avergonzado, tratando de esconder a su novia lo que seguro ya había visto.
-…¿quieres que…te acompañe al metro?
- ¿podemos comer algo antes?
Fueron a una de esas cafeterías que sabía que a Rin le gustaban, y se sentó a su lado en la barra, donde pudieron contemplar a los transeúntes y ver cómo el cielo de a poco oscurecía. La vio comer su trozo de cheescake, él no tenía tanto apetito.
-…Has actuado diferente desde esa vez que dije que quería hacer “algo”- murmuró de pronto- ...¿Qué fue realmente en lo que pensaste?
Él tragó saliva, avergonzado, tomó un poco de distancia.
-…en nada…-titubeó-En nada que yo quiera hacer.
Ella lo miró a los ojos, y pareció pensativa.
- Creí que si salía con alguien mayor…sería interesante.
Él bajó la mirada, sintiendo que se le apretaba el estómago, un sentimiento demasiado negativo que se esforzó en disimular.
-…siento no poder cumplir con tus expectativas- respondió con voz ronca.
-siempre me he esforzado mucho en lograr mis objetivos, tanto que a veces olvido que no tengo la capacidad de que lo demás vayan a mi ritmo.
Ahora, apenado, no pudo encontrar una respuesta, la chica de ahora, la verdadera Rin era tan diferente a la niña de la primera vez, y una vez más sintió que estaba siendo manipulado por las falsas ilusiones que se había hecho de alguien quien realmente no era como él deseaba. Pero cómo decirlo, después de todo ella no era culpable.
-…bueno…eres mucho más madura que las personas de tu edad- respondió al rato, como si eso pudiese remediar algo.
-…tal vez- suspiró con una sonrisa- supongo que por eso nadie se me acerca.
Se quedó mirándola, hubiese querido volver a acercarse, pero no pudo, sin entender si estaba teniendo un complejo de inferioridad, o ella de verdad era muy superior a él.
No se atrevió a tomarle la mano camino al metro, Rin se mantuvo más silenciosa y pensativa que de costumbre, entró a la estación, como había prometido y la acompañó a esperar su tren.
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Editado: 05.05.2025