Nada más de ti: Capítulo 17

¿Debió haber usado algún atuendo especial? Se miraba una y otra vez en el espejo del baño esperando a que su amiga le diera alguna idea de algo en su imagen que pudiese mejorar, pero al parecer para ella lucía perfecta.

Se despidió de Yuuri con un beso en la mejilla, recordándole que no había vivido tanto tiempo en Italia como para no saber cómo usar el metro, lo único difícil fue lograr encontrar la salida que él había indicado. Por suerte, sin la necesidad de llamar a Yuuri lo vio apoyado en un rincón donde la gente pasaba en todas las direcciones apresurada. Vestía una chaqueta de cuero negra y jeans oscuros, ajustados. Antes de acercarse suspiró con una sonrisa, lamentando que ahora solo se tratara de su ex novio.

Se saludaron y caminó a su lado con al menos con un metro distancia. La cantidad de personas merodeando era impresionante aun cuando él mencionara que precisamente ese día no estaba tan concurrido. La primera planta del edificio de cinco pisos se encontraba repleta de tiendas especializadas en instrumentos musicales, la siguiente de aparatos tecnológicos para el hogar, otra de animé y videojuegos, y así diferentes temáticas para todos los gustos.

- Me siento como una definitiva extranjera- sonrió, él la miró de reojos.

- lo eres- aseveró, dejándole una sensación menos reconfortante.

- Es cierto que me gusta más Italia, pero es divertido venir a Japón como turista, te tratan diferente cuando evidentemente luces como extranjero.

Fue lo único que dijo para que Ryo volviera a quedarse callado y pensativo, hasta que encontraron la tienda que buscaban.

Yuuri, que había despedido a su amiga con una sonrisa se quedó vigilando la puerta hasta que en pocos minutos fue abierta otra vez por Kouichi. Lo había invitado con la excusa de cenar juntos. Él, que ya se había cambiado el uniforme, le llevó una especie de té que compró de regreso del instituto, por lo que se fue a la cocina a preparar un par de tazas.

- ¿Quieres comer pastel?

Con un par de porciones se sentó en el sillón, en secreto agradeciendo volver a tener esa privacidad que esas últimas semanas había extrañado.

- Podríamos ver una película…- musitó apoyando su plato vacío en la mesita de la sala, él de inmediato le dirigió una sonrisa compasiva.

- ¿y me aseguras que no vas a dormirte?

Ella suspiró con una sonrisa, bebiendo un siguiente sorbo de su taza.

-…¿Crees que Ryo y Julie deberían involucrarse?- murmuró pensativa

-…no deberíamos preocuparnos- suspiró con seriedad- no me entrometeré, sólo Ryo sabe que es lo mejor para sí mismo.

Yuuri entornó los ojos y sonrió.

- eres muy lindo- lo besó en la mejilla- y admite que sí te preocupas por él.

- no pasa nada- musitó pasándole la mano por el cabello- dejémoslos en paz.

Ella apoyó la cabeza sobre su hombro y suspiró satisfecha, posó la vista en su celular, deseando que su amiga estuviese teniendo una buena cita.

Julianna miraba las bolsas con las compras y su cartera mientras Ryo revisaba el menú decidiendo algún postre que pudiese gustarle a ambos, ya parecía acostumbrarse también a su presencia.

- Lo escriben en inglés y en kanji, pero no pueden hacerlo en katakana- reclamó, si bien podía comunicarse sin grandes dificultades, leer japonés le era casi imposible más allá de los alfabetos básicos.

Pidieron cheescake de naranja. Sabía que Ryo prefería comer en silencio, aunque esa noche ya había hablado más de lo que ella misma esperaba. Así que estaba en una banda, y aun no había decido cómo continuar su vida de adulto, aunque ella sospechaba que su pasión por la cocina era más que un don heredado de su madre o un simple pasatiempo.

Se quedó mirando sus manos, ahora más grandes y delgadas de lo que recordaba, sus venas se marcaban ligeramente bajo su piel, en especial si continuaba examinándolo hacia los brazos, en Italia ese era un rasgo bastante atractivo, aunque claro, estaba demasiado pálido para Italia…Tal vez no sería tan guapo allá, a pesar de su largo cuello, sus cabello dócil y delicado, sus labios pequeños casi rosados, y esos ojos azul profundo, como una vez ella misma lo había mencionado.

-…Al fin te quedaste en silencio.

Se vio desprevenida, soltó un ligero suspiro.

- Papá quiere que estudie algo relacionado con la administración de empresas- sonrió distraída- qué aburrido.

- si no te gusta sólo deberías decírselo.

- lo haría si al menos tuviera otra opción- agregó- pero aun no he podido saber en lo que soy buena.

Tomó un sorbo de su té, sintiendo ahora la mirada de Ryo sobre ella.

Al salir del restaurant caminó a su lado, ahora con menos centímetros de distancia y se dirigieron al metro a través de un parque, donde ella volvió a impresionarse por la decoración y las luces.

Ryo, que tampoco estaba seguro de querer acabar pronto el encuentro le dio el tiempo de detenerse las veces que quisiera para mirar y tomar fotografías.

- Le diré a Yuuri que ya voy en camino- musitó viendo su celular- le prometí que no iba distraerme y ya lo hice.

- está bien que le des un poco de privacidad- murmuró incrédulo, ella se quedó pensativa, avergonzándose.

Yuuri que casi había logrado mantener su atención entre el celular y la televisión, dio un leve suspiro.

- Me alegra que estés rompiendo tu record- bromeó Kouichi.

- es sólo que…no quiero que pienses que sólo te invité a cenar a modo de excusa para estar juntos.

La rodeó con sus brazos y musitó besando su mejilla.

- sólo bromeaba, puedes dormir si quieres.

Ella se quedó viéndolo y se aproximó robándole un beso.

- Extraño dormir juntos- confesó, aun sabiéndose avergonzada.

Kouichi le acarició la mejilla, al ver sus ojos Yuuri se sintió ruborizar, y bajó la mirada dejando que alcanzara sus labios. El nuevo beso de Kouichi, ahora atrapando por completo sus labios, logró hacerla suspirar y bajar por completo la guardia. Él tomó su celular dejándolo boca abajo sobre la mesa. Aceptando que debía olvidar a Julianna por un rato Yuuri se acercó y continuó rozando su boca, entre risas y caricias la atrajo más hacia él. Yuuri pasó suavemente el dorso de su mano por su rostro y sonrió, buscando su cuello.